MI MURALLA

Lo tenía claro hace 7 años y tengo que volver a tenerlo claro, que me despisté un poco.

Sólo esta es la frontera que hace falta en mi mundo. Me reafirmo. Hoy soy yo quién en lugar de recibir puertas cerradas injustas, me cabreo y CIERRO LA MURALLA a quienes no me merecen. Los demás pasen y acomódense.

Se trata de autoestima, de dignidad.

Dije hace 7 años:
Mis manos estan en la muralla contra el veneno. No a la gente toxica NO NO NO NO. Selectiva mi muralla, se abre solo a la paz.

Anuncio publicitario

ELLA ESTABA

Ella estaba allí, con su nuevo pijama. Tirada en el sofá, de cualquier postura, sin interés por lo que solía gustarle. Aquellas series de ficción de la televisión por cable no podía seguirlas. Se perdía con los personajes, con la historia, imposibilitada de enlazar unas escenas con otras.

Cerraba los ojos, esos que tanto llevan llorado en toda una vida. Cansancio, un vacío gris dentro del pecho, dolores musculares. Las lágrimas no aparecían, como presas de una anestesia emocional que las negaba. Ella que ama sin medida, que se entrega, que no se preocupa de esconderse tras máscaras, se cae.

Una pasión desbordada en otros momentos, llacía apagada y hueca, molesta con su cuerpo y lejana de su mente. Echaba de menos su propio ser, su escasa vitalidad habitual.

Sin saber a donde mirar ¿para qué hacerlo?. Ella no era ese ser sin ansias ni futuro, atrapada en el presente doloroso, nervioso. No era una costumbre ni un nuevo sueño. Las caricias aliviaban su caída y le quedaba un lejano vestigio de deseo ahogado.

Ella se quedó así, hasta que se incorporó para acostarse sólo porque era la hora, la inercia. No sabía si al día siguiente se levantaría o se dejaría llevar por la inmovilidad, por unas horas de soledad en que no hacer nada.

Ella no recordaba sobrevivir, pero desayunó y después escribió un WhatsApp diciendo: «Estoy bien» aunque era mentira.

SI LE AMAS QUIERES VERLE FELIZ

Sacado del artículo:

«No se trata únicamente de amar a tu pareja. Puedes querer con toda tu alma y corazón a tus amigos, a tus familiares, y a cualquier persona que signifique algo en tu vida y te haga mejor.
El hecho de ser capaz de hacer feliz a los demás te puede completar, y es una ventaja más para ti, para que seas mejor y vivas la vida con total plenitud, y todo ello por el simple hecho de amar a los demás.»

Mi forma de entender el amor:
Hazle feliz, pero a veces no eres quién puede hacerle feliz o quién más puede hacerle feliz. Entonces toca demostrar el amor ocupando el lugar que la vida te ha dado, estar en la medida que se te necesita, dejar fluir y acompañar, dejar que a quién amas encuentre la felicidad donde la tenga y congratularte con ello. El amor del bueno quiere ver feliz al ser amado, sea pareja, expareja, amigo, persona admirada, hijo, padre, hermano, otro familiar, cualquiera a quién se le ame (se le quiera, que se entiende mejor en todas las formas del amor).

Incluso si la felicidad del ser amado es no estar presente en su vida, recuerdo aquella bella película de 1979 «La calle del adiós» en la que más o menos la frase de Harrison Ford era «Porque te quiero te dejo ir» ya que para hacer felices a los seres queridos la postura amorosa verdadera no es empecinarse ni celarse, no es poner impedimentos ni enfadarse. Es dar cariño, amor, a cambio de nada, apoyar, propiciar su felicidad lo más posible.

Es eso lo que hace digno y grande al amor. Es eso lo que demuestra que amas.

Si amas a alguien solo quieres verle feliz

REGRESO AMOR

Vuelvo de mi descanso en redes. A veces en vez de ayudar dañan nuestra estabilidad y es bueno apartarse antes de ser devorada. Entonces se les dice: ¡Basta!
Necesitaba paz e introspección. Soy una persona compleja en mi interior, que necesita reordenarse de vez en cuando.

Regreso fuerte y con las prioridades muy claras y ordenadas. Con la intención de aceptar sólo la positividad.

El mundo no está ahí afuera, ese es un espejismo, lo llevamos dentro de nosotros entero y esa es la verdad. De nosotros es de donde sale el único mundo verdaderamente real que nos rodea.