CALIFICAR UNA CONDUCTA, NO INSULTAR

Yo distingo muy bien entre qué es calificar e qué es insultar.
La RAE en sus primeras acepciones de ambas palabras lo deja bastante claro.

CALIFICAR dice que es: «Apreciar o determinar las cualidades o circunstancias de alguien o de algo.»

INSULTAR dice que es: «Ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones.»

La diferencia es que calificar se ajusta a la verdad e insultar no, porque se hace para molestar y qué mejor que exagerar peyorativamente.

Las personas tenemos unas conductas a lo largo de nuestra vida, a veces buenas y a veces no tanto, por ideologías o cualquier otra influencia. Todos creemos que lo hacemos todo bien o somos unos psicópatas, porque hacer cosas sabiendo que son malas, a mí al menos, me cuesta asimilarlo.

Hoy en día tenemos las redes sociales y podemos, si es nuestra forma de aminorar los daños recibidos, expresarnos en ellas. Siempre será adecuado utilizar calificativos (ajustarnos a la verdad) y no insultos (falsedades para molestar).

Hay personas llenas de secretos y otras que no tenemos ninguno. Es muy saludable airear lo que nos daña y así nos lo dicen los psicólogos. Tragarse las cosas en silencio destroza por dentro. Recuerdo aquella psicóloga que en un terrible momento de mi vida me dijo: «Cuentalo, díselo a todo el mundo, las veces que necesites hasta que deje de doler». Así lo hice y un día dejó de doler, sí.
Ahora me encuentro en otro terrible momento de mi vida y he escrito mucho en redes, he contado mucho por teléfono, en persona y lo haré hasta que deje de doler.

Mi reflexión la traigo porque en todo momento CALIFICO y en ningún momento insulto. Yo cuento lo que sucede tal cual es de verdad. Otra cosa es que se califique un hecho no ajustado a la ética, al comportamiento moral que se considera el correcto en ese aspecto.

Pero muchas personas ven los calificativos como insultos. Bueno sería que repasasen si sus hechos son inaceptables para ellas mismas si ven insultos donde sólo hay verdad.

Ejemplo: Si alguien te promete que te dará algo y nunca lo hace, decir que no tiene palabra o que ha mentido es ajustado a los hechos y un calificativo justo. Ya si lo ve un insulto indica que no tiene moral para ver que no es correcto mentir y faltar a la palabra dada, por tanto se ha de aceptar su actitud déspota como normal y ni nombrarla.

El diálogo privado o público consiste en buscar el consenso basado en la aceptación de los calificativos y, por tanto, no sentirse ni molestado ni insultado por que se sepa un comportamiento que ve normal.

¿Porqué ofende que se cuente la verdad si uno cree que se ha comportado bien? ¿O es porque sabe que su comportamiento, calificado con la verdad, es inmoral?

Para que no se sepa lo que uno hace mal lo mejor es no hacerlo o sino recibir de buen grado que todos sepan como uno se ha comportado de mal.

No somos santos ni demonios, tenemos de ambos. No queramos aparentar lo que no somos.

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LOS LIBROS DE AUTOAYUDA NO SON EFICACES ¿PORQUÉ?

[Este tema me ha llevado muchas horas de trabajo. Es el mayor proyecto desde que abrí este blog (excluido mi libro, claro). Por esta razón permanecerá anclado en el Inicio una temporada, más teniendo en cuenta que es el primer paso en el camino del crecimiento interior]

El que más y el que menos, todos hemos leído algún libro de autoayuda. Pudo ser por curiosidad, necesidad de orientación para vivir, el anuncio del método definitivo para acabar con los problemas, moda, búsqueda de espantar una mala etapa, una depresión que no acaba, perseguir el éxito tal como lo define nuestra sociedad, mejorarnos, tantas razones como personas somos.

Casi todos han funcionado al ir leyéndolos, como sustitutos baratos de un maestro o terapéuta, nos han dado una esperanza en sus fórmulas que suelen estar bastante acertadas en general. Pero al terminarlos se han ido disipando y por mucha atención que les hayamos tenido, incluso subrayando, su efecto es efímero.

Si los leemos orientados a aprender, como el objetivo de sumarlos a nuestro conjunto de conocimientos, sacamos más, suman. Se quedan conceptos entrelazados en nuestra memoria.

Yo soy una gran lectora de esta temática, tengo estanterías llenas, de muy buenos y de otros muy mediocres. Se nota cuales se han escrito desde la sabiduría con intención de ser útiles y cuáles se han escrito para vivir de publicar algo que se vende mucho y da dinero. Estos últimos sólo autoayudan al autor y, si tiene experiencia, el lector los abandona.

Resumiendo, hay buenos libros de autoayuda y libros negocio. No estoy diciendo que no sirvan, algunos ayudan pero por poco tiempo. Y te vas a por otro nuevo para que perdure aquello que se buscaba. La buena intención del autor nos resulta demasiado efímera. Pero como vivimos en la cultura de lo efímero no nos percatamos del porqué.

El porqué es que con la apariencia de ser profundos, no ahondan hasta lo más hondo del ser humano que los lee. Y es que los seres humanos necesitamos más, somos muy complejos y o integramos los cambios desde la raíz más penetrante o no llegamos a quedarnos con ellos. Es difícil cambiar, pulir ese diamante en bruto con que nacemos, como para usar herramientas que no son lo suficientemente duras. Un diamante sólo se talla con otro diamante, así que o nos proporcionan la forma de encontrar ese diamante ya tallado antes, o no podemos con el nuestro o no cambia. Darle arañazos es una ilusión que de momento no deja ver la realidad.

La autoayuda sólo puede hacer algo duradero si nos lleva a conocer que en nosotros mismos están los diamantes que pueden tallar el que nosotros vemos y al que queremos dar forma. Empezando por saber que sólo vemos parte de nosotros y del mundo. El tallador y el taller adecuados los tenemos dentro.

En la búsqueda de eso me he topado con la clave que faltaba, y os he querido resumir mi hallazgo. Me surgió la necesidad y he empezado a integrar esa nueva andadura. Hasta el fondo del fondo de lo más hondo.

No servirá a todos, sí a muchos que se han perdido en la superficialidad promulgada, propiciada, hecha para esclavizados en explicaciones estrechas para someternos al imperio de vivir de espaldas a la verdad libre de aturas. Su resultado es por un lado la fácil manipulación (buena para las élites) y por otro el aumento exponencial de las enfermedades mentales (de seres sensibles que no caben en corsés falsos).

Empecemos por ver a quienes les entran los corsés y a quienes no nos entran.

AUTOAYUDA & ESPIRITUALIDAD

Un libro muy interesante y bien enfocado a nuestro propósito
Contraportada

Hay dos tipos de personas:

Las que se ven a sí mismas como cuerpo y mente, ambos intrascendentes, una ilusión por tanto al tener principio y fin. Su centro es el ego.

Las que se ven a sí mismas como cuerpo, mente y espíritu. El espíritu es trascendente, imperecedero, se une a la existencia de Dios y busca el desarrollo espiritual. Es el paso del ego al Ser, la esencia que nunca muere, lo real por su eternidad.

EL ENCUENTRO CON TU SER TRASCENDENTE (1)

El mundo actual nos lleva al tipo primero, a lo material, circunstancial, efímero, a la ciencia en sí misma, tras siglos y milenios de espiritualidad religiosa.

Así mismo nos engaña haciendo que algunos adoptemos prácticas ancestrales desposeídas de su objetivo trascendente tras falsos gurús. La meditación sin un fin por ejemplo.

El verdadero gurú nos lleva del gu (oscuridad) al ru (luz), sin anunciarse, sin exhibirse, con humildad. No importa en qué religión o sin religión. Y sólo descubriremos al verdadero gurú si espiritualmente ya hemos evolucionado lo suficiente para reconocerle.

Desposeamos, en un ejercicio de síntesis y abstracción, a las religiones de sus formas externas, ritos, leyes y superficialidades. Habremos dejado a muchísimas personas que las integran sin nada, porque solamente quedará lo Real, la trascendencia limpia de lo menos necesario, de lo que tienen de intrascendente y mortal, la existencia de Dios.

El fenómeno religioso que es la Espiritualidad inmortal unida a Dios es inherente al ser humano desde su aparición en el mundo.

Por esto vivimos una época llena de hambre de algo que no se encuentra fácilmente, que ni las propias religiones llenan,  en su deriva hacia las formas restrictivas, dogmáticas y carentes de fondo.

Muchas personas se hayan perdidas buscando sin ni saber qué buscan. Porque en nuestra pequeñez damos palos de ciego hasta que estemos preparados para encontrar al maestro que nos guíe a la iluminación.

La iluminación es el alcance del Ser dejando atrás el Ego. Las formas más eficaces de alcanzar ese estado son la práctica de la meditación y la plegaria.

La meditación es un desprenderse de lo físico y mental, de los pensamientos emanados de nuestra vida y forma de vivir. No una meditación de momentos, que es un aprendizaje inicial, sino una meditación continua en todo nuestro presente.

La plegaria sirve como la fuerza desatada para llamar la atención de Dios a nosotros, un «aquí estoy» puesto que no hace falta pedir lo que ya se recibe espontáneamente. Dios ya nos da lo que nos tiene que dar. Sólo la comunión con él nos da la trascendencia y paz a nuestro espíritu.

Estas prácticas nos sacarán del mundo actual lleno de cosas superfluas y nos llevarán del tener al Ser. El resultado es el amor, pues cualquier relación humana se puede convertir en amor libre, sin apegos ni exigencias.

El personaje que construimos (2)

En ese estado de amor descubriremos al personaje que hemos creado como máscara para vivir en el mundo y cuanto de positividad tiene. No puede quitarse pero cuanto más se parezca a nuestro Ser mejor construido está. Podemos, al ser conscientes de él, modelarlo.

Todos hemos ido construyendo nuestro personaje: recursos, identidad, creencias, ideologías, opiniones, gustos y aversiones, filias y fobias, mecanismos de defensa, control, herramientas de relacionarse. Las experiencias vitales nos han permitido ir perfeccionandonos. La mayoría hemos errado en darle poder a la máscara separándola de la dimensión espiritual, el Ser, lo real, nuestra verdadera naturaleza, la parte divina que tenemos, y la tarea de llegar a descubrirla es la tarea de una vida. El Ser no tiene necesidad de sentirse importante, que es la verdadera humildad. La máscara sí en cuanto a que nutre al ego. Reírse de uno mismo, el humor respetuoso, es un gran remedio para ser humildes.

El fluir o el sufrir

Hay que dejar fluir, sin buscar motivos o excitaciones, no vivir de reacciones a ellos sino de acciones que surgen de la propia vida. No tenemos que seguir la dinámica de acción y reacción. La mayoría de las veces reaccionamos, no actuamos, por hábito. No podemos movernos en busca de recompensas a corto plazo porque habremos puesto fuera, donde no podemos actuar, nuestra alegría. El arte de fluir es que la vida hace lo suyo, nosotros lo nuestro, y la vida es más sabia.

El dolor es orgánico, algo no va bien, detectable, presente y nos demanda respuesta, actuar; o puede no ser orgánico en el caso de pérdidas. Si hay dolor verdadero no es necesario agravarlo con sufrimiento. El sufrimiento es mental, por el miedo originado en el deseo y la aversión.

Deseo (futuro) y aversión (pasado)–> frustración–> rabia–> ira o tristeza–> sufrimiento

Elige tus propias batallas, no las que otros o la sociedad te proponen impuestas.

Distingue entre ley y justicia, no son lo mismo y lo válido no es lo mismo que lo verdadero, lo fundamental. Discernir es de mayor compromiso moral, ético, de valores y virtudes, sin caer ni en dogmatismo ni en la soberbia. Requiere mucha madurez la capacidad de apreciar errores propios y rectificar. Hacer lo que procura el bien.

Las relaciones con los demás

«Las mejores personas alimentan lo bueno en los demás, no lo malo. Las peores personas alimentan lo malo de los demás «. Confucio.

En nuestras relaciones quienes nos hagan ser mejores podrán hacerse mejores con nosotros. De quienes no nos hagan ser mejores, transformarnos al amor, hemos de alejarnos. No es juzgar pues tienen la capacidad de cambiar e interactuar con nosotros. Cuanto nos aporten es decisión suya en libertad. Procuremos no juzgar y el «no juicio» significa que alguien nocivo para nosotros no es nocivo «pero se». Hay que mirarse a uno mismo en busca de venenos para no ser nosotros tampoco dañinos.

En seleccionar esas relaciones y esa introspección reside gran parte de nuestra salud psíquica y emocional. Las relaciones familiares, aunque suelen perdurar en el tiempo, son como las demás, nocivas o beneficiosas, no son diferentes a otras.

El presente, lo relativo de las opiniones y elecciones

Lo real es el presente, lo que ocurre aquí y ahora. El pasado dejó su poso, el futuro estará. El pasado tiene su origen, desarrollo y fin en la mente. El futuro son fantasías, expectativas o miedo que también son ilusorios. «Carpe diem», aprovecha el día, decían los romanos.

Dios hoy está acaparado por las religiones o ha quedado sepultado ante creencias actuales carentes de espiritualidad. De ahí Nierzsche dice en Gaya Ciencia: «Dios ha muerto, Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado.  ¿Cómo nos consolaremos los asesinos de todos los asesinos?». A la ignorancia se añade la enorme arrogancia humana. Dios está más vivo que nunca.

«No vemos las cosas tal cual son, sino tal como somos». El Talmud. Tenemos nuestro propio ideario y creencias, que sólo son «mejores» para uno mismo. Son filtros distorsionados de la realidad que la ajustan a nuestras creencias. Si se tiene conciencia de esa subjetividad aparecen la comprensión, tolerancia, empatía y compasión. No son verdades sino opiniones. Tenemos «filtros» conscientes e inconscientes.

Podemos discernir y eligir con los dones, cualidades, que tenemos en nuestra sociedad occidental. Toda elección lleva implícita el asumir los resultados y consecuencias. Esto no tiene que ver con la libertad. La libertad es resultado de quitarnos cadenas que nos atan y las más fuertes nos las hemos puesto nosotros mismos.

Las elecciones y consecuencias inherentes a cada elección, que hacemos cada día, determinan nuestra vida. Según el Bhagavad Gita, fuente inagotable de sabiduría, «este mundo es ilusorio e irreal pero hay que vivir en él intensamente, el saber de la naturaleza inmortal del ser humano». Todo movimiento es consustancial a lo creado y genera el tiempo.

Movimiento –> Acción –> Efecto –> Movimiento –> Así sucesivamente.

Son movimientos el pensamiento, la emocion, el deseo y la palabra. Hay que practicar una acción libre de objetivos intencionados, pues si no está alineada con el orden universal y su fluir, creará una distorsión que precisará una corrección. A nosotros nos corresponde la acción correcta, el resultado de la misma a Dios.

Eric Berne (Análisis Transaccional) habla de «los tres estados del yo» en los que uno es el «Estado de niño»: Pensamiento mágico, fantasía, creencias ajenas. La fantasía no puede cumplirse y lleva a frustración, se culpa al mundo, volviendo con una nueva explicación fantástica. Rueda sin salida. El autoengaño no deja un crecimiento espiritual real. Todos tenemos parte de ese pensamiento fantástico pero el problema es cuando todo en nosotros se rige por él.

La práctica de la virtud y el bien

En nuestro mundo se han perdido valores y por parte de cada vez más personas se torna indispensable volver a implementarlos en la sociedad para alcanzar la regeneración necesaria.

Recordemos algunas virtudes que mejoren nuestra vida individual y colectiva. Forman parte de la conducta ética, están prácticamente en cada religión y en distintas escuelas filosóficas. El orden es alfabético porque son igual en importancia.

ABANDONO: No hay tareas que cumplir salvo las que uno mismo se imponga desde la más absoluta libertad. Percibir la vida desde la sencillez y la ligereza.

ACCIÓN: Desvinculada de los resultados, libre de objetivos, sin deseo o aversión. Procura «hechos».

ALEGRÍA: La existencia es el privilegio de disponer de la vida. Es un vehículo de la inocencia. Sentido del humor.

BELLEZA: Comprensión de la relación entre ética y estética. Lo bello es una forma de expresión de lo divino.

BONDAD: Intentar llevar el bien a todo y a todos, por encima del egoísmo y el odio. El amor es su ingrediente básico.

COMPASIÓN: Compartir el padecimiento ajeno. Servicio, ayuda, la mera presencia sincera.

COMPRENSIÓN: Reflexión sobre los contextos y escenarios de los demás y frente a uno mismo, el equilibrio entre la autoindulgencia y la culpabilidad.

CONSCIENCIA: Percibir el mundo y a uno mismo sin distorsiones, desde la desidentificación y el desapego. El aquí y ahora.

CORAJE: Reencontrar la fuente de energía inagotable, pues todo obstáculo es salvable y todo dolor transitorio. Unido a la fe se incrementa.

DESAPEGO: No poseemos nada ni a nadie y nada ni nadie nos posee. Percepción de lo verdaderamente importante y lo que no lo es. Relativizar, todo está en manos de Dios.

DISCERNIMIENTO: Distinguir lo que pertenece al Ser de lo que pertenece al ego. Acercarse a la percepción correcta, sencilla, de lo evidente, dejando fuera los contenidos de la mente y la fantasía.

ESPERANZA: Todo lo creado es perfecto y aunque nuestra deficiente percepción vea defectos, el resultado es pleno, bueno y justo. Confiar en la vida y los demás.

FE: Sentimiento de confianza en Dios y su generosidad, omnisciencia y justicia. Comprensión de la propia ignorancia y limitaciones.

GENEROSIDAD: La inocencia lleva a comprender lo que es suficiente, lo que es necesario y lo que es superfluo. Tener indiferencia y desapego sobre lo transitorio.

GRATITUD: Valorar lo que se tiene en vez de penar por lo que no se tiene. Asociada a la generosidad y fuente de alegría. La primera es concebir la vida como un regalo de Dios.

HONRADEZ: Jamás se puede perseguir un beneficio propio en detrimento o daño a nadie. La falta de honradez es falta de respeto a uno mismo.

HUMILDAD: Todo logro depende del correcto uso de los dones que se poseen y también de factores ajenos ni previsibles ni gobernables. Anonimato y dilución del ego. Es el servicio y la ausencia de importancia personal.

LIBERTAD: Sinceridad. Eliminación de la importancia personal, desapego y certeza de la inexistencia de todo lo existente. Eliminar deseos, aversiones, creencias.

NOBLEZA: Expresión de la riqueza espiritual sin mezquindad.

PACIENCIA: Valorar el factor corrector del tiempo. Conocer las señales del momento exacto para cada acción eficaz. Dios escribe derecho con renglones torcidos.

RESPETO: Comprender que toda vía de acceso a lo noble y puro requiere un estado interior que emula aquello a lo que aspira.

RESPONSABILIDAD: Asumir sin méritos ni culpas el resultado de nuestras acciones sin involucrar a los demás.

SENCILLEZ: Cuanto más complejo el ego, las creencias y mas deseos, más lejos se está del conocimiento y de la realidad.

SERVICIO: Capacidad de subordinarse a un proceso beneficioso para el curso de la vida. Con discernimiento, sin protagonismo o emotividad.

SILENCIO: No usar la palabra como distorsionador, miedo, improvisación o pulsión de mostrar sin reflexión las propias opiniones.

SINCERIDAD: Expresar todo lo que brota de la naturaleza real del individuo, frente a los demás y frente a uno mismo.

SOBRIEDAD: Darse cuenta de las necesidades reales para el bienestar y desarrollo. Las imaginarias y de deseos nacen del ego y son perjudiciales porque son una espiral inalcanzable.

SOLEDAD: Nacemos y morimos solos. En el tránsito entre ambos necesitamos tomar las riendas de la propia existencia.

TERNURA: Encontrar y cultivar la inocencia primordial, hacia uno mismo y hacia los demás (niños, personas frágiles, etc.).

TOLERANCIA: Percibirse y percibir a los demás en proceso de evolución aún imperfecto.

TRABAJO: Capacidad de producir frutos útiles para el desarrollo y evolución benéfica de la vida, para uno mismo y para los demás.

UNIDAD: Diferenciar y privilegiar lo que nos une de lo que nos separa de los demás. En Dios somos Uno, el Ser es Uno.

ESPIRITUALIDAD CON RELIGIÓN Y SIN RELIGIÓN

El peligro de separarlas es usar la espiritualidad como «un cajón de sastre de la cultura de consumo». La idea de trascendencia desposeída de un Todo integrador es dispersa, se puede adherir a cualquier corriente sectaria, a fundamentalismos, a ir de aquí para allá para rellenar un vacío, a consumir métodos ineficaces y costosos tanto en la propia persona como en su economía.

Pero para algunos, espiritualidad es sinónimo de creencias irracionales y de que todo vale. En ningún momento nos referimos a ese vagar sin rumbo claro. Incluso hay autores que asocian este ir perdido individualmente con el aumento de algunas enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión.

Es por esto que la búsqueda de espiritualidad sin más, sin una orientación para ello, «Es como embarcarse en un viaje interior. Es arriesgado hacerlo y tratar de ver las cosas desde una perspectiva más amplia. La promesa es tremenda pero el viaje puede ser doloroso».

No es eso lo propuesto en nuestro caso, sino el ver las coincidencias de fondo, los fundamentos, de casi todas las religiones y corrientes filosóficas. Hay autores que nos dan gran parte de ese propósito estudiado, como Sebastián Vázquez en su libro Espiritualidad &Autoestima. Quitado lo superficial, accesorio, los ritos, los rezos concretos, lo adaptado a las diferentes culturas, que está como vestigio del pensamiento mágico primitivo, queda lo común y profundo que directamente orienta a dejar el ego para orientarnos al Ser:

Eso son la meditación, la plegaria, la acción libre de objetivos intencionados y las virtudes. Párate y verás que son comunes a las religiones y filosofías que conoces.

Es una tendencia de moda esta de que «Somos menos religiosos en cuanto a compromiso con los rituales institucionalizados, pero cada vez tenemos más interés por la dimensión espiritual, por el sentido de la vida».

El individualismo quiere hacer a su antojo, crear una escuela de cada individuo que se cree poseedor de la verdad. Pero detrás de eso se encuentra el ego, no el Ser, puesto que el ser trasciende, es el Todo, es Dios. Si ese individuo consigue discípulos tenemos un falso camino con un falso gurú.

Con esto no quiero decir que haya que ser religioso, tal como son las religiones y sus estructuras jerárquicas, rituales, creencias de que cada una es la que posee la verdad y el camino a ella. Hay personas que se reafirman en su vida con el colectivo de su religión y mientras no tengan la idea de poseer la verdad, que es la esclavitud del fanatismo, pueden encontrar así el Ser.

Hay personas no religiosas que buscan el Todo, la Unidad, el Ser colectivo, Dios desprovisto de ningún atributo humano. No son radicales, se cuestionan, buscan la trascendencia. No son religiosos y sí tienen esta espiritualidad desarrollada o preparada para empezar a desarrollarse.

El radicalmente antireligioso que niega la trascendencia no la puede buscar porque no la concibe, no la abstrae, no ve la meta. Quién niega fanáticamente algo mayor en conjunto y que dé sentido a la vida, por cualquier razón de personas concretas en este mundo, tiene cerrada su evolución, dentro de su ego, porque niega el poder Ser de las personas.

Es la visión a corto plazo, el atribuir antropomorfismo a Dios, verle castigador, el que dice qué es y que no es pecado, al que adorar, la jerarquía religiosa, la idea del infiel no religioso o de otra religión, lo que se puede o no comer, etc. Todas estas cosas no son espirituales, son visiones limitadas humanas y si sólo se ve esto la evolución espiritual está aún lejos, ni se intuye.

CONCEPTOS BÁSICOS para entender mejor lo dicho:

(1) EL SER

Actuamos desde el ser cuando no nos identificamos con la mente parlanchina, más bien la observamos manteniendo la calma y aquietándola para evitar convertirnos en presa de su discurso. Para la consciencia o el ser, sólo hay una realidad que está basada en la verdad donde prima el bienestar común sobre el individual. Al no hacer juicios, ni califica, ni se compara.

Se rige por la Ley de Causa y Efecto y comprende que sólo haciéndose responsable de sus actos puede generar mejores resultados, «Ley de correspondencia»; no se avergüenza de sus errores y aprende de ellos para no repetirlos. Al no tener complejo de inferioridad es totalmente libre y se muestra como es, entiende que todos somos iguales y no necesita ser mejor o competir con nadie ya que comprende que todos somos parte de lo mismo y estamos hechos de la misma esencia.

Cuando se vive desde la consciencia hay plena satisfacción pues esta viene de dentro y no de fuera. Mantiene su energía equilibrada y gracias a esto no siente carencia ni intenta manipular con el fin de obtener del entorno la realización, la obtiene entregando toda su energía a todo lo que la rodea.

El ego no puede sobrevivir en el momento presente, estando presentes damos lugar al despertar de nuestro ser y es así como entendemos que resistirnos a lo que ya es no tiene sentido. Desde aquí aceptamos nuestras circunstancias de vida sin luchar contra ellas.

(2) EL EGO

El ego es nuestro instinto de supervivencia emocional. También se le denomina «personalidad» o «falso yo». No en vano, el ego es la distorsión de nuestra esencia, una identidad ilusoria que sepulta lo que somos verdaderamente. Es como un escudo protector, cuya función consiste en protegernos del abismo emocional que supone no poder valernos ni sobrevivir por nosotros mismos durante tantos años de nuestra vida. El ego -que en latín significa «yo»- también es la máscara que hemos ido creando con creencias de segunda mano para adaptarnos al entorno social y económico en el que hemos nacido y nos hemos desarrollado.

Esta forma de inconsciencia tiene un sentimiento continuo de carencia, no acepta su circunstancias actuales, permanece en la lucha, mendiga, necesita aprobación de los demás, se compara, vive insatisfecha y tiene un poderoso complejo de inferioridad que disfraza intentando ser superior.

Utiliza el tiempo como herramienta para mantenernos distraídos de la verdad, se mantiene rechazando o añorando el pasado y vive enfocado en un futuro que le ofrezca la salvación, pues del presente nada lo satisface. No asume los errores, equivocarnos nos hace imperfectos y su complejo de inferioridad lo empuja a querer ser mejor que quienes lo rodean, por esto siente la necesidad de esconder sus faltas para sobresalir; convirtiéndonos en esclavos de su autoimagen o máscara social y privándonos de la libertad de mostrarnos como somos, poder ser humanos y errar.

Se esconde tras el ideal de justicia y lo utiliza para justificar su comportamiento negativo frente al entorno que se basa en la resistencia a lo que es, la necesidad de controlar, la codicia, la sed de poder, la defensa y el ataque. Actúa de esta manera porque se percibe como un ente separado de sus semejantes y por tanto puede llegar a utilizarlos para alcanzar sus fines.

SIEMPRE ADELANTE, HACIA LA SABIDURÍA SI FUERA POSIBLE

Una vez estudiado este tema de que se necesita, al menos yo necesito, la trascendencia espiritual para mejorar como persona y aproximarme al bienestar verdadero, sigo caminando.

Ahora he comenzado a leer «Los grandes iniciados» para ahondar lo más posible en quienes somos y nuestra misión en la vida. Personajes históricos que se han dirigido a la iluminación.

Es un libro escrito en 1889 ¿Acaso lo que haya de «verdad» y el «espíritu» cambian con el tiempo o son permanentes?

Fuentes:

«Espiritualidad &Autoayuda». Sebastián Vázquez. Editatum, 2020.

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/02/130117_salud_creencias_religion_espiritualidad_lav

https://elpais.com/cultura/2018/08/31/actualidad/1535732953_681869.html

https://valorarteblog.com/2019/12/16/diferencia-entre-ego-y-ser/

https://borjavilaseca.com/del-ego-a-la-esencia/

EL TAMAÑO DE UNA PERSONA

Cuando encuentro entradas de otros blog que me impresionan, me motivan, sabéis que os las pongo para que también podáis disfrutar como yo.

En esta ocasión tenéis esta maravilla sobre lo que hace grande o pequeña de verdad a una persona. Un texto bello y lleno de contenido.

Del blog EL AMBIGÚ DEL YOGA:

EL TAMAÑO DE UNA PERSONA

RELACIONES DE PAREJA CON HIJOS ADULTOS ANTERIORES

«Los hijos anteriores a la relación son de las causas más comunes de problemas entre la pareja«


Sacado del artículo: Problemas con mi pareja por sus hijos


Cuando buscas información sobre las parejas que se casan teniendo hijos de matrimonios anteriores, encuentras mucho material sobre niños y convivencia. Muchos temas sobre custodia, sobre influencias de los padres biológicos que interfieren en la relación de los niños con el padrastro o la madrastra. Todo infantil.

Una figura esencialmente altruista, que da cariño y cuidados a hijos que no son suyos y además sin ninguna obligación. Las madrastras y padrastros, gente que arriesga mucho al entrar en las llamadas «familias ensambladas»,son la máxima expresión de amor a sus parejas.

Flaco favor han hecho los cuentos y las historias de diferencias entre hijastros e hijos en el matrimonio. Sin embargo yo lo que he visto es que consentían más a los hijastros que a los hijos propios, justo para evitar que pareciera lo contrario. Ni podéis imaginar la cantidad de madrastras angustiadas y con ganas de hacer las cosas bien que hay y llenas de problemas para conseguirlo.

No vas a encontrar casi nada de hijastros adolescentes y prácticamente nada de hijastros adultos. Adultos que convivan o no, el tema queda sin hablar, como si no se generara ningún problema, como un tabú. Pues ahondando también en familias ensambladas con hijos adultos la frase inicial se da y por eso vamos a sacar información de lo que los demás no se ocupan.

Y vamos a repetirlo así, especificando todo:

«Los hijos anteriores a la relación (niños, adolescentes o adultos) son de las causas más comunes de problemas entre la pareja»

El éxito en un matrimonio con familias compuestas es posible cuando nos educamos acerca de las segundas familias, y desarrollamos habilidad en la relación para resolver conflictos entre los individuos de la misma.

Problemas en la relación con un matrimonio en edad avanzada y celos con hijastros:

• Las parejas que se casan en edades avanzadas a veces tienen que negociar el tiempo con sus hijos de relaciones anteriores, y la comunicación y la aceptación pueden ser un reto.

Establecer límites:

Las relaciones tienen que ser alimentadas. El tiempo y la atención son necesarios para mantener el enlace vivo.

Sé honesto financieramente:

• Cuando te cases en edad avanzada, es probable que tengas un cierto grado de independencia financiera.

• Puedes entrar en la unión con los activos que desees mantener aparte. Precisa las obligaciones financieras de cada compañero para que no haya confusión.

• Incluye los salarios, las pensiones, bienes raíces, manutención del cónyuge y de los hijos en tus discusiones.

Negocia tiempo familiar:

Fiestas y celebraciones posteriores en la vida pueden parecer una maratón al correr para dar cabida a las expectativas de todos.

• Las parejas que se casan en edad avanzada pueden establecer sus propios rituales.

Da espacio a los hijos:

• Adaptarse a un nuevo matrimonio llevará tiempo y mientas más jóvenes sean los niños, más tiempo será del período de regularización.

Cómo lidiar con los hijos adultos difíciles (de tu pareja) en un segundo matrimonio:

• Los segundos casamientos a veces son desafiantes al lidiar con los ex y los niños de los matrimonios anteriores.

Cuando los hijos son ADULTOS, LOS DESAFÍOS SE PUEDEN AUMENTAR (Sí, pone AUMENTAR) ya que no tienes ninguna autoridad real sobre ellos así que pueda ser un problema conseguir que te respeten.

• Tratar con los hijos adultos difíciles en un segundo matrimonio requiere de la cooperación y el apoyo de tu pareja.

• También necesitas ser paciente y diligente, porque estos asuntos nunca se resuelven de la noche a la mañana.

Esto te interesa:  ¿Qué tipo de padre eres?

TIPS (para madrastras o padrastros):

Habla con tu cónyuge (el padre o madre biológico). Es vital tener su apoyo al tratar con los hijos ya que él está en una posición de autoridad. Si no te apoya en esto, es muy poco probable que sus hijos te demuestren más respeto.

Dirígete a los hijos con un tono de voz amable pero firme durante las disputas. Aunque es importante tratarlos con respeto, especialmente ya que son más grandes y maduros, no deberías ser un felpudo para ellos tampoco.

Establece con tu cónyuge que no se permiten ultimátum. Los hijos nunca deberían ponerlo en una posición donde tenga que elegir entre ellos o tú y no debería tolerar ningún intento por parte de sus hijos de hacerlo.

• Asimismo, también evita el ultimátum de tu propio respeto por parte de tu pareja.

Establece límites con respecto a tus interacciones con los hijastros adultos. Esto significa no permitirles que interrumpan el tiempo entre tú y tu pareja y no aceptar un comportamiento grosero o condescendiente. La consistencia es la clave.

Pasen tiempo juntos como una familia para que los hijos adultos (de tu pareja) se acostumbren a ti y a tu cónyuge juntos.

• Esto también les da la oportunidad de ver cómo ellos se comportan hacia ti, tu cónyuge y entre sí. Cuanto más tiempo pasen juntos, es más probable que ellos comiencen a aceptarte y se vuelvan menos problemáticos.

AGOSTO 19, 2013

Sacado de:

[Hijos adultos que celan el tiempo y dinero de sus padres solteros. Un problema frecuente al formar nuevos matrimonios en la edad avanzada o adulta es el conflicto con los hijos de nuestra pareja. Los problemas varían según la edad, cercanía y relación con el padre. Manéjalos así.]


El siguiente artículo sirve para hijos adultos que se han quedado anclados en la adolescencia (muy propio del siglo XXI):Mi madre tiene otra pareja. Como actuar.

Espero que esto sirva para tener familias compuestas de parejas más o menos mayores, con hijos adultos de matrimonios anteriores, llenas de armonía y sin problemas, que necesitan tranquilidad y cariño de quienes les rodean, sean hijos o hijastros.

MI MURALLA

Lo tenía claro hace 7 años y tengo que volver a tenerlo claro, que me despisté un poco.

Sólo esta es la frontera que hace falta en mi mundo. Me reafirmo. Hoy soy yo quién en lugar de recibir puertas cerradas injustas, me cabreo y CIERRO LA MURALLA a quienes no me merecen. Los demás pasen y acomódense.

Se trata de autoestima, de dignidad.

Dije hace 7 años:
Mis manos estan en la muralla contra el veneno. No a la gente toxica NO NO NO NO. Selectiva mi muralla, se abre solo a la paz.

Nueva experiencia: VIVIR MAS NATURAL

Tengo que reconocer que es la primera vez que estoy en un camping. Afortunadamente paso de los 50 años y aún tengo mucho por descubrir.

No me han faltado propuestas para hacerlo. Pero la calidad de la cama para mí es muy importante y siempre me lo habían dicho para hacerlo en una tienda. Por eso me había negado, porque sé lo que precisa mi espalda.

En cambio la caravana tiene una cama de primera. Tanto que el reloj deportivo que llevo registra lo nunca visto, que duermo más tiempo en sueño profundo que en superficial. En casa es al revés, por el ruido de la ciudad, supongo.

Las experiencias nuevas siempre me cuestan darle vueltas a la cabeza y no estaba muy animada al principio. Pero la compañía era mi amor que siempre me dice: «Está controlado, tu confías en mí y si no te gusta se cancela». Me da mucha tranquilidad.

Al lado de la playa el sonido del mar día y noche es relajante, agradable, se te mete por los poros de la piel y te hace volar como las gaviotas. Mirar su color cambiante y la espuma de las olas es algo en lo que poder detenerte todo el tiempo del mundo. Despertar, mirar por la ventana y sin ni haberte levantado contemplar su grandeza. Para una mujer nacida tierra adentro, que lo vio por primera vez con 11 años, resulta una invitación a contemplar esa brava a veces y otras dulce naturaleza.

Llevo 3 meses así. La pandemia de COVID-19 no está ni estaba para plantearse otras aventuras y ha hecho que el camping esté menos ocupado, para mi en particular una ventaja. Tanto es así que me resisto a regresar a la ciudad ahora que la DANA nos hizo bajar de la duna a otro lugar con árboles, más resguardado y con el mar igual, aquí al lado.

Los perros han tenido su cambio también, siempre en la calle. La perra, con 8 años, ha aprendido a recoger la pelota que le tiramos, a nadar por primera vez entre olas buscándola y bucear. ¡Si pudiera hablar esta loquita que llora cuando oye a una lorita de otra parcela, anhelando verla toda enamorada del pájaro!. Tiene sus agapornis y prefiere lo imposible, así es ella. El perro es diferente, se tumba, sólo se moja las patitas en el agua, sale a saludar a las personas que pasan por la calle, mucho más tranquilo. Deseoso, de vez en cuando, de subir a la caravana a echar una siesta, en casa resguardado.

Hemos hecho actividades, como compartir con familiares y amigos. Una escapada para, por primera vez, probar lo que es bucear con botella. Siempre me había preguntado cual sería la sensación de respirar así, aire de un aparato en lugar del normal. Es genial, cuando inhalas sin ningún esfuerzo y exalas ese montón enorme de burbujas.

¡Lo que es la adrenalina!. Al ir en la barca neumática al lugar de buceo iba muerta de miedo por la velocidad, lo mismo al echarme al agua antes de ponerme la botella. Pero la adrenalina se acaba y ahí empieza lo bueno: Bajar tranquila sujeta por el monitor, ver el fondo que está a 8 metros, tocar ese verdor, ver peces de todos los colores y tamaños. El tiempo se detiene, no hay nada más que ese lugar y momento. Esto me hace pensar en la atención consciente del mindfutness sobre la que estoy leyendo.

Se oye el movimiento de las hojas de los árboles y el mar. Siempre el mar, la mar, como diría el poeta. Apenas alguna voz lejana. Se respira tanta paz que una se siente tentada de no volver a la realidad, de quedarse para siempre en este oasis de juegos en la tablet, lecturas, televisión a la carta gracias a la tecnología, meditación, mirarse por dentro sin hacer nada, fumar un cigarrillo con una cerveza 0,0… Esperar su vuelta con las anécdotas del trabajo.

Aún en esta situación de vivir sin trabajar, porque la vida lo dispuso así, el lunes recomienza la vida urbana con las clases de música, el deporte, las citas médicas y veterinarias, el relleno habitual del que he estado exenta tres meses. Esto es como perderse en un lugar paradisíaco… sin ni salir de la provincia, cerca, muy cerca.

Saben vivir estos pocos extranjeros o españoles que están aquí ni se sabe por cuanto tiempo. He tenido el verano más bello de mi vida entera.


Y pasó un tiempo desde lo escrito hasta aquí.

Es otoño, 27 de octubre. Me afecta el cambio al horario de invierno, la disminución de horas de luz diurna. El estado de ánimo se baja y hemos decidido pasar la semana en este lugar porque me sienta genial.

Hoy acabo de dar un paseo, dentro de la soledad de las mañanas. Fumaba un cigarrillo frente al mar. No hay gente casi, sólo privilegiados, la mayoría alemanes.

Mi alma dice para sí en ese momento:

«El mar me habla, me dice que el puede con ese virus.

Los gorriones revoloteando me hablan, me dicen que son la naturaleza que sigue viva.

La soledad me habla, me dice que puedo hacer o dejar de hacer mis actividades porque no pasa nada.

Mi caravana me habla, me da la seguridad de no necesitar reunirme con la gente.

Mi mente me habla, me dice que vivir así, sencillamente, sin necesitar transgredir las normas de contención de la pandemia, cómoda en cualquier restricción, es estar más equilibrada de lo que creo. No necesito bares, fiestas, cercanías, peligros.

Mi corazón me habla, me dice que esperar su vuelta del trabajo es, en esta paz, la alegría de ser como mis perros, cariñosa, loquita, sencilla, saltarina y expresiva.

No necesito nada más.»

CUMBRE DE CALIDAD HUMANA, AÑO 2020

Poco sospechaba el día 1 de diciembre de 2019 que la Cumbre de Calidad Humana iba a ser tan pronto y como está siendo.

https://eluniversodemanuela.home.blog/2019/12/01/emergencia-climatica-y-de-calidad-humana-3/

En estos momentos están confinados en sus casas, saliendo solamente a lo preciso, 4.000 de los 7.600 millones de personas que hay en el planeta Tierra.

El planeta se limpia y renueva de contaminaciones varias mucho más de lo esperado en la Cumbre del Clima del año pasado, que concluyó pocas cosas, como suele pasar.

Nada más y nada menos que 4.000 millones de asistentes a la cumbre de calidad humana. La duración no se sabe, pues ni empezó a la vez en todos los países ni acabará al mismo tiempo. Las peculiaridades son que abarca a personas de todas las edades y no es necesario tener conexiones a internet todos los participantes, no podremos hacer conclusiones comunes y también hay muchas desigualdades entre unos y otros.

Metidos en nuestras casas hemos descubierto cuáles son las profesiones más importantes en realidad. No las voy a nombrar exaustivamente porque me dejaría alguna. Y me gusta pertenecer a una de ellas aunque mi incapacidad permanente no me permita actuar más que haciendo educación sanitaria, que hace mucha falta.

Cada caso es un mundo, desde grandes millonarios disfrutando de sus mansiones y jardines a familias muy numerosas metidas en pisos de menos de 50 metros. Gente casera que no lo pasamos tan mal y gente muy salidora a la que parece caérseles la casa encima.

En España sabemos cuando son las 20h sin reloj, por los aplausos desde las ventanas y balcones a los sanitarios y todos los otros profesionales que atienden los mínimos para que tengamos un orden: los medios de comunicación, agua, electricidad, teléfonos y redes sociales, comida, calles limpias, etc.

Voy a fijarme en el personal de limpieza, importantísimo y muy mal pagado ¿Porqué si es tan importante? La labor de las fuerzas de orden público y el ejército, criticados por los mismos que ahora quieren tener su ayuda. Los trabajadores que hacen posible montar hospitales improvisados, las industrias que han cambiado su producción para hacer materiales necesarios. Y es que habíamos descentralizado tantas cosas por conseguir la mano de obra más barata de otros países… por usureros.

El personal sanitario ha trabajado sin la mínima protección exigible, en un sálvese quien pueda de los países del mundo a la compra de lo que no fabrican sus industrias. Así hemos visto como enferman e incluso mueren y esa atención de primera línea de contagio no se hace por dinero, se hace por vocación de servicio y cuidado a los demás. Esa es nuestra sanidad pública, diezmada por recortes y privatizaciones, dando la cara después de que aprovechados y tacaños le pusieran sus zancadillas.

Acabo de oír en la televisión que la Organización Mundial de la Salud, esa que en su mayor parte está financiada por USA, Bill Gates y las multinacionales farmacéuticas, está muy preocupada por la extensión del SARScov-2 en África, el continente siempre olvidado.

¿Cómo vamos a salir de esto que yo llamo, para añadirle algo positivo, Cumbre de Calidad Humana? Con un mundo más empobrecido seguro, con la población disminuida seguro, con desigualdades aún más grandes que las de antes seguro.

Hemos mejorado, paradójicamente, el contacto con nuestros allegados. Nos interesa saber cómo se encuentran, como están viviendo el confinamiento y muchas veces con ganas de dar atenciones a quienes no podemos porque no les tenemos al lado.

Nos hemos preocupado por los ancianos y hemos descubierto la realidad de que muchas residencias de mayores privadas eran desastrosas, cuando en realidad ya lo sabíamos antes pero mirábamos a otro lado. Se nos han caído las caretas hipócritas. También residencias modélicas y la entrega de sus trabajadores, una alegría.

Hemos visto que al proponer el gobierno una renta mínima básica los representantes del empresariado han puesto el grito en el cielo. Que se mueran de hambre los damnificados de esta crisis parece entenderse a simple vista.

Un gobierno que trabaja al máximo, sea laborable o festivo, poniendo todo de su parte para gestionar algo que en ningún lugar del mundo se ha previsto, en vez de verse apoyado por todos los partidos políticos y los ciudadanos, se ve vapuleado.

Llevan sólo meses gobernando y ni les ha dado tiempo a aprobar unos presupuestos generales del estado. Tienen los mismos 3 años ya y no están hechos por ellos sino por la oposición. No me gusta ese nombre de «oposición» cuando la calidad como personas sería ir todos a una en la emergencia, para tener el menor número de enfermos y pobres cuando amaine este temporal.

Y ese grupo económico llamado Unión Europea tampoco se pone a hacer lo de ir todos a una. A mí el dinero empieza a parecerme algo que la gente valora más que la salud o la vida, increíble.

Nuestras minisociedades de familiares, amigos, vecinos, conocidos, han mejorado en general. Siempre hay casos y casos, la violencia de género ha aumentado por desgracia. Yo siento que mi gente valora mas los afectos, es más cariñosa aunque no podamos tocarnos ahora.

Pero la sociedad grande, en el lugar de Occidente que nos ha tocado vivir, es una decepción. La sociedad de consumo se ha roto y es la que sostiene esta irrealidad, esta nebulosa del crecimiento permanente para sobrevivir. Vamos a continuar en el mismo sistema capitalista, el egoísmo de que mejor pierda el otro aunque le cueste la vida. Si no murió en unas manos no hay culpa.

Esta cumbre de la que sacar más calidad por dentro como personas la ha empezado la naturaleza, siempre que no busquemos teorías conspiranoicas. La naturaleza nos habla y es brusca, como una leona cazando o un volcán en erupción. Por eso la vemos injusta cuando se nos lleva a un ser querido a otra dimensión, aunque esa naturaleza ha hecho que podamos pensar, dialogar, ser altruistas, cuidadores, amadores y amados.

Tenemos libre albedrío a costa de haber perdido instintos, esos instintos que hacen que un animal no dé su comida a otro mientras una persona sí puede hacerlo y lo hace muchas veces. Si sirve para criticar en vez de hacer posibles soluciones, quitar dinero a un pobre y dárselo a un banco o a una gran empresa, insultar a los que dirigen lo mejor que se puede una hecatombe de dimensiones desconocidas aún… no hemos aprendido nada de esa libertad de hacer lo que queramos.

Muchos no aprenderán. Esos que han desoído las normas para irse igual de vacaciones, esos que quieren en medio de esto quitar un gobierno, no aprenderán. Ni los que no hacen honor a la Unión Europea porque toman decisiones que desunen.

Tampoco los que sólo miran qué sucede en el propio país sin acordarse de otros lugares donde todo será mucho peor. Está claro que nos enteramos más de lo que más cerca está y que por ejemplo mis pensamientos, metida en casa, que son de España, no diferirán mucho de los de personas poco conflictivas de otros lugares de este planeta.

Tenemos una oportunidad, otra más, de cuidar al planeta y de cuidarnos entre nosotros, pero nosotros todos, sin distinción más allá de lo bueno y lo malo. No me valen cortapisas de diferente cultura, religión, estudios, nivel social, cantidad de dinero en el bolsillo, idioma, sexo, roles, profesiones, leyes absurdas ¡ya no!

Lo bueno y lo malo es algo que está en el subconsciente colectivo común a todos y cuando nos desnudamos de lo de fuera, cuando llegamos a nuestro fondo más interno, a partir de una corta edad se distinguen perfectamente.

Cada cual, de esta Cumbre improvisada de calidad humana, sin preparación previa, sin unas conclusiones comunes que consensuar al final, cuando salga del confinamiento revelará su conciencia.

Si pones un grano de arena puede haber una playa con muchos mas. Según haya más personas que lo pongan o más que lo quiten, algo sucederá, y esperar a ver que hace el de al lado no sirve, porque hay que pensar y sentir uno mismo la bondad y obrarla. Las palabras bonitas sin hechos no son nada. Dejarse llevar por corrientes engañosas conduce al enfado y la crispación inútiles.

Que tengáis paz, techo, alimentos, salud, momentos para buscar la bondad en vuestro interior, sin miedo, con futuro. Cada uno de nosotros somos la humanidad.

TRIUNFADORES PISANDO LAS CABEZAS DE LOS DEMÁS

Todos conocemos a personas que van por la vida sacando provecho de los demás. No soy objetiva al decir que la entrada en el nuevo milenio, este siglo XXI, ha hecho que la cara ya no sea el espejo del alma. Porque algunos tienen mucho carisma o son tan buenos mintiendo que no dejan ver esa forma de actuar. Esto nos genera miedos, desconfianzas, a todos los niveles, desde los negocios compartidos a las relaciones personales.

Impera el egoísmo y el éxito personal sobre el colectivo, con decir lo que la otra persona quiere oír sin que sea la verdad, crear tramas a escondidas, corrupciones, con ganas de engañar para lograr algo perjudicial para el otro. Hay un dicho “Hecha la ley, hecha la trampa”.

No es lo mismo cumplir la ley que tener moral (o ética). Muchas personas las consideran lo mismo, con lo que cumpliendo las leyes se sienten con derecho a decir que hacen las cosas bien. Pero veamos las definiciones en diccionario de la real academia de la lengua española (dle.rae.es) de las dos cosas (no hace falta más que ver los significados, es muy sencillo):


Ley:

  1. f. Regla fija a la que está sometido un fenómeno de la naturaleza.
  2. f. Cada una de las relaciones existentes entre los diversos elementos que intervienen en un fenómeno.
  3. f. Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados.
  4. f. En el régimen constitucional, disposición votada por las Cortes y sancionada por el jefe del Estado.
  5. f. Religión, culto a la divinidad. La ley de los mahometanos.
  6. f. Lealtad, fidelidad, amor. Le tengo ley.
  7. f. Calidad, peso o medida que tienen los géneros, según las leyes.
  8. f. Cantidad de oro o plata finos en las ligas de barras, alhajas o monedas de oro o plata, que fijan las leyes para estas últimas.
  9. f. Cantidad de metal contenida en una mena.
  10. f. Estatuto o condición establecida para un acto particular. Leyes de una justa, de un certamen, del juego.
  11. f. legislación (‖ conjunto de leyes). El Gobierno debe actuar conforme a la ley.
  12. f. Cada una de las disposiciones comprendidas, como última división, en los títulos y libros de los códigos antiguos, equivalentes a los artículos de los actuales.

Moral:

  • 1. adj. Perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva.
  • 2. adj. Conforme con las normas que una persona tiene del bien y del mal. No me parece moral.
  • 3. adj. Basado en el entendimiento o la conciencia, y no en los sentidos. Prueba, certidumbre moral.
  • 4. adj. Que concierne al fuero interno o al respeto humano, y no al orden jurídico. Aunque el pago no era exigible, tenía obligación moral de hacerlo.
  • 5. f. Doctrina del obrar humano que pretende regular el comportamiento individual y colectivo en relación con el bien y el mal y los deberes que implican.
  • 6. f. Conjunto de facultades del espíritu, por contraposición a físico.
  • 7. f. Estado de ánimo, individual o colectivo. Tengo la moral por los suelos.
  • 8. f. Ánimo para afrontar algo. Se necesita tener moral para aguantar tantas penalidades.
  • 9. f. coloq. En actividades que implican confrontación o esfuerzo intenso, confianza en el éxito.

Las leyes, en general, son un conjunto de normas que se establecen para algo con la consecuencia de algún tipo de represalia o sanción al incumplirlas. Las hacen las personas elegidas por el pueblo en los sistemas democráticos o por los deseos de una persona o grupo en las dictaduras.


La moral atañe en su concepto al bien o mal que se causa. Con mucha simpleza diríamos que bien es lo que beneficia al individuo y la colectividad en el amplio concepto de la naturaleza pura (sin intervención humana). Mal el opuesto.
Algo puede ser legal y estar mal moralmente, dependiendo de cada persona, creencias, etc. Ejemplo: A mí no me gusta que maten lobos y hay leyes que lo permiten, para mí carentes de moralidad. Seguro que a tí alguna ley no te gusta y según tu moral la cambiarías.


También ocurre al contrario, hay comportamientos morales que son ilegales. Todo lo que hace un bien a alguien, como es por ejemplo: la labor de barcos humanitarios que recogen refugiados e inmigrantes y hay sanciones y pegas porque hay países que dicen son incumplimientos de su ley. Dejarles ahogarse en el mar es legal pero no es moral en absoluto.
Habría mucho que hablar sobre los derechos humanos, la propiedad intelectual, la propiedad privada, la corrupción, los vacíos legales, la lógica moral en el ser humano.
Las conductas humanas causantes del cambio climático han sido, por sus consecuencias, muy poco morales. El planeta entiende de moralidad y no de leyes humanas. Así va por saltarnos lo más importante que es usar la cabeza para pensar en los demás, para cuidar la naturaleza y vivir de acuerdo con la austeridad que esto requiere: menor consumo de plásticos, usar los aparatos hasta que se estropean, procurar no ir en avión si hay otro medio de transporte porque es el que más carburante gasta con mucha diferencia, y más actividades que hagan sostenible nuestra existencia como especie sin ser lesivos para nuestro hogar, este planeta que es tan bello y de vez en cuando nos dice que manda el (terremotos, volcanes, huracanes, riadas, sequías, cambios de temperatura…)


Ejemplos de inmoralidad que no protege la ley:

  1. Las medidas migratorias de los países occidentales https://www.facebook.com/1744564602422397/posts/2373685886176929/
  2. Tener una idea original para mejorar algo. Más vale que la patentes, registres o hagas lo que diga la ley humana para asociarla a ti. Si no pones tus medios para lograrlo y, para mejorarla creas un equipo, compartes la responsabilidad porque confías en que es más enriquecedor que ser alguien individual (casi siempre lo es), a la primera de cambio es posible que veas que te excluyen de ese equipo y se adueñan de tu idea y medios, tu prestigio te es arrebatado. Y no pasa nada porque si no tenías la propiedad intelectual, ese registro legal, es una falta a la moral que no es ley ni reclamable ni solucionable. Un ejemplo: Hace 10 años creé una página en la red Facebook, poco tiempo después nombré dos personas cómo administradores por si yo no entraba alguna temporada. Hay circunstancias personales que me hacen ausentarme a veces. Una de esas personas en una de estas épocas se quedó la administración única y, aunque le pedí que me devolviera mi puesto al darme cuenta, me lo negó. Escribí a Facebook de España y de EEUU pero no me han hecho caso ninguno. Mi creación me ha sido sustraída legalmente pero inmoralmente, pues esa red social por lo que se ve guarda muchos datos como todas, pero no conoce lo que es la propiedad intelectual de quien abre una página.
  3. Se invita a la casa a una persona de supuesta confianza y roba al anfitrión. Pero no entró por la fuerza, oh, y es una palabra contra la otra según la policía, no hay caso.

Podría seguir folios y folios. La conclusión es que confiar la mayoría de veces sale muy bien y unas pocas mal. Mejor siempre que se pueda todo plasmado en documentos que sean legales.

Hay “triunfadores de verdad” que benefician a toda la comunidad, brillantes que destacan por su valía y “ganadores de medio pelo” que, porque son torpes y mediocres, lo hacen pisoteando de una forma inmoral a quienes están a su alrededor y que a veces son los verdaderos artífices del triunfo.


La psicología describe en referencia a la autoestima que depende de nuestro interior, sin nada de fuera que influya si es buena de verdad. Pero encontraremos a muchas personas que aplastan a quienes tienen alrededor porque así, por comparación, ven la suya más alta aunque sea igual que era.


Hace un par de días un taxista me decía: «En el mundo hay muchos demonios y cerdos. Si dejamos fuera eso cuando volvemos a casa y tenemos nuestro círculo con nuestra familia y nuestros animales, no nos afectará y podemos estar alegres, bien.»
Mucha sabiduría en esas palabras, es cierto que hay muchas personas sin sentimientos o con pocos, que él llamaba demonios y yo psicópatas.


Este artículo sobre “los ganadores de medio pelo” me gusta:
Si quieres ser grande, no pises a los demás, crece tú. https://lamenteesmaravillosa.com/quieres-grande-no-pises-los-demas/