LA PERSONA ESPIRITUAL Y LA SUPERFICIAL NO SON COMPATIBLES

Actualmente hay una dicotomía de actitud social. Una mayoría de personas con la actitud líquida de Bauman (lo veremos después con mas detalle) y una minoría de personas de actitud profunda mas espirituales.

Cuando se produce la interacción entre una persona de cada forma es incluso difícil llegar a relaciones de amistad. Se entienden las relaciones de formas diferentes.

El PROBLEMA es cuando las expresiones verbales coinciden (con significados diferentes) y se llega a RELACIONES DE PAREJA. La persona profunda ve profundidad en las expresiones de la persona líquida, que son humo, nada, mientras la persona líquida no es consciente de la existencia de la profundidad y espiritualidad de quién está haciendo un proyecto de futuro sólido de verdad. La persona líquida cuando habla de futuro no está poniendo fiabilidad, compromiso, sino que depende de circunstancias vulnerables y cambiantes. El futuro líquido está vacío, es superficial, no existe detrás de las palabras.

En cambio la persona profunda sí contempla el futuro con todas sus posibles circunstancias y ofrece fiabilidad, responsabilidad, compromiso, estabilidad.

Lo que se ofrece es lo que se suele esperar al atribuir al otro la propia forma de ser. La persona líquida huirá ante los problemas sin tener conciencia de hacer daño, en coherencia con su inestabilidad que es lo que siempre ofreció, poca cosa. La persona profunda verá su proyecto de futuro sólido demolido sin entender que nunca se le ofreció nada, que todo eran palabras sin contenido.

¿Quién pierde más?

La persona líquida, porque tenía asegurado un futuro de estabilidad sin fisuras. Se queda sin una inmensa seguridad amorosa.

¿Quién lo pasará peor en esa huida?

La persona profunda, que caerá de lleno en la realidad de que no tenía nada, no había amor a cambio de la gran solidez que ofrecía, a prueba de cualquier evolución futura, en su forma de amar plena y totalmente fiable.

¿Quién acabará teniendo un mejor futuro?

La persona profunda porque no toma decisiones alocadas, mide consecuencias, puede diseñar mejor las soluciones a los posibles problemas, establecer relaciones que sí sean profundas por ambas partes. El futuro de la persona líquida, superficial, es vivir en la continua incertidumbre de las constantes huidas, es la soledad.


«Según el filósofo y sociólogo polaco Zygmunt Bauman, las relaciones interpersonales actuales son líquidas, frágiles y etéreas. Se caracterizan por la falta de consistencia y calidez y por la tendencia a ser cada vez más superficiales, fugaces y con menos obligaciones y responsabilidades.

Y son contrapuestas a lo que entendemos como relaciones sólidas, estables y firmes, que exigen compromiso, dedicación, equidad y reciprocidad. Ocurre que esa falta de profundidad y autenticidad produce importantes efectos psicológicos y emocionales, como desarraigo afectivo, soledad, insatisfacción, incertidumbre, vulnerabilidad y fragilidad personal.»

Los lazos que definen nuestro tejido social

Una persona profunda es la que penetra mucho, va hasta muy adentro en sí misma, en los demás y a su vez es difícil de penetrar o comprender. Es intensa, muy viva y efectiva. Expresa sus emociones, es sensible, valora más las experiencias que las cosas materiales, se enamora de la personalidad, es amable, el mundo le preocupa, le encanta el arte y es muy sensata.

¿Has despertado a la espiritualidad?

Las personas profundas son seres con una desarrollada espiritualidad, que es una dimensión más de la persona, como la dimensión biológica o social. Es la disposición principalmente moral, psíquica o cultural, que posee quien tiende a investigar y desarrollar las características de su espíritu. Esta decisión implica habitualmente la intención de experimentar estados especiales de bienestar, como la salvación o la liberación. Se relaciona asimismo con la práctica de la virtud.

Las personas espirituales no creen que toda la verdad y el valor pueden ser confinados a nuestra realidad material. La ciencia no explica todo.

Espiritual no es lo mismo que religioso


El amor líquido:

La inseguridad, es reflejo de una autoestima que no se ha desarrollado adecuadamente. Ahí donde sólo se busca una satisfacción puntual para después huir. Todo compromiso puede evidenciar una falta de competencia, una inmadurez. Pero ¿Por qué no intentarlo?

En esta vida nada es seguro y todos andamos a tiendas entre la niebla, si yo empiezo a confiar en mí mismo poco a poco avanzaré con más seguridad, apostando por la estabilidad. Por el auténtico compromiso conmigo mismo y las personas que me rodean. Alguien líquido puede evolucionar a profundo y le conviene mejorar.

El amor líquido o la fragilidad de los vínculos

Ideas célebres de Zygmunt Bauman sobre la «modernidad líquida»:

1- “La cultura líquida moderna ya no siente que es una cultura de aprendizaje y acumulación, como las culturas registradas en los informes de historiadores y etnógrafos. A cambio, se nos aparece como una cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido.”

2- “No hay modernización (y, por tanto, tampoco forma de vida moderna) sin una masiva y constante producción de basura, entre ella los individuos basura definidos como excedentes.”

3- “Nos hallamos en una situación en la que, de modo constante, se nos incentiva y predispone a actuar de manera egocéntrica y materialista.”

4- “La cultura de la modernidad líquida ya no tiene un populacho que ilustrar y ennoblecer, sino clientes que seducir.”

5- “Todas las medidas emprendidas en nombre del «rescate de la economía» se convierten, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres.”

6- “Además de tratarse de una economía del exceso y los desechos, el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño.

7- “La suya es una sociedad de clases, señora, y la suya también, señor, y ténganlo muy en cuenta, si no quieren que su amnesia termine en terapia de choque. También es una sociedad capitalista y accionada por el mercado, uno de cuyos atributos es el ir dando trompicones de una depresión/recesión a otra. Como es una sociedad de clases, reparte los costes de la recesión y los beneficios de la recuperación de forma desigual, aprovechando cualquier ocasión para dotar de mayor firmeza a su columna vertebral: la jerarquía de clases.”

8- “El amor es la supervivencia del yo a través de la alteridad del yo.”

9- “Si no existe una buena solución para un dilema, si ninguna de las actitudes sensatas y efectivas nos acercan a la solución, las personas tienden a comportarse irracionalmente, haciendo más complejo el problema y tornando su resolución menos plausible.”

10- “El único significado que acarrea el término ‘clase marginal’ es el de quedar fuera de cualquier clasificación significativa.”

11- “Cuando una cantidad cada vez más grande de información se distribuye a una velocidad cada vez más alta, la creación de secuencias narrativas, ordenadas y progresivas, se hace paulatinamente más dificultosa. La fragmentación amenaza con devenir hegemónica. Y esto tiene consecuencias en el modo en que nos relacionamos con el conocimiento, con el trabajo y con el estilo de vida en un sentido amplio.”

12- “La vida social ya se ha transformado en una vida electrónica o cibervida.”

Pensamiento de Bauman


Yo soy una persona profunda, espiritual. Estoy en el momento de vivir la destrucción de un futuro que yo creía sólido y fundamentado en el amor verdadero y duradero. Arriesgué con una persona líquida que al primer momento de tener que demostrar compromiso, el yo tener un diagnóstico de enfermedad neurológica crónica, ha huido como hacen ellos, sin remordimientos. He querido, por amor, ver profundidad donde sólo había la incertidumbre de las palabras vacias. Yo me reconstruiré con solidez y esa persona seguirá con sus desapegos y falta de futuro.

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ENFERMO CRÓNICA CASADA Y MI CÓNYUGE ME DEJA TIRADA

Hechos incontestables:

  • Me ofreció amistad al dejarme como pareja, pero mentía porque me bloqueó en todas las redes.
  • Mi falla En Plom – Guillen de Castro también me bloqueó en Facebook al borrarme esta persona. Yo les había informado de mi enfermedad y ni caso. Discriminación a las personas con limitaciones físicas.
  • Yo pagaba desde la compra del supermercado a el camping de todo el año, pasando por el tabaco, las comidas encargadas en las aplicaciones móviles, todo me lo fue metiendo poco a poco.
  • Sabiendo la gravedad del cáncer del perro ni una vez ha preguntado por él.
  • Me dijo que no aguantaba mi enfermedad, que es una forma leve y no necesita cuidados.
  • Me llamó vaga y que quería echarle encima todo el trabajo. La casa la limpia y lava una señora y la comida la traía de un restaurante todos los días de la semana.
  • Hacía su vida libremente, comía con quién quería, se iba y venía de cervezas sin dar explicaciones, en la televisión se veía lo que elegía, hacía deporte de lo poco que se cansaba conmigo (demostrado que no tenía que cuidarme).
  • Nunca me quejé, aunque tenía a veces malestar postesfuerzo que me obligaba a estar en cama, pero no me acompañaba.

SE OFENDIÓ porque todo ha sido aireado a los cuatro vientos, PORQUE LA VERDAD NO SE ESCONDE y no se puede rebatir. Huye el cobarde, habla el enfermo con valentía.

Me cogía la mano para mantenerme oculto SU ENGAÑO, porque no me quería.

DIVORCIO POR ENFERMEDAD: «EL PESO DE UN DIAGNÓSTICO»

En una relación sentimental madura, pasados los 50 años, si aún decides casarte es una rareza.

Se hace por sentir un gran amor y por eso querer tener la seguridad de que en la ancianidad no os podrán separar. Ya hay algunos achaques, la salud no suele ser perfecta, se suele predecir el tiempo en pareja. Ya sabéis a qué me refiero, dolores que vienen y van.

También esa madurez incluye asumir, tarde o temprano, la muy probable función de cuidador de tu pareja. Lo que no sabes es quién enfermará o necesitará cuidados antes. Digamos que te juegas al 50% si serás el primero en disminuir en calidad de vida o serás el segundo.

Es cierto que la esperanza de vida y la saludabilidad se han atrasado muchos años, lo más probable es tener unos 15-20 años de salud por delante.

También que la vida no incluye seguridad ni certezas. Es tan posible que aparezca un problema el día siguiente a la boda como 25 años después. El amor mutuo y ya muy meditado, valorado, sopesado, en la madurez lo sabe y lo prevé. O eso creemos algunos que nos casamos así.

La media de matrimonios casados, a cualquier edad, que se divorcian es del 40%. Aumenta a un 75% cuando uno de los miembros enferma de gravedad.

Ahí se incluyen matrimonios jóvenes poco maduros, enlaces por la inercia social, gente que busca tener hijos más que pareja, una baraja muy amplia que se reduce mucho al tratarse de los poco frecuentes matrimonios donde los dos tienen más de 50 años. Son personas con su vida económica hecha, con costumbres personales muy arraigadas. Muy pocos los matrimonios y esas estadísticas por lógica son mucho menores. Se suele tratar de amor desinteresado y cómplice.

Si hubiera visto este test, que os recomiendo, para examinar la calidad de un matrimonio… Antes hubiera sabido y no habría tenido una total sorpresa con el abandono matrimonial repentino de mi pareja por mi enfermedad, la Encefalomielitis Miálgica.

El nivel de mi enfermedad no justifica en absoluto ese abandono. En mi caso solamente necesito supervisión, no cuidados y mi pronóstico es estable, ligero empeoramiento o mejoría. Sí es cierto que es neurológica, crónica y limitante. Pero puedo viajar, usar ayudas mecánicas para desplazamientos de más de 200 metros, aunque si no mido mis esfuerzos tengo malestar postesfuerzo días después, que es como un síndrome gripal en sintomatología.

Test para saber si tu pareja te cuida bien

Algunas de mis respuestas al test evidencian que desde hace meses estaba siendo descuidada, ya antes del diagnóstico de hace 3 meses. Enferma llevo casi 3 años y mi matrimonio tiene 1 año, así que me casé enferma pero no diagnosticada. Por eso en el título de esta entrada se destaca «el peso de tener el diagnóstico».

Veamos las respuestas para los últimos 6 meses, no antes:


– Me dejaba mas sola cuanto más enferma me sentía yo.


– No me ayudaba en mis trámites necesarios.


– Me callaba para oir la televisión cuando yo iba a decir algo tras oirle contar algo suyo.


– No quería dialogar nunca, se iba por la tangente.


– Si yo estaba triste creía que era por algún enfado.


– Yo le obedecía en casi todo si no quería problemas.


– Se olvidaba de días importantes como el primer aniversario de boda.


– No consensuaba los problemas familiares conmigo.


– No me ofrecía ninguna confianza ya que no cumplía lo que decía.


– Huia de conocer cosas sobre mi enfermedad aún teniendo una profesión sanitaria.


– Decía un plan para el día y luego hacía otro diferente sin contar conmigo.


– Me organizaba la vida sin permitirme hacer cosas por mi cuenta, como coger un taxi.

– Iba quedando mas dias para comer con gente y no hacerlo conmigo.


– Me abrazaba sólo si yo lo pedía expresamente.


– Me cogía la mano pero no me la acariciaba como antes.

Queda muy claro que el descuido ha ido en aumento. Yo no era consciente de ese trato malo y premeditado, hecho para después tener más quejas de mi ya que eso incrementaba mis síntomas.

En diciembre tuve 4 días de malestar postesfuerzo (PEM) intenso, debido a haber cuidado a una amiga muy querida por mí, pero sobrepasando mi capacidad energética. Estuve encamada y sola con la acusación absurda de que yo tenía celos de la amiga hospitalizada en ese periodo. Si tras esos 4 días de PEM salí de la cama y pude atenderme bien, con la amiga empeorando y yo con deseos de ir a visitarla, el argumento de los celos se caía por absurdo.

El día del funeral de esta amiga mi pareja hizo de repente la maleta y me dijo: «Te dejo porque no aguanto tu enfermedad, no puedes llevar mi ritmo y yo no quiero llevar el tuyo»

¡Pero si mi ritmo ni se sabe porque no tengo hechas todas las pruebas, no tengo aún puesto todo el tratamiento y estoy yo misma averiguando mis límites, enfocada a evitar los PEM y así favorecer mi mejoría!

En claro, mi ritmo no se sabe. Sí se sabe que su ritmo sobrepasa lo saludable para su estado de salud y le traerá problemas futuros.

Y el día de la última recogida de sus cosas de la casa gritó: «Tu querías hacer el vago y que yo hiciera todo el trabajo». ¿Qué trabajo si la comida era el menú diario de un restaurante y hay una limpiadora que hace todas las cosas de la casa?

Pero lo que quiero destacar es la gravedad de, a una persona diagnosticada de una enfermedad orgánica multisistémica casi siempre postinfecciosa, con Encefalomielitis Miálgica, decirle que su enfermedad es ser vaga y que lo diga un profesional sanitario que debería haber estudiado la enfermedad al tenerla su esposa.

¿No era más fácil decir «no te amo ni te he amado nunca pero me gustaba el nivel de vida que me daba tu sueldo»?

Pero mi enfermedad dificulta su disfrute de ese nivel de vida por el que estaba a mi lado y por eso se ha ido.

Quién se case sea sincero y si es por conveniencia déjelo claro, porque alegar la enfermedad para huir hace mucho daño al enfermo. El matrimonio incluye los roles de persona cuidada y persona cuidadora. Piénselo antes porque se presupone que a edades maduras todos sabemos eso.

LA AMBIGÜEDAD DEL AMOR

Una vez más os invito a leer una entrada de un blog amigo, Canela&Miel, por Melania. Hace pensar en el amor, pasado por el filtro que la vida nos va dando. Amor de inicio, amor ya maduro, contrastes en una poesía muy bonita:

https://canelaimiel.wordpress.com/2021/03/19/la-ambiguedad-del-amor/

TESTIMONIO CRÍTICO SOBRE «PASAS COMO EL AZAR»

Hace unos meses cambié el tema de mi blog al actual Twenty Eleven. Resultaba más cómodo para vosotros, con letra más grande y estructura muy sencilla.

Soy bastante despistada y no me di cuenta de la desaparición del apartado TESTIMONIOS, justamente con la crítica muy positiva sobre mi libro que había hecho la editorial, previa a editarlo.

Esa crítica de Universo de Letras, en un libro tan peculiar como el mío, me dejó sorprendida para bien. Me fascinó. Lo describen como de temática actual cuando son poesías escritas hace aproximadamente 30 años y durante un periodo de 14 años. Eso y muchas cosas más.

Debo ser una mujer intemporal si ellos dicen esto, o una adelantada a mi tiempo. Sí soy guerrera y defensora de causas perdidas, con una personalidad bien definida.

Como el libro tiene su propia página en el blog, ahí encontraréis el testimonio que lleva perdido un año y he recuperado. Ya sabéis, debajo de la foto introductoria del blog hacéis clic sobre «Libro PASAS COMO EL AZAR».

Os preguntaréis como van las ventas. Salió a la venta en octubre de 2019 y se hicieron 2 presentaciones físicas. Eso ayudó a su despegue hasta el parón pandémico que se inició en marzo de 2020. Se trata de un libro de poesía y el confinamiento aumentó la venta de otro tipo de libros: novela y autoayuda.

Se ha ido vendiendo tanto en papel como digital, a pesar de mi dedicación más que a publicitar el libro a hablar de la pandemia, porque una es médica.

Tened en cuenta que la forma de venta del libro no caduca y tampoco se acabará la edición en papel ya que se hace impresión bajo demanda. El contrato con la editorial es permanente, se renueva automáticamente.

Cuando el covid19 nos lo permita podremos hacer más presentaciones y promociones. Todo excepto la venta está cancelado «sine die».

Algún enfermo lo ha leído y le ha servido para distraerse mientras mejoraba su salud. Todo un honor para mí. Y me consta que es así, porque conocidos míos han aprovechado para regalárselo a personas en cuarentena.

EMERGENCIA CLIMÁTICA Y DE CALIDAD HUMANA

Se está hablando mucho de la Cumbre del Clima que se celebrará en Madrid próximamente, porque no se ha podido hacer en Chile como estaba previsto. Y la Unión Europea ha declarado la Emergencia Climática.

Tal vez sea una incrédula, porque no creo que salga nada de ella como ha ocurrido hasta ahora, que no sean consejos a las personas individuales y noticias en los medios de comunicación.

Consejos para los ciudadanos cuando el mayor contaminante del planeta es China, y Estados Unidos pasa bastante del tema. Luego nos dicen que las vacas son grandes fuentes de CO2. ¡Pero si desde que empezó la ganadería en la prehistoria hay montones de vacas! Eso sí, te vas a sentir peor, si haces caso, cuando te tomes un vaso de leche, cosa que haces desde que naciste. Porque a mí empezaron a darme leche de vaca pura desde que tenía 3 meses, bajaba peso con la leche de mi mamá. Era un pueblo y la vida muy natural.

Comer carne contamina y nos dicen «háganse veganos», que está muy de moda y lo publicitan como lo más sano. Menos problemas cardiovasculares, en efecto, y más hemorragias cerebrales, también. He leído estudios al respecto.

Las medidas las han de tomar las grandes multinacionales, los grandes multimillonarios, las empresas tradicionales, los estados desde sus legislaciones. Los ciudadanos de a pie somos las víctimas, que caemos en el consumismo y somos manipulados para pensar y vivir como quieran otros, que inventaron está forma de vivir rentable para ellos.

Soy pesimista, las medidas serán mínimas y llegan tarde. Me basta ver lo rápido que se reduce el casquete polar ártico para saberlo.

Lo primero para poner la solución a un problema es ver cómo se ha originado, las causas. Parece ser que es la Revolución Industrial. ¿Desindustrializamos y volvemos a vivir como antes de ella? Sería la mejor solución si, por ejemplo, ante una infección bacteriana usamos antibióticos. Es la lógica.

Lo que ocurre es que algunas personas vamos más allá. Las personas hemos perdido mucha humanidad. Ayer, hablando con una señora de más de 80 años, me decía que había sido muy feliz con su marido mientras había vivido. Recordaba la celebración de las bodas de oro y se le iluminaba la cara. Solamente pude decirle que me daba mucha envidia sana, porque ahora nada dura tanto. Se ha perdido mucha calidad humana, las personas han cambiado, no sé si es efecto del cambio climático o el cambio climático es efecto de esta otra emergencia.

¿Hay cumbres para estudiar la emergencia en calidad humana? En este siglo XXI está disminuyendo muy deprisa. Las relaciones humanas son mucho más superficiales y la empatía escasa.

Una amistad me contaba un cruce de palabras en WhatsApp:

– Hola ¿Cómo te va? – Recibió después de tiempo sin conversación.

– Bien. Lo que pasa es que mi madre murió hace un mes y no me hago a la idea de que no la voy a volver a ver. Me es difícil superarlo. – Escribió esta amistad.

– Vale, eso es una cosa que se tiene que encajar – y fin de la conversación.

No sé qué sacareis vosotros de esto, yo varias cosas: Se te pregunta cómo estás para que digas «estoy muy bien, me divierto y salgo mucho de fiesta, soy feliz». Como estés de verdad importa un bledo, es más, si dices de verdad que no estás bien, la respuesta «Vale» ya dice mucho. Es una expresión de falta de empatía total, equivalente a «paso, tu respuesta es incorrecta», denota falta de cultura en la forma de expresarse y… el resto de la respuesta es más de lo mismo: «encajalo que tienes obligación de estar bien y como no lo estás fin de hablar».

Mi última pareja me dejó porque yo estaba llorando al tener un problema. Y lo hizo por WhatsApp, que es como se hace ahora, te digo adiós y te bloqueo. Recuerdo el párrafo: «Si tu tienes tiempo de ir ayudando a la gente, yo no. Cuando salgo de trabajar sólo tengo tiempo de ser feliz».

No se trata de niños sino personas de más o menos 50 años.

Necesitamos más seres humanos como esta sabia señora

La OMS dice que la depresión y resto de enfermedades mentales van en aumento. Son enfermedades caracterizadas por el sufrimiento. En paralelo a esta realidad, el deseo de solamente compartir los momentos buenos y divertidos, con huida y distanciamiento en los malos y tristes, también aumenta. La obligación de ser feliz permanentemente y sino aparentarlo.

Todos solidarios de boquilla, con los lejanos. Aunque tras ver los resultados electorales últimos de España, se ve la caída en calidad humana reflejada: demasiado rechazo a las migraciones, los refugiados, los diferentes, porque también son problemas y no, de eso no se quiere ver nada.

¿Este cambio climático es la causa o la consecuencia? ¿O es casual que ambas cosas se estropeen y empeoren a la vez?

No lo sé, sí que incluso una psicóloga me decía no hace mucho:

– Estamos preparados para ser fisonomistas y toda mi vida he acertado, al ver una mirada, que había a grandes rasgos dentro de una persona. Desde hace unos 20 años eso no me sirve, la gente ha cambiado, ha aprendido a mentir muy bien hasta en el lenguaje no verbal.

Las buenas personas que conozco van por la vida con mucho miedo a las relaciones humanas verdaderas, las que van más allá de la superficie. Y tenemos un mundo con cada vez más número de personas que viven solas, con el aumento rápido de la cantidad de mascotas… Porque ellos son de fiar. Ese cambio humano a perder calidad no les afecta, son como siempre, eso sí, con el mismo problema: Que sean alegres y sanos, porque sino pueden ser abandonados, igual que las personas.

Quiero una cumbre de Emergencia de Calidad Humana. También urge.

GRACIAS, AMIGOS

Quiero agradeceros que hayáis hecho posible que alcance algo que es muy importante para mí. Este blog es una ilusión que, en buena hora, empecé a hacer realidad.

Los PRIMEROS 100 ME GUSTA no son míos sino vuestros, porque me prestáis vuestra atención. Muchísimas gracias a cada uno de quienes habéis dado ese toque de aprobación a mis humildes aportes.

Un abrazo a todos.

LA HIJA DE BELIAL

He escrito hoy una historia irreal, de otra galaxia mas de mi Universo. A Belial le gusta navegar en la red, casi seguro la leerá. Es inventada… aunque el podría decir que es verdadera. ¿Quién sabe…?

Daniel vivía una vida monótona, de casa a la fábrica y otra vez de vuelta a casa. No quería salir con su mujer si no era preciso, la compra y poco más. Veinte años habían cambiado la pasión del inicio por el hastío. Estaba bien con ella, que aceptaba con amor su dejadez en las cosas de casa, pues no colaborara en las tareas domésticas. Ella iba a la oficina y hacía todo en el hogar.

-Saco a Tom -dijo mientras ponía el collar al perro.

-No tardes, que la cena ya está -Su mujer no aprobaba con gusto ese desdén, la cena se enfriaría. Pero no protestaba.

Cuando Daniel volvió su mujer, en la cena, le comentó:

-Mañana vendrá una chica nueva a limpiar, Marga no se encuentra bien y la recomienda.

A el poco le importaba, hacía mucho que vegetaba, sin ilusión, a pesar del ascenso a gerente de meses atrás y el buen sueldo. Miró la televisión un rato, cualquier programa que eligiera su mujer, y después se fue a dormir. Siempre se acostaba antes y no se enteraba de cuando lo hacía ella, le era indiferente, ni recordaba los años que no tenían relaciones sexuales.

La tarde del día siguiente, cuando iba a tumbarse en el sofá, su mujer le pidió que recogiera en la salida del metro a la nueva chica. Como era extranjera no se aclaraba mucho con las paradas. Hacía mucho calor, Daniel estaba empapado de sudor, la muchacha se retrasaba. Una joven subió las escaleras y le miró con una sonrisa.

-¿Eres Daniel? Soy María- Los besos de educación y se dirigieron a la vivienda.

-¿De dónde eres?- preguntó Daniel.

Ella: -de Barsilen, vivo un año en tu país.

El acento hizo que Daniel fuera callado todo el camino, a la chica le costaba hablar en español tal vez.

Mientras María iba limpiando, de vez en cuando, Daniel la miraba. Su mujer le preguntaba de todo, la edad, cómo era que había venido al país, si tenía mucho trabajo, etc. Así supo que tenía 30 años, no tenía papeles y vivía en una habitación alquilada. Era muy bonita, estilizada pero de aspecto fuerte, con una sonrisa que iluminaba todo. Para sí pensó «vale la pena que venga a limpiar una chica así, tan guapa».

Después la acompañó hasta el metro. De vuelta a casa preguntó:

-Querida, ¿volverá está chica?

Su mujer: -Sólo la semana que viene, limpia mejor Marga. Ha dicho que vuelvas al metro por si se pierde.

Daniel, en su mundo siempre igual, sólo pensó que estaba bien volver a dar aquel paseo. No podía, con 50 y su barriguita, imaginar nada más allá. Los días grises son todos iguales, supervivencia, vegetar sin ser consciente del estancamiento.

Hasta que volvió a esperar en la boca de metro. Abrió bien los ojos ¡Uf, qué mujer salía con los brazos abiertos hacia el!

-Me gusta verte y limpiar tu casa- mientras le daba un fuerte abrazo que pegó a su cuerpo toda la silueta increíble de María.

-¿Tienes mi número? Por si necesitas algo en tu trabajo.

Daniel sacó su teléfono y lo memorizó en la agenda. No sabía si la joven se le estaba insinuando o era un espejismo imaginario.

Ella, al terminar de limpiar había pedido a su mujer que Daniel le acompañara al metro por si se perdía:

-Llévala hasta el metro y así sacas al perro de paso.

Caminaba a su lado en silencio, pensando que no la volvería a ver. Un pequeño roce entre las manos de los dos le movió todas las entrañas. Ojalá fuera más joven, ojalá tuviera esperanzas. María se despidió:

-Escríbeme, estoy sola aquí. Me gustan las personas de más edad, serios y amables como tú.

Era como si las canas no existieran y su peso se aligerara. Más alegre, con vida nueva entre sus piernas, soñador de pasiones. Los WhatsApp eran dulces, llenos de corazones, te quiero iba y venía, ella no decía más porque no sabía, el estaba loco por abrazarla. Más no se veían, entre el trabajo y hacer la misma vida de antes pasaba el tiempo.

-Tu siempre estás con el teléfono, y la chica que limpiaba está en línea cuando tú. Yo no soy tonta. ¿Os escribís?- Protestó su mujer, a lo que Daniel contestó con un grito

-¡No! ¡Si es una niña!

Pero era incómodo para un hombre como él, leal toda su vida, por la educación que había recibido, engañar a su mujer mintiendo. Antes de tener algo más con María necesitaba ser libre, deshacerse de aquel matrimonio que era una parálisis. Ardía por la joven y dormía en el hielo con su esposa.

Se armó de valor y habló con su mujer, aquello estaba muerto y lo mejor era separarse. Ella lloraba

-Tienes a alguien.

Y el negaba: -No hay nadie, quiero estar solo.

La esposa de Daniel se fue a casa de sus padres, destrozada por el desenlace inesperado de su vida con el hombre al que amaba. El quedó en aquel piso, con el perro. Tantos años sin hijos, tanto amor y al final la trampa de la inercia de la nada. Ahora estaba muy ilusionado, la joven María iba a su casa de vez en cuando.

-Eres bueno, yo tengo un problema, dame tiempo, tengo trauma- se sinceraba.

-Sólo me dejas abrazarte y cogerte la mano ¿ni un beso en los labios?- Se extrañaba el.

-Daniel, me violaron dos hombres de niña, me ataron a una silla. Tengo miedo del sexo, estoy enferma de eso. Poco a poco.

-Te amo, te cuidaré, puedo esperarte- decía el mientras el deseo quería abrirse camino entre su paciencia, más aquella chica le tenía cautivado, quería ayudar a que se recuperara, viendola tan frágil. No podía ser que ella renunciara a algo tan importante a esa edad temprana, la guiaría despacio a los entresijos del amor entre dos cuerpos.

Ella se ausentaba incomunicada varios días, con el teléfono apagado. Luego contaba que estaba perseguida por una mafia, tenía que pagar cada mes o la mataban, porque habían pagado su viaje y luego había huido desde otra ciudad a esta sin permiso del hombre malo. Pero la habían encontrado y no tenía trabajo suficiente. Lloraba mucho, enviaba fotos con cara muy triste.

-Yo limpio, yo trabajo lo que sea, pero no puta, eso nunca.

Daniel le hacía pequeñas transferencias bancarias. Todo por aquella inocente y maravillosa niña. Había que arreglar sus papeles, su problema, su vida entera y ganar su admiración, enamorarla.

-Quiero dormir contigo, necesito abrazos, cariño, te besaré en los labios, un poco.

Y el se sentía la ayuda necesaria para que no le ocurriera nada malo, la veía tan tierna como si se pudiera romper cual un cristal. Sus ojos eran los más limpios que había visto nunca. Preguntaba:

-María, ¿me amas?

Ella respondía:

-Te amo como nunca he amado, voy a curarme para tí, sólo para ti, quiero no tener trauma, pero tengo. Quiero estar contigo siempre y ser tuya del todo. Siempre contigo.

Otro día sonó el teléfono:

-La policía me ha pillado trabajando en la cocina de un restaurante. Tengo que pagar multa. Haz transferencia ya o me detienen.

Daniel abría la aplicación del banco y enviaba el coste de la multa.

-Sólo te tengo a tí, nadie más.- y le daba un piquito que era tan ligero y tan dulce como la miel.

-Esta noche duermo contigo ¿quieres?

El no quería dormir sino acariciar, besar, hacer temblar aquel cuerpo y estremecerse los dos en el clímax. Esa noche, despacio, el deslizó la mano y la puso sobre uno de sus pechos, firme, terso.

-Quieto, así ya está bien, ya es más, me cuesta, duerme así.

Frenarse era muy difícil, tener al lado a su amor y apenas tocarla, era un martirio, pero no podía hacer otra cosa que ser el hombre que ella nunca había tenido.

-¿Puedo ir a verte a tu casa? -dijo al teléfono Daniel. Si ella estaba enferma era lo lógico.

-No, imposible, me echarían a la calle, no puedo tener visitas y abajo están los hombres malos que quieren que pague. No quiero que te conozcan, por tu seguridad.

El exceso de miedo era asfixiante, tanto misterio, tanta hambre sexual insaciada además. Daniel pensaba que era por la diferencia de edad, su chica era muy joven, hermosa y el premio a la espera sería algo apoteósico. El se sentía más vital, intrigado y estimulado por la presencia y ausencia a la vez de su amada. La monotonía era un vago recuerdo. Su corazón latía ahora con fuerza.

Aquella tarde María se tumbó en el sofá donde Daniel estaba sentado. Iban a ver una película que no había visto en el cine, no podía pagarlo y el tenía televisión por cable. Las piernas de ella estaban encima de las de el. Tanto tiempo esperando ese acercamiento, el acariciaba despacio el pantalón de chándal, sobre los muslos. «No dice nada, esto va bien» pensó. Ella se movía muy poco, como si no se diera cuenta, pero en un momento le cogió la mano y se la metió dentro del pantalón, sobre el monte de Venus. Daniel llegó con su mano a la humedad, la puerta del paraíso, pero no entró por si aquel momento se cortaba por el trauma de siempre. Sus dedos tocaban los muslos, se volvían a acercar. Ella estaba más inquieta y Daniel con mucha suavidad movía la mano sobre su vulva, solamente acariciando el calor húmedo del lugar justo. Nunca antes había sido tan opuesto a su deseo de ser fuerte y viril, porque su cuerpo también pedía consumar. No creía que ese movimiento pudiera saciarla, aunque María respiraba más apresurada, girando su rostro para no cruzar los ojos con él. Se oyó un «Ay» en voz baja y empezó a jadear en el éxtasis femenino. Era tan diferente lo rápido que había estallado, con tan poco, que el se asombró de aquella sensibilidad extrema de la juventud. Es el momento de ir a la cama. Ya por fin iban a gozar de una noche sin fin. Pero ella se levantó, avergonzada dijo que se iba y aunque el llevó la mano de ella a su amor erguido, eso la puso más nerviosa aún.

-No me dejes así -suplicó Daniel.

Ella salió deprisa diciendo:

-Gracias, gracias, no puedo, no puedo.

Daniel vio aquello como egoísmo, aunque siempre estaba el fantasma del trauma en medio de cada intento.

Pasaron unos días, entre mensajes cariñosos y prometedores.

Sonó el teléfono y esta vez la llamada de María era grave:

-Me ha detenido la policía, estoy en el calabozo, me golpean, me tratan mal, hay más gente aquí, piden multa o me deportan.

No, no pueden hacer eso, no pueden llevársela ahora que por fin va a ser mía. Envió el dinero que pedía. Al día siguiente ella volvió a llamar:

-Piden más o me deportan.

Y Daniel desesperado:

-¿Dónde estás que voy?

– No, no, no vengas, paga y yo voy mañana si me dejan salir.

Daniel, mientras hablaba en esos instantes, la veía a lo lejos sentada en la terraza de un bar bebiendo una cerveza.

-Me tratan mal, no me escuchan, les digo que me mandan ya dinero.

El dolor de ver como era víctima de aquella sucia estafa, que todo era mentira, le desgarraba el alma. Entonces ella se levantó y el la siguió, como atraído por un imán. Cuando la vio entrar en un club de prostitutas, la herida era ya insoportable.

El día siguiente recibió una nueva llamada:

-Me han soltado ahora, me ducho y voy a verte, huelo mal del calabozo. Necesito un abrazo.

Cuando ella entró por la puerta había una pregunta candente:

-¿Porqué me has mentido? Te vi en una terraza y tu trauma es falso. Nunca me has dicho la verdad.

Ella insistía:

-No he mentido, me detuvo la policía. No la semana, sólo dos días. Perdoname, necesitaba dinero.

Daniel, con el rostro descompuesto, respondió -Me has estafado mucho dinero, no me has querido nunca. No sé qué clase de persona eres.

Con el rostro serio María sentenció:

-No volverás a verme nunca más, me voy para siempre. Ya no sabrás de mí porque no confías. Eres malo.

Daniel se quedó muy mal, pasaban los meses y no mejoraba su decadencia. Arrastraba los pies, apenas podía trabajar, la casa estaba sucia y desordenada.

En una feria esotérica, a la que acudió porque la fábrica era de esos productos especiales, se cruzó con una mujer que al verle le detuvo:

-Ven conmigo, necesito decirte algo que me dicen mis muertos. No te cobraré, es mi obligación.

Detrás de la cortina donde consultaba todo fue explicado:

-Buen hombre, una hija de Belial te hizo un amarre amoroso, vio en tí dinero y te quitó mucho. Se fue enfadada porque quería más y te puso encima una magia para ir llevándote a la muerte. Es mi karma encontrar a personas como tú y quitarles el mal que les han echado.

-¿Quién es Belial?- Daniel no entendía.

La anciana mujer explicó:

-Belial es un demonio poderoso que vaga por el mundo buscando a los más buenos o buenas. Cuando los encuentra les envía uno de sus hijos, para desesperar su alma y una vez quebrada, conquistarla. Has tratado con el mal puro que vive en este mundo, es el que nubló tu entendimiento, más tu alma está a salvo. No has sucumbido a la desesperación y no has acabado con tu vida, lo que Belial y sus hijos quieren.

Daniel reflexionó un instante:

-¿Entonces tengo que recuperar mi vida anterior? ¿Es ese el camino cuando me limpies? ¿Pedir a mi ex mujer que vuelva?

La mujer negó con la cabeza:

-Lo único verdadero es que, cuando te vio esa hija de Belial, tu vida no era vida. Has de seguir tu camino hacia delante, aprender y avanzar. El pasado al pasado. Hoy eres más sabio.

-¿Qué pasará con ella? -Dijo confuso entre la realidad y el recuerdo.

-Siempre irá haciendo lo que te hizo a tí, antes de empezar a envejecer la ambición la empujará a los propios brazos de su padre. Belial mata a sus hijos y engendra nuevos.

EL POEMA ESPERADO

Hace unos días os decía que podría daros un poema de «Pasas como el azar».

Hoy he terminado de leer el libro que quería acabar de leer antes. Es como un juego que yo misma me propuse. Lo cierto es que suelo leer 2 o 3 libros a la vez. En estos momentos estaba leyendo en la tablet (con Kindle), en el libro electrónico y en papel, 3 libros. He terminado de leer Gata de Jon Ícaro, en Kindle, una novela corta y muy interesante.

Ni es este mi mejor poema ni el que más narra el argumento del libro. Es uno más, dentro del contexto general. Sí tiene banda sonora, una pieza clásica breve, llena de belleza, y tiene dulzura. Pero no todos son así, hay mucha tensión en otros, por ejemplo. Lo de ser un amplio Universo no es de ahora, es algo que tengo de nacimiento y está siempre presente en mí.

Escrito y sentido a mis 19 años. Años 80, estudiando segundo curso de medicina. El mes pasado fue recitado en público, he de decir magistralmente, porque casi no lo reconocía. Hasta entonces, como todo el libro, ha sido un secreto mucho tiempo.

Aquí lo tenéis:

Escucha Tristeza de Chopin

Gracias por leerme, por compartir conmigo estos momentos de romper el silencio en jirones.

LLORAR POR FIN

Hoy lloro, por fin. Esta mente mía se paraliza, se pierde por sus interiores, entre mil pasillos sin llegada. Tras una semana de vagar por laberintos, hoy lloro. Caían lágrimas sueltas, la descomposición de mis ideas, mi pensamiento nulo, la emoción triste que todo lo cubre, igual a un bote de pintura gris derramado. No importa que pasó, no es lo que pesa. Pesa la incomprensión, el abandono, la consecuencia dentro de lo humano. Las personas fallamos, todos, como todos lloramos. No es enfermizo verter este líquido doloroso de los ojos, o no habría nadie sano. Es valiente dejarse ir y deshacerse en el agua, pues agua somos en nuestra mayoría. Es agua casi todo nuestro cuerpo, la ayuda a sostenernos en el riego del campo y es agua la que a veces arrasa, la que quita, la ladrona de cuanto dio antes de bueno. Hay estalactitas en mi corazón, de habitaciones cerradas antaño con goteras.

Salgo del estupor hoy con lágrimas. Es el llorar de una niña pequeña, desprotegida y rota. La sorpresa del desamor, los secretos, las barreras, la huida de lo muy amado. Llorar sin fuerzas, ya era el tiempo de ello. El cobarde no quiere, sonríe sin ganas, aparenta estar normal. Yo dejo mi respirar entrecortarse, que abra la compuerta del pantano mi alma herida. Es un río sanador, aunque yo no lo veo, me oculta la visión un temblor, una tormenta, el peso de mi cuerpo casi inerte bajo un alma cansada.

Tras una semana de querer ser como soy, llorona, he dejado de ser la estatua golpeada, desconchada por ese desatino extraño. El ojo se suelta y la mujer, llena de lágrimas a borbotones, fluye cual naturaleza viva y salvaje. Si el agua hace nuevos cauces no me importa, humana soy y cuando desocupo mi dolor, mejor los surcos de agua que los de mi sangre. Es valiente llorar y, por fin, lloro.

Beneficios de llorar