QUERIDOS ELFOS

Ya conocéis mi gusto por compartir lo que encuentro en otros blogs y me sorprende. Esta historia infantil llena de fantasía o verdad ¿quién sabe? me parece tan tierna, tan bien narrada, tan especial que he de mostrárosla.

De NEBULOVERSO para vosotros:

https://wp.me/pc97ox-iF

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Nueva experiencia: VIVIR MAS NATURAL

Tengo que reconocer que es la primera vez que estoy en un camping. Afortunadamente paso de los 50 años y aún tengo mucho por descubrir.

No me han faltado propuestas para hacerlo. Pero la calidad de la cama para mí es muy importante y siempre me lo habían dicho para hacerlo en una tienda. Por eso me había negado, porque sé lo que precisa mi espalda.

En cambio la caravana tiene una cama de primera. Tanto que el reloj deportivo que llevo registra lo nunca visto, que duermo más tiempo en sueño profundo que en superficial. En casa es al revés, por el ruido de la ciudad, supongo.

Las experiencias nuevas siempre me cuestan darle vueltas a la cabeza y no estaba muy animada al principio. Pero la compañía era mi amor que siempre me dice: «Está controlado, tu confías en mí y si no te gusta se cancela». Me da mucha tranquilidad.

Al lado de la playa el sonido del mar día y noche es relajante, agradable, se te mete por los poros de la piel y te hace volar como las gaviotas. Mirar su color cambiante y la espuma de las olas es algo en lo que poder detenerte todo el tiempo del mundo. Despertar, mirar por la ventana y sin ni haberte levantado contemplar su grandeza. Para una mujer nacida tierra adentro, que lo vio por primera vez con 11 años, resulta una invitación a contemplar esa brava a veces y otras dulce naturaleza.

Llevo 3 meses así. La pandemia de COVID-19 no está ni estaba para plantearse otras aventuras y ha hecho que el camping esté menos ocupado, para mi en particular una ventaja. Tanto es así que me resisto a regresar a la ciudad ahora que la DANA nos hizo bajar de la duna a otro lugar con árboles, más resguardado y con el mar igual, aquí al lado.

Los perros han tenido su cambio también, siempre en la calle. La perra, con 8 años, ha aprendido a recoger la pelota que le tiramos, a nadar por primera vez entre olas buscándola y bucear. ¡Si pudiera hablar esta loquita que llora cuando oye a una lorita de otra parcela, anhelando verla toda enamorada del pájaro!. Tiene sus agapornis y prefiere lo imposible, así es ella. El perro es diferente, se tumba, sólo se moja las patitas en el agua, sale a saludar a las personas que pasan por la calle, mucho más tranquilo. Deseoso, de vez en cuando, de subir a la caravana a echar una siesta, en casa resguardado.

Hemos hecho actividades, como compartir con familiares y amigos. Una escapada para, por primera vez, probar lo que es bucear con botella. Siempre me había preguntado cual sería la sensación de respirar así, aire de un aparato en lugar del normal. Es genial, cuando inhalas sin ningún esfuerzo y exalas ese montón enorme de burbujas.

¡Lo que es la adrenalina!. Al ir en la barca neumática al lugar de buceo iba muerta de miedo por la velocidad, lo mismo al echarme al agua antes de ponerme la botella. Pero la adrenalina se acaba y ahí empieza lo bueno: Bajar tranquila sujeta por el monitor, ver el fondo que está a 8 metros, tocar ese verdor, ver peces de todos los colores y tamaños. El tiempo se detiene, no hay nada más que ese lugar y momento. Esto me hace pensar en la atención consciente del mindfutness sobre la que estoy leyendo.

Se oye el movimiento de las hojas de los árboles y el mar. Siempre el mar, la mar, como diría el poeta. Apenas alguna voz lejana. Se respira tanta paz que una se siente tentada de no volver a la realidad, de quedarse para siempre en este oasis de juegos en la tablet, lecturas, televisión a la carta gracias a la tecnología, meditación, mirarse por dentro sin hacer nada, fumar un cigarrillo con una cerveza 0,0… Esperar su vuelta con las anécdotas del trabajo.

Aún en esta situación de vivir sin trabajar, porque la vida lo dispuso así, el lunes recomienza la vida urbana con las clases de música, el deporte, las citas médicas y veterinarias, el relleno habitual del que he estado exenta tres meses. Esto es como perderse en un lugar paradisíaco… sin ni salir de la provincia, cerca, muy cerca.

Saben vivir estos pocos extranjeros o españoles que están aquí ni se sabe por cuanto tiempo. He tenido el verano más bello de mi vida entera.


Y pasó un tiempo desde lo escrito hasta aquí.

Es otoño, 27 de octubre. Me afecta el cambio al horario de invierno, la disminución de horas de luz diurna. El estado de ánimo se baja y hemos decidido pasar la semana en este lugar porque me sienta genial.

Hoy acabo de dar un paseo, dentro de la soledad de las mañanas. Fumaba un cigarrillo frente al mar. No hay gente casi, sólo privilegiados, la mayoría alemanes.

Mi alma dice para sí en ese momento:

«El mar me habla, me dice que el puede con ese virus.

Los gorriones revoloteando me hablan, me dicen que son la naturaleza que sigue viva.

La soledad me habla, me dice que puedo hacer o dejar de hacer mis actividades porque no pasa nada.

Mi caravana me habla, me da la seguridad de no necesitar reunirme con la gente.

Mi mente me habla, me dice que vivir así, sencillamente, sin necesitar transgredir las normas de contención de la pandemia, cómoda en cualquier restricción, es estar más equilibrada de lo que creo. No necesito bares, fiestas, cercanías, peligros.

Mi corazón me habla, me dice que esperar su vuelta del trabajo es, en esta paz, la alegría de ser como mis perros, cariñosa, loquita, sencilla, saltarina y expresiva.

No necesito nada más.»

CUMBRE DE CALIDAD HUMANA, AÑO 2020

Poco sospechaba el día 1 de diciembre de 2019 que la Cumbre de Calidad Humana iba a ser tan pronto y como está siendo.

https://eluniversodemanuela.home.blog/2019/12/01/emergencia-climatica-y-de-calidad-humana-3/

En estos momentos están confinados en sus casas, saliendo solamente a lo preciso, 4.000 de los 7.600 millones de personas que hay en el planeta Tierra.

El planeta se limpia y renueva de contaminaciones varias mucho más de lo esperado en la Cumbre del Clima del año pasado, que concluyó pocas cosas, como suele pasar.

Nada más y nada menos que 4.000 millones de asistentes a la cumbre de calidad humana. La duración no se sabe, pues ni empezó a la vez en todos los países ni acabará al mismo tiempo. Las peculiaridades son que abarca a personas de todas las edades y no es necesario tener conexiones a internet todos los participantes, no podremos hacer conclusiones comunes y también hay muchas desigualdades entre unos y otros.

Metidos en nuestras casas hemos descubierto cuáles son las profesiones más importantes en realidad. No las voy a nombrar exaustivamente porque me dejaría alguna. Y me gusta pertenecer a una de ellas aunque mi incapacidad permanente no me permita actuar más que haciendo educación sanitaria, que hace mucha falta.

Cada caso es un mundo, desde grandes millonarios disfrutando de sus mansiones y jardines a familias muy numerosas metidas en pisos de menos de 50 metros. Gente casera que no lo pasamos tan mal y gente muy salidora a la que parece caérseles la casa encima.

En España sabemos cuando son las 20h sin reloj, por los aplausos desde las ventanas y balcones a los sanitarios y todos los otros profesionales que atienden los mínimos para que tengamos un orden: los medios de comunicación, agua, electricidad, teléfonos y redes sociales, comida, calles limpias, etc.

Voy a fijarme en el personal de limpieza, importantísimo y muy mal pagado ¿Porqué si es tan importante? La labor de las fuerzas de orden público y el ejército, criticados por los mismos que ahora quieren tener su ayuda. Los trabajadores que hacen posible montar hospitales improvisados, las industrias que han cambiado su producción para hacer materiales necesarios. Y es que habíamos descentralizado tantas cosas por conseguir la mano de obra más barata de otros países… por usureros.

El personal sanitario ha trabajado sin la mínima protección exigible, en un sálvese quien pueda de los países del mundo a la compra de lo que no fabrican sus industrias. Así hemos visto como enferman e incluso mueren y esa atención de primera línea de contagio no se hace por dinero, se hace por vocación de servicio y cuidado a los demás. Esa es nuestra sanidad pública, diezmada por recortes y privatizaciones, dando la cara después de que aprovechados y tacaños le pusieran sus zancadillas.

Acabo de oír en la televisión que la Organización Mundial de la Salud, esa que en su mayor parte está financiada por USA, Bill Gates y las multinacionales farmacéuticas, está muy preocupada por la extensión del SARScov-2 en África, el continente siempre olvidado.

¿Cómo vamos a salir de esto que yo llamo, para añadirle algo positivo, Cumbre de Calidad Humana? Con un mundo más empobrecido seguro, con la población disminuida seguro, con desigualdades aún más grandes que las de antes seguro.

Hemos mejorado, paradójicamente, el contacto con nuestros allegados. Nos interesa saber cómo se encuentran, como están viviendo el confinamiento y muchas veces con ganas de dar atenciones a quienes no podemos porque no les tenemos al lado.

Nos hemos preocupado por los ancianos y hemos descubierto la realidad de que muchas residencias de mayores privadas eran desastrosas, cuando en realidad ya lo sabíamos antes pero mirábamos a otro lado. Se nos han caído las caretas hipócritas. También residencias modélicas y la entrega de sus trabajadores, una alegría.

Hemos visto que al proponer el gobierno una renta mínima básica los representantes del empresariado han puesto el grito en el cielo. Que se mueran de hambre los damnificados de esta crisis parece entenderse a simple vista.

Un gobierno que trabaja al máximo, sea laborable o festivo, poniendo todo de su parte para gestionar algo que en ningún lugar del mundo se ha previsto, en vez de verse apoyado por todos los partidos políticos y los ciudadanos, se ve vapuleado.

Llevan sólo meses gobernando y ni les ha dado tiempo a aprobar unos presupuestos generales del estado. Tienen los mismos 3 años ya y no están hechos por ellos sino por la oposición. No me gusta ese nombre de «oposición» cuando la calidad como personas sería ir todos a una en la emergencia, para tener el menor número de enfermos y pobres cuando amaine este temporal.

Y ese grupo económico llamado Unión Europea tampoco se pone a hacer lo de ir todos a una. A mí el dinero empieza a parecerme algo que la gente valora más que la salud o la vida, increíble.

Nuestras minisociedades de familiares, amigos, vecinos, conocidos, han mejorado en general. Siempre hay casos y casos, la violencia de género ha aumentado por desgracia. Yo siento que mi gente valora mas los afectos, es más cariñosa aunque no podamos tocarnos ahora.

Pero la sociedad grande, en el lugar de Occidente que nos ha tocado vivir, es una decepción. La sociedad de consumo se ha roto y es la que sostiene esta irrealidad, esta nebulosa del crecimiento permanente para sobrevivir. Vamos a continuar en el mismo sistema capitalista, el egoísmo de que mejor pierda el otro aunque le cueste la vida. Si no murió en unas manos no hay culpa.

Esta cumbre de la que sacar más calidad por dentro como personas la ha empezado la naturaleza, siempre que no busquemos teorías conspiranoicas. La naturaleza nos habla y es brusca, como una leona cazando o un volcán en erupción. Por eso la vemos injusta cuando se nos lleva a un ser querido a otra dimensión, aunque esa naturaleza ha hecho que podamos pensar, dialogar, ser altruistas, cuidadores, amadores y amados.

Tenemos libre albedrío a costa de haber perdido instintos, esos instintos que hacen que un animal no dé su comida a otro mientras una persona sí puede hacerlo y lo hace muchas veces. Si sirve para criticar en vez de hacer posibles soluciones, quitar dinero a un pobre y dárselo a un banco o a una gran empresa, insultar a los que dirigen lo mejor que se puede una hecatombe de dimensiones desconocidas aún… no hemos aprendido nada de esa libertad de hacer lo que queramos.

Muchos no aprenderán. Esos que han desoído las normas para irse igual de vacaciones, esos que quieren en medio de esto quitar un gobierno, no aprenderán. Ni los que no hacen honor a la Unión Europea porque toman decisiones que desunen.

Tampoco los que sólo miran qué sucede en el propio país sin acordarse de otros lugares donde todo será mucho peor. Está claro que nos enteramos más de lo que más cerca está y que por ejemplo mis pensamientos, metida en casa, que son de España, no diferirán mucho de los de personas poco conflictivas de otros lugares de este planeta.

Tenemos una oportunidad, otra más, de cuidar al planeta y de cuidarnos entre nosotros, pero nosotros todos, sin distinción más allá de lo bueno y lo malo. No me valen cortapisas de diferente cultura, religión, estudios, nivel social, cantidad de dinero en el bolsillo, idioma, sexo, roles, profesiones, leyes absurdas ¡ya no!

Lo bueno y lo malo es algo que está en el subconsciente colectivo común a todos y cuando nos desnudamos de lo de fuera, cuando llegamos a nuestro fondo más interno, a partir de una corta edad se distinguen perfectamente.

Cada cual, de esta Cumbre improvisada de calidad humana, sin preparación previa, sin unas conclusiones comunes que consensuar al final, cuando salga del confinamiento revelará su conciencia.

Si pones un grano de arena puede haber una playa con muchos mas. Según haya más personas que lo pongan o más que lo quiten, algo sucederá, y esperar a ver que hace el de al lado no sirve, porque hay que pensar y sentir uno mismo la bondad y obrarla. Las palabras bonitas sin hechos no son nada. Dejarse llevar por corrientes engañosas conduce al enfado y la crispación inútiles.

Que tengáis paz, techo, alimentos, salud, momentos para buscar la bondad en vuestro interior, sin miedo, con futuro. Cada uno de nosotros somos la humanidad.

UNA VOZ ÚNICA: TONES AND I

A estas alturas sorprenderse por oir cantar en la radio a alguien que no conoces es casi imposible. Yendo en el coche había oído una voz especial pero no me muevo en círculos juveniles, no pude saber quién era. Hoy he vuelto a oír la canción y la magia de esa voz. Al terminar por fortuna han dicho su nombre. Tiene únicamente un EP (Ni siquiera un LP o long play), un disco sólo de 6 canciones. Es cantautora.

Una chica que ha estudiado música desde la infancia y un día consiguió permiso para cantar en la calle en Melbourne, de su Australia natal. Aún se captan artistas así, aunque creemos que sin enchufe, sin padrinos, una chica de 19 años con unos cuantos kilogramos de más, pasaría desapercibida. Pero su futuro mánager pasó y vió el filón de oro. Lo mismo que me ha ocurrido a mí, oyendo la radio, le debe haber pasado a muchísima gente. Es la estrella del momento en el mundo, tanto anglosajón como latino. Por donde pasa arrasa.

Debería haber más cazatalentos por la calle y por los blogs de esta red, por donde se mueve la creatividad de verdad. Estamos hartos de la fórmula matemática del éxito, queremos originalidad.

Porque sino Tones and I, tal vez hoy, aún estaría cantando para recoger unas monedas en su ciudad y así toda su vida, sin que la descubriéramos.

Sé que para gustos colores. A mí me parece una maravilla y, por supuesto, da la talla en directo en sus conciertos que por eso fue descubierta en la calle.

Sí, en el videoclip ella está caracterizada de abuelo je je.

ESTRENAMOS MAS ENLACES DE VENTA

Solamente deciros que el libro ya se vende, además de en la librería de la Editorial Universo de Letras como hasta ahora, en Casa del Libro, Amazon, El Corte Inglés, Apagea y librerías asociadas a Todos tus libros.

Los enlaces los tienes en la página propia del libro en este blog

https://eluniversodemanuela.home.blog/libro-pasas-como-el-azar/

De momento no está en ebook pero pronto lo estará.

Y la Presentación la estamos ultimando para el día 30 de noviembre en la zona de Valencia (España). Todo está explicado en la página del libro. Vamos contra reloj, lo habitual.

Soy de el Bierzo en León y es posible que viaje hasta allí para hacer otra Presentación en mi pueblo, mis bercianos insisten en ello.