Hasta hace 3 semanas creía que estas noticias de abandonos eran de mascotas, ancianos, familias disfuncionales marginales, enfermos mentales graves, demencias, cosas así.
He descubierto en mi propio matrimonio que una persona también abandona a su pareja por diagnósticos médicos de buen pronóstico, como lo es mi Encefalomielitis Miálgica Atípica benigna. No requiere cuidados, sólo una mínima supervisión y permitir descansar a la persona, sin otros cambios del comportamiento ni del estilo de vida. El abandono lo hacen personas bien cualificadas, profesionalmente sanitarias de grado universitario medio.
Legalmente se puede hacer. Moralmente, si se tienen principios éticos mínimamente normales, es una crueldad extrema.
En el siglo XXI ni la gente de más de 50 años aparentemente buena es de fiar. Te incumplen la palabra dada.
En cambio otros nos enfrentamos, estando nosotros enfermos, a situaciones de nuestro perro graves, como un cáncer incurable al que sólo se puede dar quimioterapia paliativa, y ahí se está para todo.
Las personas decentes y de confianza no abandonamos a nadie, pase lo que pase ahí estamos hasta en lo peor. Hubiéramos estado si no nos hubieran estampado en la cara un divorcio por cobardía.
Y una cohorte de individuos convencidos con mentiras como que eres vaga, que quieres criados, dan apoyo a quién abandona para agravar la herida. Son patadas al pobre perro y abrazos al que lo dejó tirado.
¡Un aplauso a esa gente que va a arreglar el mundo así, dándole tortazos a quién tiene al lado y pensando en el terremoto lejano de Turquía, porque son muy buenas personas!!
Yo distingo muy bien entre qué es calificar e qué es insultar. La RAE en sus primeras acepciones de ambas palabras lo deja bastante claro.
CALIFICAR dice que es: «Apreciar o determinar las cualidades o circunstancias de alguien o de algo.»
INSULTAR dice que es: «Ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones.»
La diferencia es que calificar se ajusta a la verdad e insultar no, porque se hace para molestar y qué mejor que exagerar peyorativamente.
Las personas tenemos unas conductas a lo largo de nuestra vida, a veces buenas y a veces no tanto, por ideologías o cualquier otra influencia. Todos creemos que lo hacemos todo bien o somos unos psicópatas, porque hacer cosas sabiendo que son malas, a mí al menos, me cuesta asimilarlo.
Hoy en día tenemos las redes socialesy podemos, si es nuestra forma de aminorar los daños recibidos, expresarnos en ellas. Siempre será adecuado utilizar calificativos (ajustarnos a la verdad) y no insultos (falsedades para molestar).
Hay personas llenas de secretos y otras que no tenemos ninguno. Es muy saludable airear lo que nos daña y así nos lo dicen los psicólogos. Tragarse las cosas en silencio destroza por dentro. Recuerdo aquella psicóloga que en un terrible momento de mi vida me dijo: «Cuentalo, díselo a todo el mundo, las veces que necesites hasta que deje de doler». Así lo hice y un día dejó de doler, sí. Ahora me encuentro en otro terrible momento de mi vida y he escrito mucho en redes, he contado mucho por teléfono, en persona y lo haré hasta que deje de doler.
Mi reflexión la traigo porque en todo momento CALIFICO y en ningún momento insulto. Yo cuento lo que sucede tal cual es de verdad. Otra cosa es que se califique un hecho no ajustado a la ética, al comportamiento moral que se considera el correcto en ese aspecto.
Pero muchas personas ven los calificativos como insultos. Bueno sería que repasasen si sus hechos son inaceptables para ellas mismas si ven insultos donde sólo hay verdad.
Ejemplo: Si alguien te promete que te dará algo y nunca lo hace, decir que no tiene palabra o que ha mentido es ajustado a los hechos y un calificativo justo. Ya si lo ve un insulto indica que no tiene moral para ver que no es correcto mentir y faltar a la palabra dada, por tanto se ha de aceptar su actitud déspota como normal y ni nombrarla.
El diálogo privado o público consiste en buscar el consenso basado en la aceptación de los calificativos y, por tanto, no sentirse ni molestado ni insultado por que se sepa un comportamiento que ve normal.
¿Porqué ofende que se cuente la verdad si uno cree que se ha comportado bien? ¿O es porque sabe que su comportamiento, calificado con la verdad, es inmoral?
Para que no se sepa lo que uno hace mal lo mejor es no hacerlo o sino recibir de buen grado que todos sepan como uno se ha comportado de mal.
No somos santos ni demonios, tenemos de ambos. No queramos aparentar lo que no somos.
«Es de bien nacidos ser agradecidos». Esto dice el refrán. Es muy placentero hacer a los demás sentirse bien para estar rodeados de personas más felices. Es una parte importante de la educación. Se dice que lo primero a aprender en cualquier idioma son cuatro cosas: Hola, por favor, lo siento y gracias.
Hola: No negar el saludo a nadie, el decir sé que estás ahí y te veo. Me gusta.
Por favor: Aún en el caso de cosas que otro tenga obligación de hacer se expresa dulzura, se anticipa el agradecimiento y se facilita que el otro tenga satisfacción al hacerlo.
Lo siento: Reconocer errores, y es universal cometerlos, quita la prepotencia, indica la voluntad de corrección, la humildad interpersonal que es pedir disculpas e, implícito, estar dispuesto a perdonar.
Gracias: También incluso en los casos que fuera obligación, como pasaba en el por favor, expresar que necesitamos a los demás, valoramos lo que hacen por nosotros, devolvemos reconocimiento y nos predisponemos a hacer algo a cambio, no a ser orgullosos.
Las personas ingratas no reconocen ni valoran lo que los demás hacen por ellas. Esas personas no solo no agradecen la ayuda recibida, sino que luego vuelven a pedir otro favor. Y así una y otra vez. Hasta quese convierte en la norma y obligación. Y el día que decidimos parar, porque nos están utilizando, nos echan en cara nuestra poca empatía, haciéndonos sentir culpables por no volver a ayudarles.
La gratitud es un sentimiento, una emoción, que experimentamos cuando somos objeto de acciones beneficiosas por parte de los demás. Pero también tiene un componente cognitivo, debemos ser capaces de apreciar. Apreciar el gesto que han tenido para con nosotros, apreciar sus efectos positivos y apreciar el esfuerzo o la intención del otro.
La apreciación es una habilidad que las personas ingratas no han desarrollado. Estas personas generan a menudo cierto sentimiento de culpabilidad. Nos preguntamos aquello de ¿pero por qué habré sido tan ingenuo como para haber hecho esto por esta persona? Pero no tenemos culpa, el problema está en ellos. La ingratitud tiene una serie de orígenes psicológicos muy concretos.
Los padres y madres cuando nos educan de pequeños suelen decirnos: “no hay nada peor en la vida que ser desagradecido”.
Al mismo tiempo intentan darnos todo lo que pueden, allanandonos el camino, suplir las carencias afectivas que podamos tener, siempre a cambio de nada. Se da por hecho que a los hijos hay que entregarles la vida entera se comporten como se comporten o no se es buen padre. Sin embargohay que enseñarles a ganarselos privilegios, a que han de gratificar cada día lo que se les cuida, a participar en responsabilidades domésticas, adar también ellos y no sólo recibir. No es dureza, es preparar adultos para el futuro y no niños grandes.
No es infrecuente que progenitores nos digan que malcriaron, consintieron y tuvieron a regalo a sus hijos. Pero muchos padres desconocen el Síndrome del Emperador, que aparte de factores genéticos y ambientales (la herencia, el medio), es típico de padres quepueden dedicar poco tiempoa sus hijos y lo compensan dándoles todos los caprichos.
El síndrome del Emperador infantil se arrastra muchas veces a la vida adulta y como resultado, perdurará esa visión egocéntrica del mundo, asumir que los demás están obligados a satisfacer sus necesidades y deseos. Esa forma de comprender el mundo les impedirá experimentar la gratitud.
La gente desagradecida tiene poca empatía con los demás suelen también ser envidiosos y les cuesta expresar lo que verdaderamente les pasa. Hay posibilidad de revertir este tipo de comportamiento, es difícil, han de reconocer el problema y a veces se precisa terapia. En realidad, estas personas presentan múltiples carencias (emocionales y las referentes a las habilidades sociales) que pueden ser tratadas. No obstante, lo primero es conocer el origen de estas dinámicas:
Pensemos, por ejemplo, que diversas condiciones psicológicas como una depresión o un trastorno de ansiedad, puede hacer que no seamos tan sensibles o receptivos a los actos que los demás hacen por nosotros. No las vemos y no las apreciamos porque no estamos bien, en ese momento puntual de nuestras vidas.
Por otro lado, la ingratitud rasgo hace referencia a un comportamiento estable en el tiempo.
Si empiezas a notar estas conductas en personas que conoces y con las que tienes algún tipo de relación, inicia por separarte de estos individuos dañinos, tóxicos.
Sea porque seas familiar u/o amigo, estas personas están a la espera de tu ayuda. No son agradecidos, básicamente porque sienten que son merecedores de tu ayuda, ya se han ganado tu asistencia, creen que tu ayuda es lo mínimo que puedes darles de regreso.
Ahora, alerta, si una persona de estas en algún momento agradece, lo hará con fin de recriminarte su acción cada vez que estés con ella. Con este sentimiento y estas conductas, podrá hacerte sentir culpable en situaciones específicas.
Está probado que un individuo ingrato y desagradecido se volverá en contra de quien le sirvió y le ayudó. Necesariamente no tiene que violentarte de modo directo, simplemente hablará detrás de tu espalda, dirá que tú no ayudas, que él ha hecho todo el trabajo. Dice todo sin importar lo que tú has hecho por él.
Para ganar reconocimiento y generar lástima, dirá que tú eres el ser más horrible que existe sobre el Universo, tratará de conseguir simpatía de todos aquellos individuos que no pueden ayudar.
Como todo tiene consecuencias, este tipo de personas pueden padecer de ansiedad generalizada, baja autoestima, soledad, tendencia al estrés, y, definitivamente, malas relaciones con los demás.
Cuando buscas información sobre las parejas que se casan teniendo hijos de matrimonios anteriores, encuentras mucho material sobre niños y convivencia. Muchos temas sobre custodia, sobre influencias de los padres biológicos que interfieren en la relación de los niños con el padrastro o la madrastra. Todo infantil.
Una figura esencialmente altruista, que da cariño y cuidados a hijos que no son suyos y además sin ninguna obligación. Las madrastras y padrastros, gente que arriesga mucho al entrar en las llamadas «familias ensambladas»,son la máxima expresión de amor a sus parejas.
Flaco favor han hecho los cuentos y las historias de diferencias entre hijastros e hijos en el matrimonio. Sin embargo yo lo que he visto es que consentían mása los hijastros que a los hijos propios, justo para evitar que pareciera lo contrario. Ni podéis imaginar la cantidad de madrastras angustiadasy con ganas de hacer las cosas bien que hay y llenas de problemas para conseguirlo.
No vas a encontrar casi nada de hijastros adolescentes y prácticamente nada de hijastros adultos. Adultos que convivan o no, el tema queda sin hablar, como si no se generara ningún problema, como un tabú. Pues ahondando también en familias ensambladas con hijos adultos la frase inicial se da y por eso vamos a sacar información de lo que los demás no se ocupan.
Y vamos a repetirlo así, especificando todo:
«Los hijos anteriores a la relación (niños, adolescentes o adultos) son de las causas más comunes de problemas entre la pareja»
El éxito en un matrimonio con familias compuestas es posible cuando nos educamos acerca de las segundas familias, y desarrollamos habilidad en la relación para resolver conflictos entre los individuos de la misma.
Problemas en la relación con un matrimonio en edad avanzada y celos con hijastros:
• Las parejas que se casan en edades avanzadas a veces tienen que negociar el tiempo con sus hijos de relaciones anteriores, y la comunicación y la aceptación pueden ser un reto.
Establecer límites:
• Las relaciones tienen que ser alimentadas. El tiempo y la atención son necesarios para mantener el enlace vivo.
Sé honesto financieramente:
• Cuando te cases en edad avanzada, es probable que tengas un cierto grado de independencia financiera.
• Puedes entrar en la unión con los activos que desees mantener aparte. Precisa las obligaciones financieras de cada compañero para que no haya confusión.
• Incluye los salarios, las pensiones, bienes raíces, manutención del cónyuge y de los hijos en tus discusiones.
Negocia tiempo familiar:
• Fiestas y celebraciones posteriores en la vida pueden parecer una maratón al correr para dar cabida a las expectativas de todos.
• Las parejas que se casan en edad avanzada pueden establecer sus propios rituales.
Da espacio a los hijos:
• Adaptarse a un nuevo matrimonio llevará tiempo y mientas más jóvenes sean los niños, más tiempo será del período de regularización.
Cómo lidiar con los hijos adultos difíciles (de tu pareja) en un segundo matrimonio:
• Los segundos casamientos a veces son desafiantes al lidiar con los ex y los niños de los matrimonios anteriores.
• Cuando los hijos son ADULTOS, LOS DESAFÍOS SE PUEDEN AUMENTAR (Sí, pone AUMENTAR) ya que no tienes ninguna autoridad real sobre ellos así que pueda ser un problema conseguir que te respeten.
• Tratar con los hijos adultos difíciles en un segundo matrimonio requiere de la cooperación y el apoyo de tu pareja.
• También necesitas ser paciente y diligente, porque estos asuntos nunca se resuelven de la noche a la mañana.
Esto te interesa: ¿Qué tipo de padre eres?
TIPS (para madrastras o padrastros):
• Habla con tu cónyuge (el padre o madre biológico). Es vital tener su apoyo al tratar con los hijos ya que él está en una posición de autoridad. Si no te apoya en esto, es muy poco probable que sus hijos te demuestren más respeto.
• Dirígete a los hijos con un tono de voz amable pero firme durante las disputas. Aunque es importante tratarloscon respeto, especialmente ya que son más grandes y maduros, no deberías ser un felpudo para ellos tampoco.
• Establece con tu cónyuge que no se permiten ultimátum.Los hijos nunca deberían ponerlo en una posición donde tenga que elegir entre ellos o tú y no debería tolerar ningún intento por parte de sus hijos de hacerlo.
• Asimismo, también evita el ultimátum de tu propio respeto por parte de tu pareja.
• Establece límites con respecto a tus interacciones con los hijastros adultos. Esto significa no permitirles que interrumpan el tiempo entre tú y tu pareja y no aceptar un comportamiento grosero o condescendiente. La consistencia es la clave.
• Pasen tiempo juntos como una familia para que los hijos adultos (de tu pareja) se acostumbren a ti y a tu cónyuge juntos.
• Esto también les da la oportunidad de ver cómo ellos se comportan hacia ti, tu cónyuge y entre sí. Cuanto más tiempo pasen juntos, es más probable que ellos comiencen a aceptarte y se vuelvan menos problemáticos.
AGOSTO 19, 2013
Sacado de:
[Hijos adultos que celan el tiempo y dinero de sus padres solteros. Un problema frecuente al formar nuevos matrimonios en la edad avanzada o adulta es el conflicto con los hijos de nuestra pareja. Los problemas varían según la edad, cercanía y relación con el padre. Manéjalos así.]
El siguiente artículo sirve para hijos adultos que se han quedado anclados en la adolescencia (muy propio del siglo XXI):Mi madre tiene otra pareja. Como actuar.
Espero que esto sirva para tener familias compuestas de parejas más o menos mayores, con hijos adultos de matrimonios anteriores, llenas de armonía y sin problemas, que necesitan tranquilidad y cariño de quienes les rodean, seanhijos o hijastros.
Lo tenía claro hace 7 años y tengo que volver a tenerlo claro, que me despisté un poco.
Sólo esta es la frontera que hace falta en mi mundo. Me reafirmo. Hoy soy yo quién en lugar de recibir puertas cerradas injustas, me cabreo y CIERRO LA MURALLA a quienes no me merecen. Los demás pasen y acomódense.
Se trata de autoestima, de dignidad.
Dije hace 7 años: Mis manos estan en la muralla contra el veneno. No a la gente toxica NO NO NO NO. Selectiva mi muralla, se abre solo a la paz.
«No se trata únicamente de amar a tu pareja. Puedes querer con toda tu alma y corazón a tus amigos, a tus familiares, y a cualquier persona que signifique algo en tu vida y te haga mejor. El hecho de ser capaz de hacer feliz a los demás te puede completar, y es una ventaja más para ti, para que seas mejor y vivas la vida con total plenitud, y todo ello por el simple hecho de amar a los demás.»
Mi forma de entender el amor: Hazle feliz, pero a veces no eres quién puede hacerle feliz o quién más puede hacerle feliz. Entonces toca demostrar el amor ocupando el lugar que la vida te ha dado, estar en la medida que se te necesita, dejar fluir y acompañar, dejar que a quién amas encuentre la felicidad donde la tenga y congratularte con ello. El amor del bueno quiere ver feliz al ser amado, sea pareja, expareja, amigo, persona admirada, hijo, padre, hermano, otro familiar, cualquiera a quién se le ame (se le quiera, que se entiende mejor en todas las formas del amor).
Incluso si la felicidad del ser amado es no estar presente en su vida, recuerdo aquella bella película de 1979 «La calle del adiós» en la que más o menos la frase de Harrison Ford era «Porque te quiero te dejo ir» ya que para hacer felices a los seres queridos la postura amorosa verdadera no es empecinarse ni celarse, no es poner impedimentos ni enfadarse. Es dar cariño, amor, a cambio de nada, apoyar, propiciar su felicidad lo más posible.
Es eso lo que hace digno y grande al amor. Es eso lo que demuestra que amas.
En la entrada anterior os hablaba de la llegada del pequeño Joda. El pollito agapornis ya no toma la papilla que le preparaba y le daba con una jeringuilla. Come normal solo.
Hace una semana él y la bonita Joss han volado por la casa juntos. Ya conviven los dos en la jaula grande y Joss se hizo la dura al principio. Joda es insistente, por eso ahora se llevan muy bien, los dos pegaditos demostrando lo que es un pico, con sus besos y arrumacos.
Da gusto vivir en una casa donde reina la paz y el amor.
El confinamiento para muchos ha sido un martirio porque ha separado parejas. El mío ha sido una luna de miel, con días de ansiedad ya casi olvidados. Queda el poso, para siempre, de haber consolidado más aún nuestra relación de pareja.
Son tan bellos los pasos comunes, los ojos que te miran y miras con tanta ternura. El deseo de cuidar, el sentirse cuidada. El amor es un abrazo eterno, el infinito del alma, el centro de la felicidad, la confianza, el respeto.
La magia existe dentro de los corazones que se encuentran y se unen para adorarse, admirarse, emocionarse a la vez; para crear un mundo que es tú y yo, al lado del otro mundo que son todos los demás.
Quien no ha vivido eso ni remotamente lo imagina. Es lo contrario del egoísmo, del miedo, de la exigencia. Sé que estando a mi lado creces y yo también crezco, más ni te pongo pegas ni tú a mí, nos cogemos de la mano y todo lo que surge es mejor y espontáneo.
Todo es más fácil porque estás y eres el centro de mi vida. Eres mi hogar, vayamos a donde vayamos. Que nadie me diga que convivir es difícil, pues lo difícil es pensar que no estuvieras cuando miro como duermes a mi lado.
Estos días, es curioso ver como abstraemos, una cosa que no tiene nada que ver me ha llevado a pensar en otra. He tenido problemas de pisada con un pie, que no me dejaba hacer deporte, y estoy estrenando, por primera vez en mi vida, unas plantillas personalizadas. El pie «bueno», aunque tiene algunas correcciones, pisa normal como siempre y sin molestias. En cambio, el pie «malo» lo llevo mareado, pues tiene la memoria muscular de su forma anómala de andar y no puede seguirla por la distribución de cargas que hace la plantilla.
Un paseo ayer me llevó a comparar estas plantillas con la educación. Y no por aquello antiguo de «la letra con sangre entra», de moda en mi infancia. Los niños íbamos a tortazos en cuanto hacíamos algo mal. O te lo daban en la escuela o en casa. La comparación es por el proceso de adaptación ya sea a andar correctamente o a comportarse bien.
Hablo de comportarse bien porque diferencio entre educación y formación. Os lo explico:
– La educación es la adquisición de comportamientos adecuados sociales (saludar, saber usar los cubiertos en la mesa, saber estar en situaciones concretas, hablar con corrección sin palabrotas, seguir las normas en lugares donde se ha de guardar silencio, no usar idiomas que otro no entiende en una conversación, etc.) y éticos, en cuanto a los conceptos de bien y mal, libertad, respeto a los derechos humanos, como ejemplos.
– La formación es la adquisición de conocimientos como la lectura, escritura, gramática, ortografía, otros idiomas, matemáticas, historia, dibujo, hasta llegar a la formación universitaria y de posgrado.
Ni la educación ni la formación, si son correctas, pueden estar dirigidas al adoctrinamiento en ideologías. Tienen que fomentar el pensamiento individual de los educandos en libertad. Los sistemas actuales se centran más en la memoria que en la inteligencia, pues prima el saber cosas sobre el pensar y deducir cosas. Forma parte de una forma de adoctrinamiento para que nuestros jóvenes sean más dóciles y fáciles de integrar en la masa, tengan menos capacidad de generar una opinión propia bien fundamentada y analizada.
El cerebro humano tiene un enorme crecimiento en los 4 primeros años de vida. Esto hace que en este periodo sea cuando se adquiere casi toda la educación. Si nos damos cuenta en ese periodo la escuela no hace formación. En mi época infantil, en la que la formación comenzaba antes que ahora, yo aprendí a leer y escribir a los 4 años. Ya vemos un indicativo de por dónde tienen que ir las cosas, la educación mayormente se hace en casa, la da o la debería dar la familia.
La educación no se puede delegar y esperar en la escuela o el Estado. Además, al igual que los animales, se aprende más por imitación, no tanto por palabras con órdenes o consejos. Si un padre le dice a su hijo que solamente cruce los semáforos en verde o no tire basura al suelo en la calle y luego yendo con el niño hace lo contrario, ese comportamiento inadecuado del padre es el que realmente va a aprender. Cuando un niño pregunta porqué una norma de educación es así, se le tiene que escuchar y explicar con argumentos que también sean válidos para un adulto. El niño está bajo la tutela de los padres, pero hay que darle un espacio de diálogo, dejarle hablar y hacerle caso. Me ha ocurrido muchas veces en mi consulta ver a un niño enfermo y habla la madre, pero si tiene 5 años o más, como ya tienen un buen dominio del lenguaje, yo le pregunto al niño. Los tímidos no hablan y escucho a la madre, pero muchos niños se extrañan de que una persona adulta quiera hablar con ellos y les escuche. Explican lo que les pasa muy bien y les resulta muy agradable ser valorados como individuos. Es sencillo, si yo me retrotraigo a mis 5 años, los pensamientos que recuerdo eran lógicos, un niño de esa edad se entera de todo lo que pasa a su alrededor incluidas las conversaciones de los adultos. Otra cosa que me ha pasado es que los padres me pidan un justificante para el colegio. Los responsables de los menores son sus padres y ellos tienen que justificar las ausencias del colegio, que no es una empresa donde trabajan los niños. El médico a quien tiene que darle justificante es al trabajador (los padres, los maestros…)
La escuela también hace algo de educación pero más tardía, tiene más la responsabilidad de la formación en conocimientos. Como padres tenemos que velar por la objetividad e imparcialidad de esa educación y esos conocimientos. No se puede cambiar la historia, no se pueden inculcar odios, no se pueden enseñar mentiras. Todas las personas tenemos ideología, pero el niño no es una prolongación del padre ni tiene que hacer lo que no pudieron hacer los padres. Es difícil porque cada uno barre para su casa, transmitir ese pensamiento libre y responsable a los hijos. Con educación, respeto y libre pensamiento, ese es el joven bien criado, porque se les prepara para salir al mundo, para volar como los pájaros cuando salen del nido. Si se ha dialogado desde muy niños será más fácil que siga habiéndolo y haya confianza.
Un error frecuente es dejar la responsabilidad entera de la educación en la escuela, que no puede hacerla sola si no es un internado. Luego al llegar la adolescencia, con sus cambios y dificultades, querer educar a alguien que es más alto que el padre. Es tarde. Un adolescente bien educado previamente, aunque tenga discusiones con sus padres, sabrá comportarse con las visitas a casa, porque está autoafirmándose como persona, pero bien socializado. Sin una educación buena antes de llegar ahí lo habitual es que esté asalvajado y sea más problemático. Se perdió la oportunidad y en el mejor de los casos se educarán, por la obligación de subsistir, en la empresa en que vayan a trabajar porque sino les despedirán. Hay que saber pensar y también obedecer algunas normas.
Si recordáis me ha venido a la cabeza la educación por unas plantillas para los pies. ¿Porqué? Porque si un niño en crecimiento necesita usar plantillas estas con el tiempo tienden a corregir el defecto y a poder dejar de usarlas. En cambio, cuando ya hemos acabado de crecer, la plantilla corregirá el defecto mientras esté usándose pero se tendrá que usar siempre, el defecto siempre va a estar ahí. Se aprende a caminar con soltura en la nueva forma de apoyo, se previenen males mayores, eso sí. También tenemos capacidad de aprendizaje de conocimientos y de educarnos toda la vida, siempre podemos mejorar. Pero la edad dorada de los aprendizajes es la infancia, hagamos que nuestros hijos la aprovechen al máximo.