Leyendo un acróstico en el blog amigo de Pipo Bunorrotri, se me ha ocurrido intentar hacer uno por primera vez. No tiene intención poética, es sólo un juego de palabras para expresar la forma nueva de vivir que hemos descubierto por obligación.
No deja de ser paradójico que la vida de los humanos del planeta esté gobernada por un microscópico compuesto orgánico que ni siquiera se puede considerar ser vivo. La ciencia lo llama virus. También es paradójico que seres humanos susceptibles a la enfermedad antepongan la economía, el dinero, a la salud siendo evidente que lo menos lesivo para esa economía es acabar lo antes posible con la causa de su caída, el virus.
Mis condolencias a todos los familiares y amigos de los fallecidos en el mundo a manos del COVID19. Descansen en paz.
Una calle vacía en estos días. León (España)
Cuando una plaga se extendía en China
Observábamos cómo deslavazaba a las personas.
Nosotros seguíamos sin preocupacion ninguna
Fluyendo en nuestras vidas, como de costumbre.
Imaginamos lo lejos del gran país mil millonario,
Normalizar lo malo se nos da bastante bien para eso.
A veces no advertimos los peligros aún viéndolos,
Miramos a otro lado y seguimos pululando en las calles.
Italia lo vio correr en sus pulmones como la pólvora,
España recibió después al triste e implacable visitante.
Nadie en el mundo se libra, sin sufrir, del monstruo
Tan fuerte y tan inerte, este que nos deja atados,
Ocultos en las casas para intentar no encontrarlo.