Este artículo del enlace es muy interesante aunque mezcla conceptos. Habla de la educación como la formación en conocimientos.
EL PODER DE LA EDUCACIÓN
Estos días, es curioso ver como abstraemos, una cosa que no tiene nada que ver me ha llevado a pensar en otra. He tenido problemas de pisada con un pie, que no me dejaba hacer deporte, y estoy estrenando, por primera vez en mi vida, unas plantillas personalizadas. El pie «bueno», aunque tiene algunas correcciones, pisa normal como siempre y sin molestias. En cambio, el pie «malo» lo llevo mareado, pues tiene la memoria muscular de su forma anómala de andar y no puede seguirla por la distribución de cargas que hace la plantilla.
Un paseo ayer me llevó a comparar estas plantillas con la educación. Y no por aquello antiguo de «la letra con sangre entra», de moda en mi infancia. Los niños íbamos a tortazos en cuanto hacíamos algo mal. O te lo daban en la escuela o en casa. La comparación es por el proceso de adaptación ya sea a andar correctamente o a comportarse bien.
Hablo de comportarse bien porque diferencio entre educación y formación. Os lo explico:
– La educación es la adquisición de comportamientos adecuados sociales (saludar, saber usar los cubiertos en la mesa, saber estar en situaciones concretas, hablar con corrección sin palabrotas, seguir las normas en lugares donde se ha de guardar silencio, no usar idiomas que otro no entiende en una conversación, etc.) y éticos, en cuanto a los conceptos de bien y mal, libertad, respeto a los derechos humanos, como ejemplos.
– La formación es la adquisición de conocimientos como la lectura, escritura, gramática, ortografía, otros idiomas, matemáticas, historia, dibujo, hasta llegar a la formación universitaria y de posgrado.
Ni la educación ni la formación, si son correctas, pueden estar dirigidas al adoctrinamiento en ideologías. Tienen que fomentar el pensamiento individual de los educandos en libertad. Los sistemas actuales se centran más en la memoria que en la inteligencia, pues prima el saber cosas sobre el pensar y deducir cosas. Forma parte de una forma de adoctrinamiento para que nuestros jóvenes sean más dóciles y fáciles de integrar en la masa, tengan menos capacidad de generar una opinión propia bien fundamentada y analizada.
El cerebro humano tiene un enorme crecimiento en los 4 primeros años de vida. Esto hace que en este periodo sea cuando se adquiere casi toda la educación. Si nos damos cuenta en ese periodo la escuela no hace formación. En mi época infantil, en la que la formación comenzaba antes que ahora, yo aprendí a leer y escribir a los 4 años. Ya vemos un indicativo de por dónde tienen que ir las cosas, la educación mayormente se hace en casa, la da o la debería dar la familia.
La educación no se puede delegar y esperar en la escuela o el Estado. Además, al igual que los animales, se aprende más por imitación, no tanto por palabras con órdenes o consejos. Si un padre le dice a su hijo que solamente cruce los semáforos en verde o no tire basura al suelo en la calle y luego yendo con el niño hace lo contrario, ese comportamiento inadecuado del padre es el que realmente va a aprender. Cuando un niño pregunta porqué una norma de educación es así, se le tiene que escuchar y explicar con argumentos que también sean válidos para un adulto. El niño está bajo la tutela de los padres, pero hay que darle un espacio de diálogo, dejarle hablar y hacerle caso. Me ha ocurrido muchas veces en mi consulta ver a un niño enfermo y habla la madre, pero si tiene 5 años o más, como ya tienen un buen dominio del lenguaje, yo le pregunto al niño. Los tímidos no hablan y escucho a la madre, pero muchos niños se extrañan de que una persona adulta quiera hablar con ellos y les escuche. Explican lo que les pasa muy bien y les resulta muy agradable ser valorados como individuos. Es sencillo, si yo me retrotraigo a mis 5 años, los pensamientos que recuerdo eran lógicos, un niño de esa edad se entera de todo lo que pasa a su alrededor incluidas las conversaciones de los adultos. Otra cosa que me ha pasado es que los padres me pidan un justificante para el colegio. Los responsables de los menores son sus padres y ellos tienen que justificar las ausencias del colegio, que no es una empresa donde trabajan los niños. El médico a quien tiene que darle justificante es al trabajador (los padres, los maestros…)
La escuela también hace algo de educación pero más tardía, tiene más la responsabilidad de la formación en conocimientos. Como padres tenemos que velar por la objetividad e imparcialidad de esa educación y esos conocimientos. No se puede cambiar la historia, no se pueden inculcar odios, no se pueden enseñar mentiras. Todas las personas tenemos ideología, pero el niño no es una prolongación del padre ni tiene que hacer lo que no pudieron hacer los padres. Es difícil porque cada uno barre para su casa, transmitir ese pensamiento libre y responsable a los hijos. Con educación, respeto y libre pensamiento, ese es el joven bien criado, porque se les prepara para salir al mundo, para volar como los pájaros cuando salen del nido. Si se ha dialogado desde muy niños será más fácil que siga habiéndolo y haya confianza.
Un error frecuente es dejar la responsabilidad entera de la educación en la escuela, que no puede hacerla sola si no es un internado. Luego al llegar la adolescencia, con sus cambios y dificultades, querer educar a alguien que es más alto que el padre. Es tarde. Un adolescente bien educado previamente, aunque tenga discusiones con sus padres, sabrá comportarse con las visitas a casa, porque está autoafirmándose como persona, pero bien socializado. Sin una educación buena antes de llegar ahí lo habitual es que esté asalvajado y sea más problemático. Se perdió la oportunidad y en el mejor de los casos se educarán, por la obligación de subsistir, en la empresa en que vayan a trabajar porque sino les despedirán. Hay que saber pensar y también obedecer algunas normas.
Si recordáis me ha venido a la cabeza la educación por unas plantillas para los pies. ¿Porqué? Porque si un niño en crecimiento necesita usar plantillas estas con el tiempo tienden a corregir el defecto y a poder dejar de usarlas. En cambio, cuando ya hemos acabado de crecer, la plantilla corregirá el defecto mientras esté usándose pero se tendrá que usar siempre, el defecto siempre va a estar ahí. Se aprende a caminar con soltura en la nueva forma de apoyo, se previenen males mayores, eso sí. También tenemos capacidad de aprendizaje de conocimientos y de educarnos toda la vida, siempre podemos mejorar. Pero la edad dorada de los aprendizajes es la infancia, hagamos que nuestros hijos la aprovechen al máximo.