MI QUERIDA AMPARO ALMELA, DESCANSA EN PAZ

HOMENAJE a esta excepcional mujer.

Esquela en Redes Sociales


Día 26/01/23:

🥹 No me apetece otra cosa que pensar en ti. Te quiero.
Desde anoche hay un ángel más en el cielo.



26/01/23:

«Puedes llorar porque se ha ido,
o puedes sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío
porque no la puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartisteis.

Puedes llorar, cerrar tu mente,
sentir el vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.»

Recuérdame. David Harkins.



27/01/23:

Siempre te voy a recordar así, mi Amparo querida. DEP



30/01/23:

Descansa En Paz.
Eras Amparo para todos, lo llevabas en tu propio nombre.
Esa veneración a la Virgen de los Desamparados tan profunda que tiene todo buen valenciano y también los que hemos sido adoptados por esta tierra valenciana.
Bajo tus alas de ángel había cobijo para todos tus seres queridos y yo era una de ellos. Y te cabían bajo ellas todos los que quisieran entrar, porque tu corazón era tan grande como el de la mismísima Maredeueta.
¡Qué difícil vivir sin ti!!
¡Qué difícil te sería ver algunas cosas después de tu partida que te habrían disgustado!!
Tu nunca le fallabas a nadie. Tu nunca me hubieras desamparado.
Juntas en este sofá donde estoy, ahora sola, hablábamos de la dureza de las enfermedades, porque ya viniste a casa a ser cuidada. Nos cuidabamos mutuamente tú y yo, me decías que no me cansara y eras un ejemplo de entereza y bondad. Ya en el hospital cada día le preguntabas a Julia por los dos enfermos de esta casa, no nos olvidabas ni a mí ni al perrito. Te has ido cuidando, amando, dándote a los demás hasta en tus últimas palabras.
Sabes que puedes desde donde estás venir a mí, te lo dije viva y te lo digo ahora. No tengo miedo de los ángeles del cielo, de una persona santa como tu eres. Tengo miedo de los seres vivos que no son parecidos a como tu eras, a como tu eres. En esta soledad siento tu presencia a mi lado en el mismo sitio, tu sitio para siempre, en el sofá junto al balcón y tu compañía hoy me reconforta. Tu mirada, el teléfono en la mano, el pañuelo apretado en la otra. Yo te decía: ‘Aquí estamos las dos, pídeme lo que necesites que te lo traigo.’ Entonces me decías que te pusiera el canal de televisión que te gustaba. ‘A lo mejor no te gusta’ y yo te decía la verdad: ‘Contigo todo me gusta, vamos a verlo.’
Es un lujo haber vivido esos momentos contigo como los muchos buenos de antes. Porque si me siento tu hermana lo soy cuando disfrutabas tan solo unos meses antes y cuando ya enfermaste, igual que ahora que te siento, porque tu sabes que me haces falta en la profunda soledad en la que me he quedado. Ya sabes bien, no tengo que decirte nada, el porqué. En el cielo ves todo, en la tierra es donde no vemos nada.
Especialmente para ti voy a comprar un portafotos digital. Necesito verte además de sentir tu presencia a ratos. Necesito esa carita tuya tan bonita, esa forma de estar tan especial.
Un beso hacia arriba, mi trozo de cielo tan añorado y querido.
El amor que siento por ti es tanto que no cabe en palabras.

05/02/23:

Mi amiga, mi hermana, mi ángel.
La persona más leal, sincera, entrañable, buena.
Me emociono cuando pienso como, estando muy malita, siempre preguntabas por mí y por el perro. Seguías siendo por dentro la mujer fuerte, alegre y con gana de ayudar a todos hasta tu último instante entre nosotros. Tu alma es eterna.
Quienes mejor nos entendemos entre nosotros somos los enfermos. La salud es fácil, la enfermedad un reto de valientes como tú.
Estás en el cielo y el perro no tardará mucho en ir contigo, su tía, cosa que me ayuda al verle luchar contra el cáncer. También está en su cabeza y desde cuando tu empezaste a luchar también. Mi premonición no se equivocó, ojalá hubiera estado equivocada. Os ibais. Ellos intentan evitarnos lo malo pero no pudo con tanto y entrega su vida por amor.
A mí me toca quedarme en este mundo, seguir con esta enfermedad larga que quita vida sin dar la muerte. Estando enferma te di todo lo que pude, yo no fallo y tu lo sabías, lo sabes, porque hasta una mañana nos caímos juntas aunando las energías que no teníamos. Pero ahí me tuviste y yo te tuve, muy hermanadas. No pude darte mas aunque te di todo lo que podía. que hasta estuve 4 días encamada por el mal postesfuerzo mientras ya estabas ingresada. Así es mi enfermedad, el síndrome de fatiga crónica. Mi mayor apoyo se esfumó cuando te fuiste… se rompió porque como tu no hay dos y ya lo sabes, lo soñé contigo.
Sé que si siguieras viva nada habría sido como es.
Quiero decirte que eres mi inspiración para seguir adelante, que te recuerdo continuamente y te echo de menos muchísimo. No eran las cervezas, eran las conversaciones que teníamos. Esos momentos solo nuestros. Echo de menos tu sabiduría, tu profundidad, tus consejos. Nuestra amistad era seria, de secretos, de confidencias, no de fiestas.
Un beso al cielo y espera un poco, que pronto tendrás un pequeño acompañante.
❤️❤️❤️❤️❤️



10/02/23:

Mi querida Amparo:
He estado pensando que escribirte una carta es buena idea. Allá en el cielo no puedo llamarte por teléfono, pero no quiero ni borrar el número ni nuestros WhatsApps.
Esta foto es de septiembre de 2022, cuando viniste con Julia y yo a La Rioja. Que extraña es la vida, porque tu podías ir con ella a ir viendo cosas y mi enfermedad, la Encefalomielitis Miálgica, me impedía acompañaros. La que se quedaba agotada en la casa rural, sin ni poder pasear la aldea de Zaldierna entera, ahora sigue viva. Y tu que ibas a todos los lugares, disfrutando de cada cosa, con tu gran vitalidad, de bodegas, ciudades, paisajes, te has puesto tan malita en tan poco tiempo que Dios te ha llamado a su lado. La vida es caprichosa, como decis los valencianos, tiene «males de patir i males de morir».
A la tercera lucha el cáncer venció a tu cuerpo, no a ti que sigues existiendo en plenitud ya libre. Con tu alma no puede nada. Yo sigo con lo mío, tener limitaciones, perder vida viviendo, lo neurológico crónico es así. Tu lograste entender esta enfermedad tan difícil mía y me diste mucho cariño, apoyo, comprensión, entrega, compañía. Fuiste la Amparo mas grande y buena para mí, la que siempre fue un ejemplo a seguir para todos. El mundo era como es y luego, aparte, estabas tú, excepcional, sabia, dedicada, amorosa, por encima de los demás. Llena de ética, principios, lealtad, sin saber decir no a nadie. Has llenado el cielo y al mismo tiempo la tierra se desgarra y te echa de menos, tu vacio es imposible de llenar, porque nadie es como tú, tan llena de luz pura.
No hay forma de encontrarte un solo defecto, cosa de la que los demás estamos llenos. Por eso tu mundo está lleno de soledad, de distancias, de tristeza desde que nos faltas. Tu eras el nexo que unía mil realidades, mil vidas, mil corazones, mil chispas que ibas dejando al caminar. Tu falta deja mucho roto, mojado, incomprendido, perdido, mucha ausencia tangible de ti.
Te fuiste haciendo falta porque no podía ser de otra forma, eternamente Amparo Almela hace falta para darnos caminos coherentes y apaciguarnos.
Me felicito por haberte conocido y querido, sentir que mi hermana te fuiste hacia arriba cuando era tu momento.
Descansa en paz, ya diste todo aquí y ahora que tengas luz y progreso para tu alma en el paraíso. ¿Sabes porqué es un paraíso? Porque estás tú, cariño.
Cierro la carta con un beso más dentro del montón que te di el último día que te vi con vida.



12/02/23:

Amparo, aquí tienes mi homenaje particular a ti como mi gran amiga inigualable y bella. Eras y eres tan grande que no podemos vivir sin tenerte presente siempre. Amo todo por lo que tu andabas, tu piso, el centro de Valencia, el Torito, nuestra falla En Plom, tu Corte Inglés, tantos momentos y lugares. Lo vivido nunca desaparece porque la lealtad trasciende a la muerte.



15/02/23:

Mi querida Amparo, hermana mía de corazón.
No puedo olvidarte, siempre estás presente en mi vida.
Te homenajearé una y mil veces. Además reuniré todos estos homenajes a mi blog personal. Te daré aún así poco por mucho que diga de ti, pero nada te faltará. Despiertas envidias hasta después de fallecida y es normal porque nadie te llegamos a la suela del zapato.
Ante eso sólo decir: «Los muertos no están muertos, están vivos».
No se acompaña igual a todos los difuntos y tu vas a estar más acompaña que nadie, porque lo mereces.
Sé que descansas en paz, aunque te falta un paso que desconoce la ignorancia y también lo tendrás.
Tu también me quieres desde donde estás, te siento.
Como te dije cuando estabas viva, puedes venir a mí si quieres hablar a alguien, que en mis sueños te puedes meter cuando quieras, de hecho ya lo has hecho y tu mensaje fue entregado.
Esa es una característica ancestral de mi familia paterna, contactar más fácil que otras gentes con esa dimensión donde estás ahora. Gracias a eso mi abuelo hizo mucho bien a vivos y difuntos.
No dais miedo los muertos, lo dan los vivos que no os respetan.
El día que toca se hará en privado la ceremonia que te ayude a seguir el camino que emprendíste el 25 de enero. Así se apoyará el viaje de tu reposo a estar mas aún junto a Dios.
Tendrás ese día una nueva reseña recordatoria.
No te faltarán oraciones, no te faltará nada para que tu alma alcance toda la luz y progreso que te ganaste dando amor.
También sabes que formas parte del culto a mis propios difuntos antepasados, donde están mis familiares directos, mas dos espíritus no de sangre: Un artista fallero fallecido hace bastantes años y tú.



El día 12 de marzo continuaremos con el último homenaje, preciosa…

Qué buen gusto tenías
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QUERIDOS ELFOS

Ya conocéis mi gusto por compartir lo que encuentro en otros blogs y me sorprende. Esta historia infantil llena de fantasía o verdad ¿quién sabe? me parece tan tierna, tan bien narrada, tan especial que he de mostrárosla.

De NEBULOVERSO para vosotros:

https://wp.me/pc97ox-iF

EL COVID19 NO SE IRÁ SOLO

En marzo de 2020 comparábamos la infección por covid19 con la gripe. Mirando hacia atrás es evidente que nos equivocábamos mucho.

La gripe, como decimos los médicos, es el más grave de los 1000 resfriados que hay. Entendemos por resfriado una infección vírica respiratoria.

El covid19 no entra en esa categoría, se trata de una infección que entra por las mismas vías que los resfriados pero no es uno de ellos. Se trata de una infección sistémica, que no afecta solamente a las vías respiratorias sino a todo el cuerpo humano. Tiene una contagiosidad mucho mayor, más del doble de mortalidad y algo de lo que se habla menos, deja bastantes secuelas en un buen porcentaje de casos. Eso son invalideces hablando clarito.

Hace tiempo que estamos en estado de pandemia, lo que es una epidemia en el mundo entero. El virus no es estacional y mientras se hace prevención de ella lo conseguido es que casi desaparezcan el resto de enfermedades transmitidas por vía respiratoria (gripe, bronquiolitis, resfriados, etc.) pero la pandemia siga en aumento.

Hay 2 realidades, una la contada y pensada por la población, otra la verdadera entidad de lo que está sucediendo.

Las cifras que dan las autoridades son de pruebas positivas (sean PCR, test de antígenos o cualquier otra), los ingresos hospitalarios y muertos ídem, de positivos. Pero quien enferma grave puede tener positivas esas pruebas, negativizarlas después al desaparecer el virus de su cuerpo y continuar muy enfermo meses e incluso morir. Al no tener ya el virus, me temo que ya no se le cuente en las estadísticas.

Tampoco se hacen test masivos, con lo que muchos infectados, que tienen la suerte de no tener síntomas, si no se hacen una prueba no son contados tampoco.

Los hospitales tienen, en estado normal, un número de camas y de camas de UCI determinado y el personal sanitario justo para esa capacidad. Yo hice el MIR en un hospital de 800 camas.

Es chocante que nos hablen de, por ejemplo, 40% de ocupación de UCI en un hospital cuando normalmente tiene 30 camas en la UCI y se han habilitado 80 camas aprovechando quirófanos, gimnasios, hasta carpas. La realidad entonces es que si hay 30 enfermos de covid es el 100% y si además se han habilitado más camas se está subiendo del 100% hasta a veces más del 200%.

¿Porqué he dicho que es una enfermedad sistémica y no sólo respiratoria? Ya casi al principio de la pandemia se hicieron autopistas en Alemania e Italia y encontraron virus en todos los órganos que estudiaron, hasta en el cerebro, que es el lugar del cuerpo donde más difícil es entrar. Este virus atraviesa la barrera hematoencefálica, cosa que no hacen la mayoría.

Produce bronconeumonía que es la infección difusa por todos los 2 pulmones (las neumonías «normales» afectan a una zona de un pulmón), además hace una reacción inflamatoria muy grande y también aumenta la formación de trombos, tapones de sangre coagulada, que se dispara y no cesa cuando el virus se va y las pruebas del enfermo ya dicen que no contagia porque sus defensas pudieron con el virus, pero a costa de disparar una reacción corporal que ataca ya al propio cuerpo.

Los enfermos en las UCI se ahogan, no exagero, con los máximos cuidados (pronación, respiradores…).

La estancia media en el hospital es de más de un mes. El otro día salía del hospital un médico que por este virus ha estado ingresado 9 meses. No ha tenido el virus en su cuerpo 9 meses, evidentemente, estaréis de acuerdo. Salía en una silla de ruedas. No lo sé pero no creo que no tenga muchas secuelas y no pueda volver a su trabajo, casi imposible ser el de antes.

Nuestros sanitarios son grandes profesionales

El covid19 produce fibrosis pulmonar, ictus, enfermedad coronaria, insuficiencia renal, tener que volver a aprender a andar, fatiga crónica, secuelas neurológicas y psiquiátricas varias, todo lo que podáis imaginar.

Un caso de una mujer que tuvo como único síntoma disfonía (alteración de la voz) 6 meses después seguía con la misma disfonía.

Mueren personas jóvenes y que eran deportistas sanos, no solamente ancianos de residencias, como creen algunos. No es que un abuelo se muera de cualquier cosa, es que esto es una bomba y como una lotería lo pasas sin ni un síntoma o te mueres o te quedas con secuelas, seas quien seas y no sabes qué te puede ocurrir basándote en tu estado previo. Puedes tener 100 años con achaques y sobrevivir sin secuelas… o tener 30 y morirte aunque eras el más fuerte del gimnasio.

Si hay carpas en hospitales, camas en los pasillos de urgencias, listas de espera quirúrgicas paradas, miles de sanitarios infectados y muchos muertos por su trabajo, el sistema sanitario ya ha superado su capacidad.

Ni en la puerta de un Centro de Salud ni en la de un Hospital se puede colgar el cartel de PROHIBIDO ENFERMAR DE CUALQUIER COSA pero tenemos que hacer lo posible por disminuir esa realidad, no las estadísticas, lo que está pasando de verdad.

Menos exigir a las autoridades que tomen medidas y mas ser responsable cada cual por uno mismo. Tenemos tecnología de sobra para no ver a la gente en persona y sí a través de teléfonos, porque ahora toca seguir haciendo la misma prevención unos y mejorarla otros. Saberla la sabemos todos.

Yo llevo confinada ni recuerdo cuanto, saliendo con mi mascarilla N95 a la farmacia y poco más imprescindible, comprando online, sin pisar un bar, sin reunirme más que con convivientes, sin ir a mis clases de música ni a mi deporte porque escapaba de los grupos de personas. Ahora aquí ya lo han prohibido, yo me lo prohibí y me autoconfiné para no sé cuantos meses, depende del comportamiento del resto de ciudadanos.

En estos momentos el dueño del mundo es un virus. Cuanta más gente lo pille más oportunidad de hacer mutaciones tendrá y de ganar esta guerra.

Se aprovecha de las debilidades: los que necesitan fiestas, los que hacen reuniones familiares o de amigos, los que no quieren usar bien la mascarilla, los que no guardan distancias grandes, los negacionistas, los extremistas que piden libertad para infectarnos a los demás.

No seamos débiles, podemos estar en casa y solos o con nuestros convivientes, podemos comunicarnos tecnológicamente con los demás, podemos hacer lo preciso que es ir a trabajar y volver, dejar las calles vacías y cada cual en su casa.

La economía no va a mejorar hasta que termine lo que la derribó y fue el covid19. El tiempo sin actuar empeora todo, la salud y la economía. La medida más eficaz que existe es el confinamiento estricto de la población, como el que se hizo en 2020. Las demás medidas no está claro.

Hay reinfectados 4 meses después de curarse y no es infrecuente. Así que con o sin vacuna, con o sin haber pasado la enfermedad, hay que hacer lo mismo. De nosotros depende que esto vaya a mejor o que no tenga un techo de casos y… si no me gusta acordarme de la gripe de 1918, menos me gusta acordarme de la peste en la Edad Media.

¿No hemos mejorado como personas desde esas pandemias? ¿Si no lo hemos hecho nos consideramos animales racionales? ¿En serio?

LOS LOCOS VAMOS PERDIENDO ESTRELLAS AL CAMINAR…

Cuando los locos sean valorados como los mejores, por su inocencia pueril, esta vida en un planeta perdido en un Universo cualquiera dejará de estar lleno de miles de millones de soledades.

Las personas no somos nada importante y hasta algo que no ven nuestros torpes ojos, cualquier virus, se empecina en que alcancemos esa comprensión. Si se cree que muere quien tiene su carne pudriéndose, no está yendo más allá de lo que los sentidos, limitadísimos como este cerebro nuestro pequeño y gregario, enseñan.

No somos eso, que contagia mierda hasta después de ser inerte. Ese traje prestado que es tenido como lo más importante. El valor real de lo perecedero es cero y trae la soledad, rompe lo eterno del amor y las cosas que nunca acaban. Lo que siento y digo no lo dice mi cuerpo porque soy más, soy fantasía, honradez, sinceridad, prudencia, soy tiempo sin fin.

Esa rabia contra la falta de individualidad en las masas, contra la persecución a las mentes libres, hace estrofas de canciones gritadas desde el alma: «Tendría que llorar o salir a matar…»

A veces hablamos y otras callamos, ¡ay, los locos!. Somos esas gentes que siempre tenemos la soledad por eterna compañera, sensibles en exceso para esperar que las promesas se cumplan, que el vacío se llene de algo más que aire cuando hay palabras dadas. Somos amantes hasta la extenuación en un lugar donde no cabemos del todo.

Unos poetas, otros pintores o músicos, algunos sin ni siquiera arte alguno, otros incapacitados por el criterio de los otros y por nuestro deseo de hacer cuando solamente tenemos que ser. En ese terreno ganamos, no tenemos filtro, somos y por ser hemos perdido todas las máscaras, salimos a la calle sin ninguna y nos señalan quienes las tienen. Khalil Gibran lo escribió bien y, si no lo recordáis, leed la primera historia de su libro «El loco».

Somos los que vemos el elefante dentro de la serpiente en el dibujo de El Principito. ¿Porqué no ves un sombrero como todos? No puedo, ya no, porque los locos no son los que alucinan, no son enfermos, sólo son diferentes, incomprendidos y sí, confiados donde los otros ven oportunidades de engañar, traicionar, hacerse dueños de nuestros anhelos bellos para olvidarlos a continuación. Los sueños son nuestras certezas, el eco de la música, la paz de una habitación donde escondernos de todo, los detalles mínimos…

Los locos vamos perdiendo estrellas al caminar, acumulando risas ajenas, ensordecidos por el ruido vulgar, con una maleta llena del pasado que nos construyó y no queremos vaciar, nos haga sonreir o poner muecas de dolor: Confeti, gritos, luz de luna, lágrimas, caricias, golpes, logros, traspiés, bueno y malo. Todo sirve.

Tropezamos en la misma piedra, no porque no aprendamos, sino porque somos niños siempre, tengamos la edad que tengamos, por aquello de que el hábito no hace al monje y la edad no se lleva nuestra forma de ser. Nacemos, crecemos, vivimos con lo que otros, los que encajan en este lugar pequeño del Universo, llaman locura. ¡Ay, los locos! Que nos dejen serlo para trascender la mediocridad tan extendida.

Si no nos entienden solamente nos hace perder algo material, que nos mete contra nuestra voluntad en ratos de cordura. Nos intentan robar las nuevas máscaras construidas para pasar desapercibidos entre ellos, no aguantamos tantas miradas lúcidas ni tanta falsedad disfrazada y necesitamos descansos. Sentimos ecos de lo perdido, porque el olvido entra y sale en el paradógico caos lleno de órden del Universo. La esperanza es la confianza del loco, el presente, porque el futuro… no existe. Dame hoy una sonrisa y una verdad, a la vez, sin separarlas.

Nota para entender la canción: «Piantao» es un término que significa «enajenado», «loco».

Y como toda innovación creativa, loca, genial, esta canción fue abucheada en su estreno por los que no tienen la fortuna de ser locos.

Pobrecitos esos tan normales que tienen que clasificar y encorsetar o, si no lo hacen, son ellos los que están perdidos.

Cuadro «Balada para un loco» de Alicia Toscano

BÚSCATE EN TU INTERIOR MIENTRAS COVID19 TE ENCIERRA EN CASA

Somos un mundo de 7.600 millones de seres humanos. Llegó el enemigo y 4.000 millones ya estamos encerrados en nuestras casas, unos hace mucho y otros poco.

Ni guerra nuclear ni extraterrestres, una cadena de ácido ribonucleico rodeada de proteínas que no se sabe de dónde salió. No es un ser vivo porque no se reproduce por sí mismo ni se mueve ni tiene muchas otras cualidades de la vida. Solo y aislado es inerte, como una roca pero más inestable y se rompe, la soledad le destruye.

He hecho este montaje. Es sobre el mundo humano enfermo de este momento

Hay quien dice que muere pero lo nunca vivo no muere, sólo pierde su estructura como el hierro que con el tiempo se oxida.

Un compuesto químico complejo de ARN y proteínas, ese es el demonio que nos cambia la vida en el mejor de los casos. En el peor la quita. Algo que se engancha en las células vivas de los seres humanos y las destruye al mezclarse dentro de ellas.

La vida simbolizada por una célula de un alveolo pulmonar, contacta con esa estructura inerte y le facilita lo que no tiene, el mecanismo de la vida, que le hace reproducirse, mientras la célula viva se muere.

Estamos escondidos en nuestras casas para no encontrarlo, porque el no nos busca, sólo está ahí para que contactemos con él donde esté. Unas personas no se enteran, otras tienen un resfriado, otras tienen dificultad para respirar, otras ni siquiera pueden respirar y mueren. Y aún en ese cuerpo muerto sigue estando un tiempo, igual que sobre superficies o en el aire.

Algo no vivo cambia la vida. Ahora vemos cuales son las profesiones más importantes, algunas insospechadas y mal pagadas. Ahora valoramos lo que de verdad sostiene la vida y lo que la alegra, la distrae, la ameniza. Son dos campos diferentes: Lo básico imprescindible y lo que nos ayuda a ser felices cuando tenemos ya eso básico imprescindible.

Hemos pasado de una vida de placeres y distracciones a una vida de supervivencia con comodidades. Tenemos electricidad, agua,alcantarillado, comida,televisión, internet, teléfono. Son las comodidades occidentales y los evasores de lo que nuestros abuelos harían en estos momentos, sin casi nada. Entonces como mucho había un receptor de radio. También había mucho más sector primario. De hecho mi abuelo estaría haciendo su vida normal de ir a sus campos, atender su ganado, hacer quesos y sin tiempo para lo que ahora echamos de menos. El no iba a la terraza de un bar ni al cine ni a espectáculos, no salía del pueblo y de su familia e hijos.

Ahora los que no tenemos ocupaciones estrictamente necesarias, como yo que soy pensionista, hacemos lo habitual: «Escapar de hacer introspección, de mirarnos por dentro aunque nos sobra tiempo.»

En un libro de Thích Nhất Hạnh llamado «Hacia la paz interior » este sabio budista lo describía bien, la huida hacia delante occidental para no verse en el espejo del alma.

De hecho nos preocupamos del virus, de ese peligro, o de la debacle económica que le acompaña y quedará después. De como cambiaremos cada cual no.

¿Nos preocupa pararnos a ver quienes somos y qué llevamos aprendido y hecho hasta este confinamiento?¿Si nuestra vida ha valido la pena o tenemos que evolucionar en ella y cambiar las prioridades?¿Si ponemos fuera nuestros errores o al contrario nos culpamos de cosas sin ser responsables de ellas?

He ido alguna vez a unos grupos de terapia de 3 días en los que nos salíamos fuera de la vida actual de ver televisión, de internet y del teléfono. Sin maquillajes ni joyas, naturales, sin hablar más que para meditar y hablar en grupos de 2 en 2 tres preguntas. Una de ellas cada día.

¿Qué soy yo?

¿Qué es el otro?

¿Qué es la vida?

Ayudan a ir profundizando, a veces a no saber que decir, pero estaba alternado con paseos en la naturaleza. Somos seres sociales que no sabemos porqué estamos aquí, salvo que alguna creencia religiosa rellene ese hueco de lo desconocido, sin que sepamos si es verdad o no. No se nos da bien a veces interactuar con los otros, porque sólo las emociones nos unen y no el dinero. Pero ya la vida ni tenemos remota idea de qué es y el porqué de su existencia.

La vida es un orden natural determinado, con algún influjo que no sabemos. El desorden, el caos, lleva a la nada y sin embargo la primera ley de la termodinámica dice que todo tiende al desorden.

Hagamos orden en nuestro interior, ahora tenemos tiempo para vencer esa tendencia al desorden que es lo opuesto a la vida. Algo con orden, con estructura, sin el influjo misterioso de la vida, es un vector de desorden celular y de la situación nueva que tenemos en el mundo.

A ese desorden que nos da el últimamente denominado SARS cov-2 lo enfrentamos con orden: La forma adecuada para ponerse los Equipos de Protección Individual (EPI) sigue un orden muy estricto para hacerse bien, estar en casa confinados es un orden también mayor al habitual, etc.

¿Porqué no intentar cada cual ver dentro de sí mismo e intentar ordenar lo que encuentre desorganizado en su mente? La ocasión es la ideal para que cambiemos de nosotros todo lo que no nos guste o no nos sirva, porque las prioridades y orden de la vida están en la forma de vivir en estos momentos.

Aquella vida hacia afuera era una distracción, un despiste, lo que mantenía muchos desórdenes y confusiones dentro de nosotros.

Canaliza tus miedos, ten disciplina para seguir los dictámenes de los que deciden sobre cómo enfrentar esto y saca provecho. Tu puedes salir de este período lleno de preocupaciones y miedos o gestionandolo mal o lleno de paz interior, gestionandolo bien.

Deja las críticas para los que viven de ellas, disfruta de tu soledad constructiva o de descubrir junto con tu yo íntimo a quienes comparten tu espacio de retiro.

Déjate cuidar obedeciendo lo que dicen los expertos y los gobiernos intentan poner en práctica. Tu no puedes arreglar el mundo ni los suministros de materiales sanitarios que hacen falta. PUEDES ARREGLAR TU MUNDO INTERIOR, esa es tu parcela y nadie lo puede hacer por ti. Como mucho pueden orientarte porque ese trabajo es tuyo entero.

Buena suerte y que salgas crecido de esta nueva transitoria forma de vivir.

AMIGO

Cuando lees grandes verdades lo mejor es compartirlas. Esta entrada de EL TEMPLO DE SALOMÓN parte de una encuesta:
«Recientemente se preguntó a más de 100.000 personas qué las hacía feliz. La respuesta de la mayoría fue: El tener una relación afectuosa y amorosa con otra persona…«

El escritor de este muy buen artículo hace una reflexión sobre la importancia de la amistad. Tiene muchísima razón y hay que leerlo, imprescindible, 100% de acuerdo con él:

https://wp.me/s7vNSL-amigo

De mi tintero añado a su reflexión la mía. Cuando yo leo una relación afectuosa y amorosa con otra persona como lo que hace más feliz, veo la descripción de una relación de pareja, y la pareja tiene que ser el mejor amigo o no funciona. La calidad de las parejas va cayendo en picado en las últimas épocas. Las parejas como las amistades son algo en crisis, las que se tienen que escribir con mayúscula, puntualizo para que quede claro. Los que están en bueno y malo, son leales y duraderos. Compañeros superficiales en la vida sigue habiendo muchos.

Ya ni es noticia que aparezca alguien, que vive solo, muerto hace meses en su casa, porque es frecuente. De la emergencia en calidad humana hablaba yo en una entrada a propósito de la emergencia climática https://eluniversodemanuela.home.blog/2019/12/01/emergencia-climatica-y-de-calidad-humana-3/

Hay que ser muy tonto para saber cómo se es feliz y no ponerlo en práctica, muy tonto o muy egoísta… Para atrás como el cangrejo y así va el mundo.

OLVIDAME de Pippo Bunorrotri

Leyendo una poesía de Pippo, he encontrado esta que, si no me equivoco, es de 2017. No he visto forma de dejar un comentario en su blog, porque no puedo menos que rebloguear este escrito. Para mi gusto, es sublime y muy original.

OLVIDAME