Cuando el Presidente del Gobierno de España dijo ayer «estamos ante una emergencia sanitaria» no mentía, pero hay que entender lo que hay detrás de esas palabras.
Si leemos la entrevista al catedrático Adolfo García Sastre, con un currículum impresionante, nos aclaramos bastante bien de qué está ocurriendo:
Se trata de no saturar los servicios sanitarios, dicho más claro: Los médicos, enfermeros, el número de camas hospitalarias, tienen un límite. Si se consigue una propagación más lenta los recursos sanitarios son suficientes.
El ir frenando porque tiene unas peculiaridades diferentes a ella:
– Los infectados antes de tener síntomas (estando sanos) ya contagian y el periodo de incubación es más largo (entre 8 y 10 días)
– Los niños tienen una enfermedad muy leve o ninguna pero sí son vectores importantes de transmisión del virus.
– No existe vacuna para la población con riesgo de agravarse: ancianos, enfermos con patologías previas e inmunodeprimidos. Es en estos grupos en los que se produce casi toda la mortalidad.
– La duración de la enfermedad es mayor que la gripe, unas 3 semanas con coronavirus frente a 1 con gripe. Esto ocupa más tiempo las camas hospitalarias.
– Precisa en casos graves de ingresos en UCI y respiradores semanas.
Nuevos virus recientes se han quedado, como la gripe A. Siempre han aparecido nuevas enfermedades y seguirán apareciendo, es la normalidad de la vida. Si se puede controlar que los servicios sanitarios puedan atender estos brotes epidémicos sin saturaciones mejor. Pero resaltar que esa alarma no tiene que llenar de miedo a enfermaren adultos sanos.
Un problema de salud pública importante no es lo mismo que un problema de salud de un individuo particular importante. Se está viendo que mucha gente está pasando la enfermedad en su domicilio sin gravedad y esa es la forma más frecuente de la enfermedad.
Internet se ha llenado de fake news.
Tiene sentido reducir la movilidad de las personas en las provincias y países donde el contagio está aumentando muy rápido. Si se pierden puestos de trabajo conviene recordar que el hambre, la pobreza, matan muchísimo más que ningún virus. Esa epidemia de la pobreza no genera emergencia sanitaria porque no satura hospitales, se mueren en silencio y aunque aumente el número no afecta por lo que se ve.
Cerrar las zonas realmente afectadas y ponerlas en cuarentena tiene un sentido para proteger a los grupos de riesgo y para no saturar la sanidad pública. Porque la privada en estos casos de epidemia no actúa (y no estaría de más aprovechar también los recursos sanitarios privados para reforzar a los públicos).
De igual forma dar los consejos de lavado de manos, toser en el codo, etc. y dejar hacer vida normal a las zonas de poca incidencia.
Dejo claro que es mi opinión personal tras leer el mejor artículo sobre este tema, al menos para mí, si se lee entendiendolo.
Quiero agradeceros que hayáis hecho posible que alcance algo que es muy importante para mí. Este blog es una ilusión que, en buena hora, empecé a hacer realidad.
Los PRIMEROS 100 ME GUSTA no son míos sino vuestros, porque me prestáis vuestra atención. Muchísimas gracias a cada uno de quienes habéis dado ese toque de aprobación a mis humildes aportes.
Una DANA es una Depresión atmosférica Aislada en NivelesAltos. Antes se les llamaba Gota Fría. Una masa de aire frío en altura choca con aire caliente de la superficie inferior. Esto produce en el mar una evaporación de agua que sube, arriba se enfría formando nubes y el resultado son chubascos y tormentas. Este fenómeno atmosférico es muy variable, desde no llover a ser una catástrofe. En la costa mediterránea es algo que casi todos los años ocurre en septiembre u octubre.
Aquí estoy, escribiendo en Valencia, en medio de esta DANA que está siendo bastante mala entre lluvia torrencial y viento. Estamos en alerta roja del Centro Nacional de Meteorología y con la noticia de que esta tarde empeorará la situación en nuestra zona.
Es sobrecogedor ver la enorme fuerza de la naturaleza, el poder del agua, fuente de vida y de muerte. Ya son 4 los fallecidos y el automóvil se convierte en la ratonera asesina fundamental.
Han aparecido las fake news, como si la realidad no fuera ya suficientemente dura. Ver un noticiario te deja boquiabierta, viendo cómo han tenido que abrir las compuertas del embalse de Santomera, en Murcia, porque ya estaba lleno hasta el 98%. Calles que parecen ríos y los coches unos juguetes que van flotando a la intemperie. Personas quejándose de que bajan muchas cañas y otras malezas en los ríos, que se han desbordado en pueblos, ciudades y campos. Personas que han tenido que subir al tejado de sus casas para ser rescatados.
Se siente asombro por el poder de la naturaleza, que nos deja a la altura real que tenemos, animalillos a merced del planeta, aunque suceda en estas tierras más veces y ya sea costumbre. Ésto ya nos tiene que hacer reflexionar sobre nosotros mismos y nuestras prioridades vitales, muchas veces erróneas. La primera prioridad es la supervivencia y el cuidado de los seres queridos. Hay que conectar más con nuestros instintos, que hemos perdido desarrollando nuestra corteza cerebral para ser más inteligentes y pensar más. El trabajo, lujos, el propio automóvil, gastamos la vida priorizando cosas a costa de lo verdaderamente importante. ¿Tiene que ocurrir algo peligroso para que veamos que nosotros como persona «desnuda» y los afectos son lo más importante? Porque hoy nos acordamos de las personas que tenemos en las zonas de mas peligro porque sigue lloviendo y los ríos van muy llenos.
¿Nos preocupamos de saber cómo reaccionar en una situación de alerta? Desconozco si en los programas educativos de los colegios e institutos hay contenidos sobre supervivencia en condiciones adversas, técnicas de autocontrol del exceso de estrés que puede dejar sin reaccionar a una persona, evaluación de peligros de una acción determinada de riesgo, nociones de salvamento de otras personas, cómo averiguar los consejos de las autoridades, etc. La actuación en catástrofes es muy importante, pero ante el consejo de no coger el coche un día como hoy muchos harán caso omiso, poniendo en riesgo su vida y la de otros. No se trata de obedecer como borregos ni de ser rebeldes, sino de pensar que los expertos evalúan mejor una situación como ésta. Si por sentirse alguien valiente se mete en problemas, eso no es valentía sino imprudencia. Aprovechar un momento en que deja de llover para salir no es que haya acabado la DANA, a pocos kilómetros no sabemos cómo está y si una escorrentía en un punto de la carretera se llevará nuestro vehículo.
Más de 80 carreteras cortadas. Para hacer las carreteras no se estudia si van a ser diques para el agua y hay viviendas en cauces de torrentes y ríos. Errores que hacemos y las consecuencias que vienen después. También escucho que han desalojado campings y me pregunto si no sabía la predicción meteorológica el que fue a unas instalaciones tan frágiles. ¿Qué estudios de ubicación se hacen para autorizar un camping?
Si bajan las aguas con esa ferocidad ¿no será que hay demasiada deforestación? Los árboles y arbustos retienen la tierra. Me surgen más preguntas: ¿No será que hay un exceso de terreno cultivado, pocos bosques y muchos quemados? Sí, el cambio climático es real y los fenómenos meteorológicos extremos van a ser muy frecuentes. Nuestro planeta está enfermo y el organismo responsable de la enfermedad somos nosotros.
En Valencia hubo una riada en 1956. Tras ella se inició una obra faraónica, sacar el cauce del río Turia de la ciudad y hacerlo enorme, porque los ríos valencianos tienen desde casi nada de agua a subidas grandísimas. Ese nuevo cauce tiene un poco más alto el lado que linda con la ciudad, buscando en caso de desbordarse el daño de menos número de personas. ¿Se tiene estudiado el cauce del resto de ríos mediterráneos, las cotas alcanzadas en el pasado, para tener los cauces con prevención de desborde? Alguno sí, muchos no.
Eventos así se han de ver desde un punto de vista positivo, porque hacen mucho daño y al mismo tiempo enseñan a prevenir su peligrosidad. Las autoridades tienen que hacer mucho, es bueno fijarse para cuando haya elecciones. No del paseo que harán todos para salir en la foto, sino de qué proponen para que la próxima vez todo sea más leve llueva lo que llueva. Y para combatir ese cambio climático.
Nosotros tenemos que reflexionar sobre nuestras prioridades vitales y reordenarlas si no están bien. También si sabemos manejar situaciones adversas, catastróficas, nuestra capacidad de ayuda a las demás personas, si sabemos estar bien informados, examinar nuestro instinto de sobrevivir y si sabríamos hacer lo mejor para nosotros y la sociedad. A veces es algo tan simple como no salir de casa y ni eso tan sencillo se hace, porque antes de hacer caso creemos que somos superhéroes, exceso de prepotencia, ese «yo controlo». Los que crean fake news son malas personas, errores de la naturaleza, desalmados. De ellos ni vale la pena hablar, como los trolls de la red quieren publicidad.
Yo tengo un poco de nerviosismo porque personas a las que quiero, mis prioridades, están por ahí fuera de casa, mientras me asomo al balcón y veo que sigue lloviendo muy fuerte. Me siento bien conmigo misma porque lo que tenía pensado hacer hoy ya lo haré. Hasta al fontanero que necesito le he dicho que no venga con este tiempo.
Gracias a mis lectores, he esbozado las cosas que pasan por mi cabeza cuando el cielo se ve tan cerrado y oscuro.