Vuelvo de mi descanso en redes. A veces en vez de ayudar dañan nuestra estabilidad y es bueno apartarse antes de ser devorada. Entonces se les dice: ¡Basta! Necesitaba paz e introspección. Soy una persona compleja en mi interior, que necesita reordenarse de vez en cuando.
Regreso fuerte y con las prioridades muy claras y ordenadas. Con la intención de aceptar sólo la positividad.
El mundo no está ahí afuera, ese es un espejismo, lo llevamos dentro de nosotros entero y esa es la verdad. De nosotros es de donde sale el único mundo verdaderamente real que nos rodea.
El sol calienta. Hay fuentes manando agua clara. En fin, la historia es una maestra. La ciudad contiene nuestro hogar. Es imprescindible hablar del lenguaje. Mismo idioma y distinta expresión. Si yo lo tuviera, las dos hijas no lo creerían. No bacilo si no es por ti. No sé explicarlo mejor. Qué bonitos son los dos caballos. Lo que pretendíamos es sujetar la vida. La humedad alimenta a los helechos. Lo cierto es lo mismo que yo no quiero. Ese árbol está enfermo. Pero en la calle están jugando a la vez ¿a qué?.
Ahora sí que tocas el tema. Bullicio en las plazas. Si quieres que lo hagamos, yo te aconsejo. Qué difícil convivir en silencio. Lo único es que no sé calificar eso de la manera más sencilla. ¿Qué lugar es este? No obstante me puedes poner una dirección para poder usar mi mano. Yo señalo mejor hacia arriba.
Ellos son los más importantes y los que han estado en el mundo. Nosotros vinimos de la inexistencia. Estamos a su disposición por cualquier duda. Todos lo caminos llevan al mismo sitio. Saludos cordiales y muchas gracias de antemano. No sé porqué digo algunas cosas. Espero tu contestación para saber cómo proceder. No se aclaran si ir o no.
Ya me conocía de alguna manera. Apagemos la luz que es de día. Me siento tonta con mi voz. Haz caso a los semáforos o te multan. No quiero ser un problema para nada de lo básico. La hora en punto tiene campanadas. El futuro del mundo dentro de mi cabeza es el que ya me ha pasado. ¿Cómo lo sabes? Lo único que hay es un fenómeno de los años que tuve. Tanta montaña es hermosa. En cuanto a enseñar la idea del proyecto que nos ha quedado, no sé. Un camino de tierra para pasear. Pensando en la posibilidad de hacer algo, si estás interesado es hoy cuando nos señalan a nosotros.
Juzgan por los pelos, es como si fueran un poco menos del tema. Fuera y dentro de la cabaña hay diferente temperatura. Pero no tengo nada. Ojalá volara como un pájaro. Esta semana te paso el resumen. La mente da vueltas. Lo único malo es cuando me digas algo que te parece bien. Por favor. Hay una lata de cerveza medio vacía. Te pido disculpas si lo tuviera que hacer. No me acaba de agradar ese grupo. No obstante me gustaría saber como puedo solicitar la reserva. El incendio empezó allí. Gracias de nuevo pero el resto es por nuestro deseo. ¿Cuanto cuesta esa camiseta?
La luna está a veces también de día. En realidad es lo sensato. Se te derrama lo de la bandeja. Y venía precisamente por eso la situación. Hay que hacerlo con cuidado. Me han llamado para saber que tal ha llegado el pago. ¿Me traes mi tabaco? Si pudiera lo diría de nuevo a través de este medio. Siguen pastando los dos caballos. Aquí te dejo mi parte. Las nubes se desplazan rápido.
Una vez más os invito a leer una entrada de un blogamigo, Canela&Miel, por Melania. Hace pensar en el amor,pasado por el filtro que la vida nos va dando. Amor de inicio, amor ya maduro, contrastes en una poesía muy bonita:
El día 14 de febrero es el día de los enamorados. Es en origen una fiesta religiosa cristiana, como muchas otras para sustituir a fiestas paganas, unidas a la naturaleza. Es la época en que muchas aves buscan pareja con la proximidad de la primavera.
El emperador romano creía que los soldados solteros luchaban mejor y un sacerdote, en desacuerdo, casaba parejas a escondidas. Fue capturado y torturado hasta morir. Historia de San Valentín
Es curioso que una religión que ensalza y tendría que tener como guía central el amor haya rechazado este día, cambiado los santos del 14 de febrero en 1969.
¿Será por las connotaciones sexuales del amor de pareja? ¿Porque se hacen regalos y parece algo comercial?
El amor es muy amplio y un sentimiento noble, que une e implica entrega y cuidado. Quien tiene pareja puede sentir ese gran amor o no:
– Si se siente cada día es un regalo y aderezar esto alguna vez con detalles, aunque solamente sea una postal, es un bálsamo sanador en un mundo egoísta y de espaldas al planeta en que vive. Bienvenido ese día.
– Si no se siente y se está en pareja por otro motivo ¿hace daño ese detalle o aunque sólo sea felicitar al otro? Yo sigo viendo el bálsamo sanador, una oportunidad de disculpa o de regreso al punto de discordia para andar un mejor camino. No todas las oportunidades se aprovechan y está bien que existan.
Y ¿porqué sólo celebrar una forma de amor? ¿Tiene que sentirse mal este día alguien por no tener pareja? NO, porque el amor es un motor que tendría que ser el del mundo. Se ama al amigo, al familiar, a alguien. Personas que no amen las hay pero prefiero pensar que pocas. Amar molesta al que no ama, sólo al que no ama, porque envidiar a quien ama o es amado, visto positivamente, es querer amar y ser amado, un deseo y no una molestia. Es echar de menos algo posible.
Hay países en los que no se restringe esta fiesta a las parejas y me gusta esa forma de hacer. Felicitarse porque se siente amor, porque se quiere, porque le importamos a alguien y porque nos importan otros.
Felicitaré a mi pareja, daré y recibiré un regalo, sí.
También felicitaré a quienes les importo, a quienes me importan, hasta a mis perros voy a decirles que los amo. Porque yo veo fechas en el calendario pero el amor no las ve, se siente siempre.
De joven no comprendía este día, me parecía una afrenta para quienes no tienen pareja. Tenía la visión aprendida de tener que ir contracorriente. Un día se madura y todo cambia, amplias tu visión, piensas por tí misma, te vuelves detallista, más comprensiva, entiendes mejor al amor y te das cuenta de que celebrarlo, sea o no 14 de febrero, es positivo, sanador, solidario.
Enlazo con 2 entradas antiguas sobre el amor. No todo es felicitar o regalar, también reflexionar.
Sabéis que cuando leo en otros blogs entradas que me cautivan os redirijo a ellas porque quiero que sintáis la belleza que yo al leerlas. Otro placer para leer, una poesía escrita por Sebastián Felgueras en su blog:
Erase una vez una pareja en la que una mujer dijo que había perdido el deseo sexual, alrededor de la menopausia, y que seguía amando igual a su pareja… ¿qué pasó a partir de entonces?
Su ángel enamorado vio frenados los acercamientos amorosos, encontró el «no me apetece» ante su pasión de demostrar amor plenamente.
Entonces tomó la decisión de demostrar a su pareja el conjunto de lo que es sexual en una relación de amor verdadero:
Es todo lo que no se hace con un amigo al que se le quiere y sí se hace con la pareja. Todo lo que diferencia la conducta entre esas dos formas de relacionarse es sexual, porque no se puede separar de lo afectivo diferencial.
Y lo hizo: Se acabaron las miradas sin fin, los largos momentos de cogerse las manos y acariciarlas, los besos en la boca porque ese ángel no besa en la boca a los amigos o amigas (aunque haya gente que lo haga). Se acabó dormir pegaditos como si fueran un solo ser, las conversaciones pícaras, las bromas en el sofá de hablar de algunas partes del cuerpo con risas, miles de cosas.
Demostró a su pareja que la sexualidad de pareja no es el sexo por sexo (genitalidad pura aislada de la afectividad) sino mucho más, para que entendiera que desear al ser amado son las pequeñas cosas diarias que, como el aceite en las visagras, hacen que no chirríe el amor y ese ruido lo convierta en cariño, que no es lo mismo.
La sexualidad de pareja es desde el «te hago el desayuno» hasta el «acariciame la espalda porque me relaja». Y cuando se dice que no se tiene deseo sexual abarca miles de detalles, no son meramente los coitos y los orgasmos. No es tan simple, porque amor y sexo en una pareja son lo mismo ya que no son un acto genital aislado sino todos los contactos, miradas, llamadas telefónicas, mensajes, etc.
Antes de decirle a tu pareja que no tienes deseo sexual piensa que no lo estás haciendo con alguien con quien te acuestas para tener contacto genital sin más. Piensa que le estás quitando al amor lo que le diferencia de la amistad, su esencia ¿o crees que las personas que llevan juntos décadas lo están por algo puramente genital?
No empequeñezcas el sexo amoroso a lo que es el sexo sin amor si no quieres hacer daño a tu pareja, porque la magia del amor de pareja es sexual desde el primer pelo de la cabeza hasta la última uña del pie. Entonces entenderás que decirle que no le deseas sexualmente es decirle que vais a ser amigos y no necesidad de su piel, porque el amor ha desaparecido. Entenderá eso si su concepto de sexualidad es vuestro todo especial.
Es problemático que los miembros de una pareja no entiendan de la misma manera lo que es la sexualidad. Dialogad sobre ello, llegaréis a comprenderos.Entender esa globalidad inseparable del amor hará difícil decir que no se desea si se ama para que perdure la relación sana.
Cuando los locos sean valorados como los mejores, por su inocencia pueril, esta vida en un planeta perdido en un Universo cualquiera dejará de estar lleno de miles de millones de soledades.
Las personas no somos nada importante y hasta algo que no ven nuestros torpes ojos, cualquier virus, se empecina en que alcancemos esa comprensión. Si se cree que muere quien tiene su carne pudriéndose, no está yendo más allá de lo que los sentidos, limitadísimos como este cerebro nuestro pequeño y gregario, enseñan.
No somos eso, que contagia mierda hasta después de ser inerte. Ese traje prestado que es tenido como lo más importante. El valor real de lo perecedero es cero y trae la soledad, rompe lo eterno del amor y las cosas que nunca acaban. Lo que siento y digo no lo dice mi cuerpo porque soy más, soy fantasía, honradez, sinceridad, prudencia, soy tiempo sin fin.
Esa rabia contra la falta de individualidad en las masas, contra la persecución a las mentes libres, hace estrofas de canciones gritadas desde el alma: «Tendría que llorar o salir a matar…»
A veces hablamos y otras callamos, ¡ay, los locos!. Somos esas gentes que siempre tenemos la soledad por eterna compañera, sensibles en exceso para esperar que las promesas se cumplan, que el vacío se llene de algo más que aire cuando hay palabras dadas. Somos amantes hasta la extenuación en un lugar donde no cabemos del todo.
Unos poetas, otros pintores o músicos, algunos sin ni siquiera arte alguno, otros incapacitados por el criterio de los otros y por nuestro deseo de hacer cuando solamente tenemos que ser. En ese terreno ganamos, no tenemos filtro, somos y por ser hemos perdido todas las máscaras, salimos a la calle sin ninguna y nos señalan quienes las tienen. Khalil Gibran lo escribió bien y, si no lo recordáis, leed la primera historia de su libro «El loco».
Somos los que vemos el elefante dentro de la serpiente en el dibujo de El Principito. ¿Porqué no ves un sombrero como todos? No puedo, ya no, porque los locos no son los que alucinan, no son enfermos, sólo son diferentes, incomprendidos y sí, confiados donde los otros ven oportunidades de engañar, traicionar, hacerse dueños de nuestros anhelos bellos para olvidarlos a continuación. Los sueños son nuestras certezas, el eco de la música, la paz de una habitación donde escondernos de todo, los detalles mínimos…
Los locos vamos perdiendo estrellas al caminar, acumulando risas ajenas, ensordecidos por el ruido vulgar, con una maleta llena del pasado que nos construyó y no queremos vaciar, nos haga sonreir o poner muecas de dolor: Confeti, gritos, luz de luna, lágrimas, caricias, golpes, logros, traspiés, bueno y malo. Todo sirve.
Tropezamos en la misma piedra, no porque no aprendamos, sino porque somos niños siempre, tengamos la edad que tengamos, por aquello de que el hábito no hace al monje y la edad no se lleva nuestra forma de ser. Nacemos, crecemos, vivimos con lo que otros, los que encajan en este lugar pequeño del Universo, llaman locura. ¡Ay, los locos! Que nos dejen serlo para trascender la mediocridad tan extendida.
Si no nos entienden solamente nos hace perder algo material, que nos mete contra nuestra voluntad en ratos de cordura. Nos intentan robar las nuevas máscaras construidas para pasar desapercibidos entre ellos, no aguantamos tantas miradas lúcidas ni tanta falsedad disfrazada y necesitamos descansos. Sentimos ecos de lo perdido, porque el olvido entra y sale en el paradógico caos lleno de órden del Universo. La esperanza es la confianza del loco, el presente, porque el futuro… no existe. Dame hoy una sonrisa y una verdad, a la vez, sin separarlas.
Nota para entender la canción: «Piantao» es un término que significa «enajenado», «loco».
Y como toda innovación creativa, loca, genial, esta canción fue abucheada en su estreno por los que no tienen la fortuna de ser locos.
Pobrecitos esos tan normales que tienen que clasificar y encorsetar o, si no lo hacen, son ellos los que están perdidos.
Tengo que reconocer que es la primera vez que estoy en un camping. Afortunadamente paso de los 50 años y aún tengo mucho por descubrir.
No me han faltado propuestas para hacerlo. Pero la calidad de la cama para mí es muy importante y siempre me lo habían dicho para hacerlo en una tienda. Por eso me había negado, porque sé lo que precisa mi espalda.
En cambio la caravana tiene una cama de primera. Tanto que el reloj deportivo que llevo registra lo nunca visto, que duermo más tiempo en sueño profundo que en superficial. En casa es al revés, por el ruido de la ciudad, supongo.
Las experiencias nuevas siempre me cuestan darle vueltas a la cabeza y no estaba muy animada al principio. Pero la compañía era mi amor que siempre me dice: «Está controlado, tu confías en mí y si no te gusta se cancela». Me da mucha tranquilidad.
Al lado de la playa el sonido del mar día y noche es relajante, agradable, se te mete por los poros de la piel y te hace volar como las gaviotas. Mirar su color cambiante y la espuma de las olas es algo en lo que poder detenerte todo el tiempo del mundo. Despertar, mirar por la ventana y sin ni haberte levantado contemplar su grandeza. Para una mujer nacida tierra adentro, que lo vio por primera vez con 11 años, resulta una invitación a contemplar esa brava a veces y otras dulce naturaleza.
Llevo 3 meses así. La pandemia de COVID-19 no está ni estaba para plantearse otras aventuras y ha hecho que el camping esté menos ocupado, para mi en particular una ventaja. Tanto es así que me resisto a regresar a la ciudad ahora que la DANA nos hizo bajar de la duna a otro lugar con árboles, más resguardado y con el mar igual, aquí al lado.
Los perros han tenido su cambio también, siempre en la calle. La perra, con 8 años, ha aprendido a recoger la pelota que le tiramos, a nadar por primera vez entre olas buscándola y bucear. ¡Si pudiera hablar esta loquita que llora cuando oye a una lorita de otra parcela, anhelando verla toda enamorada del pájaro!. Tiene sus agapornis y prefiere lo imposible, así es ella. El perro es diferente, se tumba, sólo se moja las patitas en el agua, sale a saludar a las personas que pasan por la calle, mucho más tranquilo. Deseoso, de vez en cuando, de subir a la caravana a echar una siesta, en casa resguardado.
Hemos hecho actividades, como compartir con familiares y amigos. Una escapada para, por primera vez, probar lo que es bucear con botella. Siempre me había preguntado cual sería la sensación de respirar así, aire de un aparato en lugar del normal. Es genial, cuando inhalas sin ningún esfuerzo y exalas ese montón enorme de burbujas.
¡Lo que es la adrenalina!. Al ir en la barca neumática al lugar de buceo iba muerta de miedo por la velocidad, lo mismo al echarme al agua antes de ponerme la botella. Pero la adrenalina se acaba y ahí empieza lo bueno: Bajar tranquila sujeta por el monitor, ver el fondo que está a 8 metros, tocar ese verdor, ver peces de todos los colores y tamaños. El tiempo se detiene, no hay nada más que ese lugar y momento. Esto me hace pensar en la atención consciente del mindfutness sobre la que estoy leyendo.
Se oye el movimiento de las hojas de los árboles y el mar. Siempre el mar, la mar, como diría el poeta. Apenas alguna voz lejana. Se respira tanta paz que una se siente tentada de no volver a la realidad, de quedarse para siempre en este oasis de juegos en la tablet, lecturas, televisión a la carta gracias a la tecnología, meditación, mirarse por dentro sin hacer nada, fumar un cigarrillo con una cerveza 0,0… Esperar su vuelta con las anécdotas del trabajo.
Aún en esta situación de vivir sin trabajar, porque la vida lo dispuso así, el lunes recomienza la vida urbana con las clases de música, el deporte, las citas médicas y veterinarias, el relleno habitual del que he estado exenta tres meses. Esto es como perderse en un lugar paradisíaco… sin ni salir de la provincia, cerca, muy cerca.
Saben vivir estos pocos extranjeros o españoles que están aquí ni se sabe por cuanto tiempo. He tenido el verano más bello de mi vida entera.
Y pasó un tiempo desde lo escrito hasta aquí.
Es otoño, 27 de octubre. Me afecta el cambio al horario de invierno, la disminución de horas de luz diurna. El estado de ánimo se baja y hemos decidido pasar la semana en este lugar porque me sienta genial.
Hoy acabo de dar un paseo, dentro de la soledad de las mañanas. Fumaba un cigarrillo frente al mar. No hay gente casi, sólo privilegiados, la mayoría alemanes.
Mi alma dice para sí en ese momento:
«El mar me habla, me dice que el puede con ese virus.
Los gorriones revoloteando me hablan, me dicen que son la naturaleza que sigue viva.
La soledad me habla, me dice que puedo hacer o dejar de hacer mis actividades porque no pasa nada.
Mi caravana me habla, me da la seguridad de no necesitar reunirme con la gente.
Mi mente me habla, me dice que vivir así, sencillamente, sin necesitar transgredir las normas de contención de la pandemia, cómoda en cualquier restricción, es estar más equilibrada de lo que creo. No necesito bares, fiestas, cercanías, peligros.
Mi corazón me habla, me dice que esperar su vuelta del trabajo es, en esta paz, la alegría de ser como mis perros, cariñosa, loquita, sencilla, saltarina y expresiva.
En la entrada anterior os hablaba de la llegada del pequeño Joda. El pollito agapornis ya no toma la papilla que le preparaba y le daba con una jeringuilla. Come normal solo.
Hace una semana él y la bonita Joss han volado por la casa juntos. Ya conviven los dos en la jaula grande y Joss se hizo la dura al principio. Joda es insistente, por eso ahora se llevan muy bien, los dos pegaditos demostrando lo que es un pico, con sus besos y arrumacos.
Da gusto vivir en una casa donde reina la paz y el amor.
El confinamiento para muchos ha sido un martirio porque ha separado parejas. El mío ha sido una luna de miel, con días de ansiedad ya casi olvidados. Queda el poso, para siempre, de haber consolidado más aún nuestra relación de pareja.
Son tan bellos los pasos comunes, los ojos que te miran y miras con tanta ternura. El deseo de cuidar, el sentirse cuidada. El amor es un abrazo eterno, el infinito del alma, el centro de la felicidad, la confianza, el respeto.
La magia existe dentro de los corazones que se encuentran y se unen para adorarse, admirarse, emocionarse a la vez; para crear un mundo que es tú y yo, al lado del otro mundo que son todos los demás.
Quien no ha vivido eso ni remotamente lo imagina. Es lo contrario del egoísmo, del miedo, de la exigencia. Sé que estando a mi lado creces y yo también crezco, más ni te pongo pegas ni tú a mí, nos cogemos de la mano y todo lo que surge es mejor y espontáneo.
Todo es más fácil porque estás y eres el centro de mi vida. Eres mi hogar, vayamos a donde vayamos. Que nadie me diga que convivir es difícil, pues lo difícil es pensar que no estuvieras cuando miro como duermes a mi lado.
En estos momentos están confinados en sus casas, saliendo solamente a lo preciso, 4.000 de los 7.600 millones de personas que hay en el planeta Tierra.
El planeta se limpia y renueva de contaminaciones varias mucho más de lo esperado en la Cumbre del Clima del año pasado, que concluyó pocas cosas, como suele pasar.
Nada más y nada menos que 4.000 millones de asistentes a la cumbre de calidad humana. La duración no se sabe, pues ni empezó a la vez en todos los países ni acabará al mismo tiempo. Las peculiaridades son que abarca a personas de todas las edades y no es necesario tener conexiones a internet todos los participantes, no podremos hacer conclusiones comunes y también hay muchas desigualdades entre unos y otros.
Metidos en nuestras casas hemos descubierto cuáles son las profesiones más importantes en realidad. No las voy a nombrar exaustivamente porque me dejaría alguna. Y me gusta pertenecer a una de ellas aunque mi incapacidad permanente no me permita actuar más que haciendo educación sanitaria, que hace mucha falta.
Cada caso es un mundo, desde grandes millonarios disfrutando de sus mansiones y jardines a familias muy numerosas metidas en pisos de menos de 50 metros. Gente casera que no lo pasamos tan mal y gente muy salidora a la que parece caérseles la casa encima.
En España sabemos cuando son las 20h sin reloj, por los aplausos desde las ventanas y balcones a los sanitarios y todos los otros profesionales que atienden los mínimos para que tengamos un orden: los medios de comunicación, agua, electricidad, teléfonos y redes sociales, comida, calles limpias, etc.
Voy a fijarme en el personal de limpieza, importantísimo y muy mal pagado ¿Porqué si es tan importante? La labor de las fuerzas de orden público y el ejército, criticados por los mismos que ahora quieren tener su ayuda. Los trabajadores que hacen posible montar hospitales improvisados, las industrias que han cambiado su producción para hacer materiales necesarios. Y es que habíamos descentralizado tantas cosas por conseguir la mano de obra más barata de otros países… por usureros.
El personal sanitario ha trabajado sin la mínima protección exigible, en un sálvese quien pueda de los países del mundo a la compra de lo que no fabrican sus industrias. Así hemos visto como enferman e incluso mueren y esa atención de primera línea de contagio no se hace por dinero, se hace por vocación de servicio y cuidado a los demás. Esa es nuestra sanidad pública, diezmada por recortes y privatizaciones, dando la cara después de que aprovechados y tacaños le pusieran sus zancadillas.
Acabo de oír en la televisión que la Organización Mundial de la Salud, esa que en su mayor parte está financiada por USA, Bill Gates y las multinacionales farmacéuticas, está muy preocupada por la extensión del SARScov-2 en África, el continente siempre olvidado.
¿Cómo vamos a salir de esto que yo llamo, para añadirle algo positivo, Cumbre de Calidad Humana? Con un mundo más empobrecido seguro, con la población disminuida seguro, con desigualdades aún más grandes que las de antes seguro.
Hemos mejorado, paradójicamente, el contacto con nuestros allegados. Nos interesa saber cómo se encuentran, como están viviendo el confinamiento y muchas veces con ganas de dar atenciones a quienes no podemos porque no les tenemos al lado.
Nos hemos preocupado por los ancianos y hemos descubierto la realidad de que muchas residencias de mayores privadas eran desastrosas, cuando en realidad ya lo sabíamos antes pero mirábamos a otro lado. Se nos han caído las caretas hipócritas. También residencias modélicas y la entrega de sus trabajadores, una alegría.
Hemos visto que al proponer el gobierno una renta mínima básica los representantes del empresariado han puesto el grito en el cielo. Que se mueran de hambre los damnificados de esta crisis parece entenderse a simple vista.
Un gobierno que trabaja al máximo, sea laborable o festivo, poniendo todo de su parte para gestionar algo que en ningún lugar del mundo se ha previsto, en vez de verse apoyado por todos los partidos políticos y los ciudadanos, se ve vapuleado.
Llevan sólo meses gobernando y ni les ha dado tiempo a aprobar unos presupuestos generales del estado. Tienen los mismos 3 años ya y no están hechos por ellos sino por la oposición. No me gusta ese nombre de «oposición» cuando la calidad como personas sería ir todos a una en la emergencia, para tener el menor número de enfermos y pobres cuando amaine este temporal.
Y ese grupo económico llamado Unión Europea tampoco se pone a hacer lo de ir todos a una. A mí el dinero empieza a parecerme algo que la gente valora más que la salud o la vida, increíble.
Nuestras minisociedades de familiares, amigos, vecinos, conocidos, han mejorado en general. Siempre hay casos y casos, la violencia de género ha aumentado por desgracia. Yo siento que mi gente valora mas los afectos, es más cariñosa aunque no podamos tocarnos ahora.
Pero la sociedad grande, en el lugar de Occidente que nos ha tocado vivir, es una decepción. La sociedad de consumo se ha roto y es la que sostiene esta irrealidad, esta nebulosa del crecimiento permanente para sobrevivir. Vamos a continuar en el mismo sistema capitalista, el egoísmo de que mejor pierda el otro aunque le cueste la vida. Si no murió en unas manos no hay culpa.
Esta cumbre de la que sacar más calidad por dentro como personas la ha empezado la naturaleza, siempre que no busquemos teorías conspiranoicas. La naturaleza nos habla y es brusca, como una leona cazando o un volcán en erupción. Por eso la vemos injusta cuando se nos lleva a un ser querido a otra dimensión, aunque esa naturaleza ha hecho que podamos pensar, dialogar, ser altruistas, cuidadores, amadores y amados.
Tenemos libre albedrío a costa de haber perdido instintos, esos instintos que hacen que un animal no dé su comida a otro mientras una persona sí puede hacerlo y lo hace muchas veces. Si sirve para criticar en vez de hacer posibles soluciones, quitar dinero a un pobre y dárselo a un banco o a una gran empresa, insultar a los que dirigen lo mejor que se puede una hecatombe de dimensiones desconocidas aún… no hemos aprendido nada de esa libertad de hacer lo que queramos.
Muchos no aprenderán. Esos que han desoído las normas para irse igual de vacaciones, esos que quieren en medio de esto quitar un gobierno, no aprenderán. Ni los que no hacen honor a la Unión Europea porque toman decisiones que desunen.
Tampoco los que sólo miran qué sucede en el propio país sin acordarse de otros lugares donde todo será mucho peor. Está claro que nos enteramos más de lo que más cerca está y que por ejemplo mis pensamientos, metida en casa, que son de España, no diferirán mucho de los de personas poco conflictivas de otros lugares de este planeta.
Tenemos una oportunidad, otra más, de cuidar al planeta y de cuidarnos entre nosotros, pero nosotros todos, sin distinción más allá de lo bueno y lo malo. No me valen cortapisas de diferente cultura, religión, estudios, nivel social, cantidad de dinero en el bolsillo, idioma, sexo, roles, profesiones, leyes absurdas ¡ya no!
Lo bueno y lo malo es algo que está en el subconsciente colectivo común a todos y cuando nos desnudamos de lo de fuera, cuando llegamos a nuestro fondo más interno, a partir de una corta edad se distinguen perfectamente.
Cada cual, de esta Cumbre improvisada de calidad humana, sin preparación previa, sin unas conclusiones comunes que consensuar al final, cuando salga del confinamiento revelará su conciencia.
Si pones un grano de arena puede haber una playa con muchos mas. Según haya más personas que lo pongan o más que lo quiten, algo sucederá, y esperar a ver que hace el de al lado no sirve, porque hay que pensar y sentir uno mismo la bondad y obrarla. Las palabras bonitas sin hechos no son nada. Dejarse llevar por corrientes engañosas conduce al enfado y la crispación inútiles.
Que tengáis paz, techo, alimentos, salud, momentos para buscar la bondad en vuestro interior, sin miedo, con futuro. Cada uno de nosotros somos la humanidad.